John MacArthur
Estos últimos días, hemos considerado seis sugerencias prácticas para mantener un ministerio duradero. Hoy concluiremos viendo otras cuatro más.
7. Espere trabajar duro. Si es fiel a su llamado, vera que será una tarea difícil y que no cesa. Pastorear no es como una línea de montaje que se detiene y le permite irse. Es una clase de sujeción bendecida que requiere disciplina y sacrificio. También, trae el gozo más puro y duradero; e inclusive satisfacción eterna.
Los pastores perdurables no son personas indisciplinadas que aparecen el domingo para dar una plática improvisada que anima a la gente. Ni son hombres con solo algunos sermones que los llevan de una iglesia a otra. Son hombres disciplinados, cuyas sus vidas son estables para que puedan invertir sus energías físicas y espirituales en el rebaño que Dios les ha dado. Es una tarea intensa, pero que incluye la promesa de impacto duradero conforme se enseña la Verdad a su congregación; y ellos ven cómo la vive a lo largo de las décadas. Ellos confiarán en usted; y usted los verá como su corona de gozo. Además, el ser forzado a seguir estudiando y predicando a través de las Escrituras, expandirá su propio entendimiento de revelación divina para desarrollar su servicio y su obra de por vida. Esto traerá la bendición de aprender de otros porque requiere que sea un lector diligente y constante del mejor material bíblico, teológico y biográfico.
8. Confíe en la Palabra para hacer su trabajo. La gente en las iglesias hoy en día está hambrienta de predicación teológica, expositiva; pero ni siquiera lo sabe. Notan los vacíos en su vida, las cosas superficiales, la falta de entendimiento, la falta de comprensión. Se dan cuenta de que no pueden resolver sus numerosos problemas y dilemas. Están buscando respuestas divinas y se les ofrece sustitutos humanos artificiales que no pueden ayudar. La exposición a largo plazo va a satisfacer sus corazones y, al mismo tiempo, aumentar su apetito por más. Y Dios nos ha dado los tesoros profundos y las verdades claras de Su Palabra, riquezas que ninguna cantidad de años puede agotar.
9. Siempre dependa del Señor. Obviamente, un ministerio que se basa únicamente en la fuerza humana, la inteligencia o las estrategias de encuesta, aunque sea numéricamente exitoso, está condenado a ser efímero y superficial. Un ministerio espiritualmente transformador duradero debe ser construido por el poder de Dios anunciado a través Su Verdad. Y Él siempre bendice Su Verdad y el trabajo de un verdadero hombre de Dios. Cuando se dé cuenta que usted no puede resolver todos los problemas en su iglesia, que no puede salvar a los incrédulos que asisten a sus servicios, que usted no puede producir fruto espiritual en su gente - usted descansará plenamente en Dios que sí puede, aceptando su debilidad e insuficiencia y confiando únicamente en el poder de la Palabra a través del Espíritu.
10. No se vaya y punto. Cuando se acerque a su ministerio pastoral como un compromiso de vida y sirva a su rebaño como lo he descrito, le resultará difícil irse. Somos, generalmente, no llamados a irnos de, pero llamados a nuestra congregación. Deje su ministerio actual por otro solamente si tiene un verdadero llamado al otro lugar. El hecho de que una nueva oportunidad pague mejor, o tenga una instalación más grande, prometa un respiro de los problemas actuales o proporcione una plataforma para una mayor influencia, no significa necesariamente que sea una decisión correcta y puede mezclar la ambición. Así que asegúrese que al irse, sus razones son espiritualmente convincentes. Y también, haga todo lo posible para garantizar a la grey que deja que está en buenas manos antes de que se vaya. Esa es una parte vital de su legado.
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