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Esta serie de sermones incluye los siguientes mensajes:
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Información de la EditorialEn su libro El verdadero amor del cristiano al invisible Cristo, el Puritano Thomas Vincent ofrece nueve puntos que lo llevarán a su destino deseado:
Medite en Dios
“Punto 1. Viva contemplando a Cristo.”
Su primera prioridad es meditar en Cristo. Dedique tiempo todos los días para morar en Él. Considere quien es, lo que Él ha hecho, y lo que está haciendo por usted. Vincent nos sugiere que:
Dedique tiempo para un retiro en secreto, y allí piense una y otra vez sobre las excelencias maravillosas, y las perfecciones que están en la persona de Cristo; lo maravilloso y incomparable lo cual es Su amor, las alturas que no pueden ser alcanzadas, Su profundidad que no se puede comprender a fondo, y las otras dimensiones que uno no puede entender.
Estudie sobre Cristo
“Punto 2. Lea y estudie las Escrituras.”
La Biblia es la Palabra de Dios para usted. Es en donde encontrará todo lo que necesita para conocer sobre el gran Señor y Salvador. Pablo nos dijo que “la Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros” (Colosenses 3:16). Es su alimento espiritual (Mateo 4:4). El no nutrirnos en sus verdades todos los días sería como estar todo un día sin comer. No haría eso con su propio cuerpo físico, así que no lo haga con su alma.
Ore por amor
“Punto 3. Esté en oración a Dios por este amor.”
Jesús dijo, “¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mateo 7:11) No hay nada mejor que tener amor supremo por Cristo, y Dios se lo dará con seguridad si se lo pide sinceramente. Vincent dice:
Si amar a Cristo fuera el más fuerte deseo en su corazón, se encontraría frecuentemente arrodillado ante el trono de gracia, y allí reconocerá la falta y la debilidad de su amor por Él. Lamente sus pecados que solo causan debilidad en sus afecciones, y sinceramente pida que Él obre en su corazón para tenerle un fuerte amor. Ore en todo momento por esto.
Inclínese en Cristo
“Punto 4. Obtenga más fe”
Esto va junto con la oración. El escritor del libro de Hebreos dijo, “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Pedro dijo de Cristo, “a quien amáis sin haberle visto” (1 Pedro 1:8). Usted puede conocer a Cristo solo por fe; y solamente por fe puede verdaderamente amarlo. Vincent dice, “De acuerdo a la medida de su fe, así mismo será la medida de su amor. Aquellos que están sin fe están sin amor; aquellos que tienen fe débil tienen amor frágil; y aquellos que tienen la fe más fuerte tienen amor más fuerte.”
Sed llenos del Espíritu
“Punto 5. Esfuércese más para obtener más de la luz del Espíritu.” La única manera que uno puede amar más a Cristo es si uno está “lleno del Espíritu” (Efesios 5:18). Jesús mismo dio la razón, por lo que el Espíritu Santo tiene un papel tan importante:
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. (Juan 14:16-17)
Asegure que su salvación sea segura
“Punto 6. Esfuércese más por ver evidencias claras de Su amor hacia usted. Estar persuadido y fundamentado del amor que le tiene Cristo a usted elevará su amor a Cristo.”
Si usted es un verdadero cristiano, Cristo lo ama. Pero si su vida carece de la seguridad de su salvación, examine su vida para estar seguro que usted es salvo... No dude del amor de nuestro Señor, pues Pablo dijo, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
Viva en obediencia
“Punto 7. Odie al pecado, y por consiguiente, vigile, ore, luche y pelee contra el pecado como si fuera la peor de las maldades, como eso que tanto desagrada al Señor.”
Cuando peque, vaya al Señor y confiese para que pueda experimentar el gozo de la restauración. Vincent nos anima aún más:
El desorden del pecado es más de lo que podemos; pelee la batalla cada día con el coraje que permanece. No deje que pase ni un día sin darle algunos golpes y heridas al pecado. Entre más se esfuerce para limpiar su corazón, menos tendrá que hacer Cristo. Tenga sumo cuidado de no tenerle más amor al mundo o a las cosas del mundo, pues debilitará su amor por Cristo. Entre más ame al mundo, menos amará a Cristo.
Siga a aquellos quienes aman a Cristo
“Punto 8. Asociarse con aquellos quienes amen a Cristo.”
Simplemente, siga ejemplos piadosos. Pablo dijo, “sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros” (Filipenses 3:17).
Anhelar a amar
“Punto 9. Ejercite este amor; para que crezca y aumente.”
Esta última dirección lo llevará adónde empezamos al principio. Si quiere amar más a Cristo, ponga en práctica cada una de estas cosas todos los días. En cada actividad, en cada contacto, y en cada pensamiento, haga que Cristo sea su enfoque. Cuando lo hace su prioridad, y lo ama con todo su corazón, alma, y fuerzas, Dios es glorificado.
(Adaptado del libro First Love, de John MacArthur, pp. 148-51.)