El corazón de la Biblia revela el corazón mismo de Dios. De todas las cosas asombrosas que descubrimos acerca de Dios en el Antiguo y el Nuevo Testamento, lo más asombroso de esto, es que el corazón de Dios está lleno de amor y misericordia. No es en realidad lo que esperamos y no es lo que merecemos. Sabemos que somos culpables, así que albergamos profundas sospechas de que Dios quiera castigarnos. Pero la verdad que la Biblia revela es que Dios quiere perdonarnos si nos arrepentimos.
Cuando Moisés pidió ver el rostro de Dios, conocer el carácter de Dios íntimamente, Dios estuvo de acuerdo en mostrarle a Moisés la espalda, por decirlo así, dándole una visión indirecta de su gloria. Cuando Dios pasó, así es como se identificó: “¡Jehova! Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad” (Éx. 34:6).
Jesús enseñó y demostró que Dios es el Padre misericordioso y piadoso que recibe a los pecadores. Como hemos visto en el capítulo 4, mostró su amor en que, aunque todavía éramos pecadores. Cristo murió por nosotros. Ese amor perdonador es tan esencial en el carácter de Dios que Juan puede decir: “Dios es amor” (1 Jn. 4:8). Sin que importe cuánto tiempo hayamos sido cristianos, esto sigue sorprendiéndonos porque somos muy indignos. Por eso seguimos cantando del asombroso amor y de la sublime gracia de Dios.
Extraído del libro, “El corazón de la Biblia” escrito por el Pastor John MacArthur y publicado por Editorial Portavoz.