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Información de la EditorialCuando uno lee el Salmo 119 cuidadosamente, lo primero que se observa es la cantidad de símbolos extraños por todo el capitulo. ¿Se ha preguntado que serán? Son las letras del alfabeto hebreo, organizados en orden; en veintidós secciones de ocho líneas cada uno.
Si usted mira un salmo en una Biblia hebrea, vería que cada línea en las veintidós secciones empieza con la misma letra hebrea. La primera sección empieza con la primera letra del alfabeto hebreo, y la segunda sección con la segunda letra y así sucesivamente. Este patrón continúa por el salmo hasta que todas las veintidós letras del alfabeto hebreo han sido usadas en orden.
El Salmo 119 es uno de los varios salmos que sigue una acróstica o arreglo alfabético (cp. Salmo 9, 10, 25, 34, 37, 111, 112, 145). El arreglo no fue diseñado para describir el pensamiento del salmo, pero fue elaborado como un dispositivo para ayudar en la memorización del salmo.
Mientras que lea el texto, tome nota de estos temas recurrentes. Ocho palabras diferentes se repiten por el salmo que se refieren a la Escritura: ley, testimonios, preceptos, estatutos, mandamientos, juicios, palabra, y ordenanzas. Casi cada versículo en el salmo contiene uno o más de estos términos, haciendo el Salmo 119 un grupo de términos para la Palabra de Dios.
Aquí hay un ejemplo de la afirmación que el Salmo 119 hace de la Escritura:
• La Palabra de Dios refleja el carácter de Dios. Note los atributos de Dios atribuidos a la Escritura:
o 1. Justa (vv. 7, 62, 75, 106, 123 138, 144, 160, 164, 172)
o 2. Confiable (v. 42)
o 3. Verdadera (vv. 43, 142, 151, 160)
o 4. Fiel (v. 86)
o 5. Inmutable (v. 89)
o 6. Eterna (vv. 90, 152)
o 7. Luz (v. 105)
o 8. Pura (v. 140)
• La mejor forma en que usted puede obtener consejo espiritual es por medio de la aplicación de la Palabra de Dios por el Espíritu de Dios a su corazón (cp. vv. 98-100).
• La Palabra de Dios provee la luz que necesita en su camino para no tambalear (v. 105).
• Así como la plata que ha sido refinada siete veces (cp. Sal. 12:6), la Palabra es pura, inerrante en todo lo que dice (v. 140).
• La Escritura claramente revela el camino a la salvación (v. 155).
Cuando usted lee a través del Salmo 119, usted pronto podrá darse cuenta, que no es un tratado seco. De hecho, es enteramente un salmo de oración a Dios desde el corazón, ejercido por el pecado e iluminado por gracia para poder amar a Dios y Su Palabra. Al seguir el ejemplo de la oración del salmista, usted puede aprender correctamente cómo responder a la Palabra de Dios:
• La oración suprema que el salmista hizo es una confesión de su insuficiencia y la suficiencia de Dios (cp. vv. 18, 98, 99, 105, 130).
• El salmista deseaba con toda pasión obedecer la Palabra de Dios (cp. vv. 4, 8, 30, 32, 44, 45, 51, 55, 57, 59-61, 63, 67, 68, 74, 83, 87, 101, 102, 106, 110, 112, 129, 141, 157, 167, 168).
• El salmista pidió ayuda para volver de las actividades vanas y desear las cosas que tienen valor, incluyendo la Palabra de Dios (cp. vv. 14, 72, 127).
Confiamos que usted será bendecido por este alfabeto de alabanza por la Palabra de Dios. Pero si el pecado le quita su apetito por la Palabra de Dios, asegúrese de unir su voz con el salmista en la oración que él ofreció en la estrofa de Salmo 119:
Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra. Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho. Mis labios rebosarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos. Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia. Esté tu mano pronta para socorrerme, porque tus mandamientos he escogido. He deseado tu salvación, oh Jehová, y tu ley es mi delicia. Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden. Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos (vv. 169-176).