Esta mañana, al llegar a nuestro mensaje, vamos a estar desviándonos de 1 Corintios, porque quiero compartir con usted un mensaje que quizás necesitaba compartir hace mucho tiempo atrás. Como usted bien sabe, tengo un gran amor por la iglesia, no solo Grace Community Church, sino la iglesia de nuestro Señor Jesucristo en general. Tengo un gran amor por los hombres de Dios, por pastores de las iglesias. Tengo una gran carga porque la iglesia sea lo que Dios quiere que sea. Cuando oigo las palabras del apóstol Pablo en Hechos 20, y él dijo: “Mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puestos por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él gano por su propia sangre”, esa es una responsabilidad tremendamente seria. Y tengo una gran preocupación por la iglesia. Y en Grace, nos hemos esforzado por ser obedientes a la Palabra de Dios al presentar las directrices de esta iglesia. No somos todo lo que Dios quiere que seamos, de ninguna manera, pero creemos que entendemos algunos de los aspectos elementales que hacen de iglesia lo que debe ser.
Y de vez en cuando, nos hemos esforzado por compartir con ustedes estas prioridades, estos elementos básicos. Pero esta mañana, quiero unirlas todas, quiero compartir con usted, y nos va a tomar dos semanas, esta semana y la próxima semana. Quiero compartir con usted cuáles son las marcas de una iglesia eficaz. Ninguna semana pasa, creo que ningún día pasa, en el que alguna otra iglesia nos busca y nos pide que les demos dirección. Desean saber cómo es que Dios nos ha bendecido y qué es lo que hemos hecho que ha causado eso. Ahora, este es un ministerio que sigue constantemente. Hace poco más de un año presentamos un juego de notas, un pequeño juego de notas de liderazgo, y no podemos quedarnos con ellos. De hecho, han salido y se acabaron y están volviéndose a imprimir. Se han distribuido por todo el país, porque hay tanto deseo tan grande por saber cuáles son los principios de cimiento de una iglesia que sea eficaz para Dios. Y eso es realmente lo que quiero compartir con usted esta mañana.
Dios nos ha bendecido como iglesia, no hay duda al respecto. Dios ha mostrado evidencias de su poder y su presencia una y otra, y otra vez. Bendiciones de su gracia han sido abundantemente amontonadas sobre nosotros. Hemos visto a personas siendo salvadas. Hemos visto vidas cambiadas. Hemos visto hogares restaurados. Hemos visto a cristianos madurando; hemos visto a cristianos reproduciéndose. Hemos visto a personas viniendo de muchos lugares para ser parte de Grace. Hay algo aquí que Dios está haciendo, que Dios está bendiciendo. Y realmente creo en mi corazón que quizás todo lo que hemos visto únicamente es el prólogo, si el Señor se tarda, a lo que Él puede hacer y lo que Él hará. Y la gente está diciendo: “¿Por qué está pasando ahí? Nuestra iglesia tiene las mismas Escrituras, el mismo Espíritu Santo, el mismo Señor Jesucristo, y no parece que mucho está pasando. ¿Por qué está sucediendo ahí?”. Bueno, quizás la mejor respuesta a eso es porque Dios es soberano y Dios escogió que pasara aquí; y simplemente somos espectadores. Y en un sentido, eso es verdad, ¿no es cierto?
Dios edifica su iglesia. Jesús edifica su iglesia; nosotros, no. Y la edifica como Él quiere, en donde Él quiere, cuando Él quiere, como Él quiere. Sin embargo, esa no es toda la historia. No es solo su decisión soberana. Debe haber sumisión a ciertos principios que permiten que la iglesia sea todo lo que el Señor quiere que sea. Hay algunas cosas básicas. El tamaño no es lo que importa. Hay iglesias tremendamente exitosas y bendecidas por Dios que son muy pequeñas. Hay otras iglesias que son muy grandes y no tienen éxito espiritual, o muy poco éxito espiritual. Usted nunca debe medir la vida espiritual de una iglesia por sus números. Lo más fácil es atraer a personas; eso es fácil. Lo difícil es hacer discípulos. El tamaño no es lo que importa. Se hacen conferencias constantemente por todo Estados Unidos acerca de cómo crecer. Nunca he asistido a una de ellas. No me interesa eso. ¿Quién necesita crecer? Eso no es lo que importa. Lo que importa es cómo hacer discípulos. Pero, parece como si hemos sido atrapados en una constante por todo nuestro país para ver quién es la iglesia más grande. Ese no es el punto; eso es irrelevante para Dios.
Hay razones, no obstante, por las que una iglesia prospera espiritualmente y por qué crece numéricamente. Y estas razones, creo que son importantes que las entendamos. Supongo que siempre he estado comprometido con estos principios; de hecho, tengo la confianza de que así ha sido. Pero realmente nunca las he enlistado. Necesitaba que alguien más lo hiciera para mí. Y cuando estuve en la Conferencia de Pastores de Moody con Jerry Mitchell y Jim Harris en nuestro equipo, Howard Hendricks del Seminario Teológico de Dallas, habló un día. Y en su mensaje, él dio lo que él pensaba que eran las marcas de una iglesia exitosa. Él no tomó mucho tiempo y no explicó estas marcas a detalle. Y no dio ningún apoyo escritural para ello; ese no fue su propósito. Él simplemente las enlistó. Él dijo: “En todos mis viajes por todo el país”, y él ha estado predicando en iglesia, tras iglesia, tras iglesia, tras iglesia por años y años. Y él dice: “He estado en todo tipo de iglesia, de una pequeña a grande, de iglesias muy, muy tradicionales, muy rutinarias, orientadas al ritual, a iglesias que tienen una forma libre, muy relajadas, y todas estas iglesias en grupo han tenido los mismos factores clave que las han hecho exitosas”.
Y entonces, él dice: “Estas son las cosas que he visto como los denominadores en común de una iglesia exitosa. Y entre más de estos tiene una iglesia, más exitosa es. No todas ellas tienen todos, pero todas tienen algunos de ellos. Y entre más tienen, más exitosas son”. Bueno, escuché ese mensaje y pensé como si alguien me estaba recitando todas las cosas que yo creo. Y usted nunca sabrá cuán alentador fue eso para mi corazón, saber que las cosas en las que creemos aquí no son algo que sacamos del aire, sino que hay alguien que nunca ha estado en esta iglesia en su vida, alguien que nunca ha hablado conmigo antes de eso, y él dice que estas son las cosas que hacen que una iglesia sea lo que Dios quiere que sea. Bueno, y también he pensado no añadiéndole nada a él ni quitándole nada, pero he pensado que hay algunas otras cosas también que podría añadir a una lista. Algunas de estas son de él y algunas mías; y se han vuelto el mensaje de esta mañana.
Número uno. Usted simplemente puede escribirlas. Habrá más de diez, eso es lo único que va a necesitar por hoy; nunca nos acercaremos a eso. Número uno. Y aquí están los ingredientes clave de una iglesia exitosa. Uno, una pluralidad de líderes piadosos, una pluralidad de líderes piadosos. Usted no puede pasar por alto esto y llegar a la bendición de Dios. Debe haber piedad en el liderazgo. Deben haber hombres santos que están en las posiciones de dirección y responsabilidad en una iglesia. No hay sustituto para eso. “Cristo es la cabeza de la iglesia”, dice Pablo repetidamente, Efesios, Colosenses. Cristo como la cabeza de la iglesia quiere gobernar a su iglesia. Lo único que necesita para gobernar a su iglesia es a personas santas mediante quienes Él pueda gobernar. Las personas impías simplemente estorban.
Es sorprendente cómo la mayoría de las iglesias escogen a su liderazgo: las personas que son las más exitosas en los negocios, las personas que tienen más que decir, las personas que tienen más dinero, las personas que son profesionistas. Así es como la mayoría de las iglesias escogen. Un pastor me confesó que uno de los problemas que tenía al trabajar con su consejo era que la mitad de ellos eran cristianos y la mitad no lo era. Y yo dije: “Sí, ese es un problema”, debido a que Satanás y Cristo no cooperan. Un hombre no debe ser el líder en la iglesia, porque él es el más sabio, porque él es el mejor hombre de negocios, porque él es el que tiene más dinero, porque él tiene una capacidad de liderazgo innata, porque él es un supervendedor. Debe ser un líder en la iglesia porque él es un hombre de Dios. Ese es el comienzo de toda la eficacia en la iglesia. Dios siempre ha mediado su gobierno en el mundo mediante personas piadosas. Usted regresa al principio y Dios medió su gobierno en la tierra a través de Adán. E incluso después de la caída, fue mediante de la conciencia humana, y después de eso, fue a mediante el gobierno. Y después de eso, Dios comenzó a mediar su gobierno mediante de los patriarcas. Y después, fue mediante los jueces, ¿se acuerda? Y después fue mediante reyes, y profetas y sacerdotes, y en el relato de los evangelios él medió su gobierno sobre la tierra mediante la presencia de Cristo.
Y ahora es mediante la iglesia, y la iglesia específicamente es gobernada por sus líderes. Y los líderes simplemente son los representantes de Jesucristo en el mundo, y el ingrediente principal del liderazgo es santidad, hombres de Dios. Eso es lo que se necesita en la iglesia. Y se necesita tiempo para hacer un hombre de Dios, ¿sabe usted eso? Se necesita tiempo. Le tomó a Dios 40 años para hacer algo de Moisés. Tomó años para que Josué estuviera a los pies de Moisés aprendiendo de Moisés antes de que Josué estuviera listo para liderar. Se necesitaron años para preparar a Abraham. Se necesitaron años preparar a David. Se necesitó tiempo y esfuerzo, y trabajo para enderezar a Pedro. Se necesitó tiempo en el desierto hacer algo de Pablo. Se necesitó tiempo para que Felipe dejara de ser un diácono y se volviera un evangelista. Se necesita tiempo para hacer un hombre de Dios. Cuando Timoteo se quedó en Éfeso, se dio cuenta de que realmente tenía que hacer que la iglesia avanzara y el trabajo consistía en llevar a los santos a la madurez. Y él sabía que no podía hacerlo solo, sino que él necesitaba líderes para la iglesia. Entonces, Pablo le dijo: “Eso es bueno, Timoteo. Es digno de reconocimiento que un hombre desee ser un líder. Pero, asegúrate de que es cierto tipo de hombre. No nada más debes usar a voluntarios; sino que necesitas a cierto tipo de hombres”.
Tito enfrentó lo mismo en Creta. Pablo le dijo: “Ahora, Tito, ordena a ancianos en toda ciudad”. Escoge a esos líderes, pero asegúrate de que son cierto tipo de líderes; que son líderes piadosos”. Entonces, en 1 Timoteo 3:1-7, en Tito 1:5-10, Pablo presenta un perfil de un líder piadoso. Este es el tipo de personas que debe estar dirigiendo a la iglesia. Les voy a dar los requisitos, y hay 20 de ellas dadas en estos dos pasajes. Únicamente los voy a leer, escuche: Los líderes deben ser irreprensibles. Ese es un gran lugar en donde comenzar, ¿no es cierto? Irreprensible, esto es, que no tienen nada en su vida, por lo que pueden ser culpados o reprendidos.
En segundo lugar, deben ser hombres de una sola mujer. Esto es, deben amar a sus esposas, de manera total y devota. En tercer lugar, deben ser sobrios. Eso significa estables, espiritualmente sólidos. Tienen una perspectiva clara, bíblica, espiritual de la vida. En cuarto lugar, deben ser prudentes. Algunas veces, la palabra es traducida sobrios, y significa que conocen las prioridades. Conocen las prioridades.
En quinto lugar, deben ser decorosos. Eso significa que tienen una vida tan bien ordenada, una vida tan bien ordenada, que son honrados por ella. En sexto lugar, hospedadores. Eso significa que deben amar a los extraños. En séptimo lugar, deben ser aptos para enseñar. Esa es una palabra en el griego, una palabra que es usada rara vez, únicamente dos veces. Es la palabra διδακτικός (didaktikos). Nunca es usada para hablar del don de enseñanza, y nunca es usada para hablar del cargo de maestro. Es algo diferente. No está diciendo que un líder debe ser un gran maestro bíblico. Está diciendo que él debe ser διδακτικός (didaktikos); eso significa dos lados de lo mismo.
Él debe ser alguien a quien se le pueda instruir, ese es un lado, y él debe tener la capacidad de comunicarlo a otros. Y la idea de la palabra no es tanto la dinámica de su enseñanza, como lo es la sensibilidad a otras personas. Esto es, no solo puede aprender, sino que enseña con una mansedumbre, y gentileza y un espíritu correcto. Nada es peor en el liderazgo que un hombre que viene así: "Escuchen, esto es lo que deben hacer, porque esto es lo que dice, entonces háganlo o de lo contrario", ¿lo ve? No. Eso no sirve. Esta palabra es alguien cuya gentileza se ve en que puede aprender y cuya gentileza se manifiesta conforme él comunica. Es una palabra de sensibilidad. Es una palabra gentil. Es una palabra sumisa. Alguien que puede recibir y dar con sensibilidad.
En octavo lugar, él no debe ser adicto al vino, o a ningún alcohol, o a ninguna droga de ningún tipo. Él debe estar en control de sí mismo. Número nueve, no voluntarioso. Eso significa egoísta. Usted no puede tener a personas en el liderazgo que está preocupada por sí misma. Lo más importante en un líder en esta área, es que esté preocupado no por sí mismo, sino por la congregación, ¿verdad? La gente a la que está guiando. Y yo encuentro que esto es algo tremendo. Es mucho más fácil para mí predicar en esta iglesia; realmente lo es. Preferiría predicar aquí que en cualquier otro lugar.
Dice usted: “Eso es porque sabes que te amamos y te toleramos”. Bueno, eso es parte de la razón. Pero el factor primordial es este: predico aquí con una actitud mental totalmente diferente que en cualquier otro lugar. Cuando predico aquí, estoy preocupado por ustedes, porque estoy involucrado en sus vidas, y estoy predicando para que ustedes puedan aprender y para que puedan entender estas cosas y para que su vida pueda ser cambiada. Pero cuando voy a algún otro lugar, no conozco a nadie que está sentado ahí, entonces, usted sabe que no estoy preocupado por ellos; estoy preocupado por mí. Es correcto. Estoy más preocupado por cómo me presento que por lo que ellos aprenden, porque no los conozco. Y encuentro que soy mucho más capaz de enseñar aquí y predicar aquí, porque me preocupan ustedes. Cuando voy a algún otro lugar, lo único que estoy pensando, todas esas personas van a decir: "Oh, ahora este es John MacArthur, vamos a evaluarlo a ver si es bueno". Entonces, no debemos estar centrados en nosotros mismos sino en la congregación, no voluntariosos.
Muy bien, diez. No impaciente. El liderazgo no puede ser impaciente. Paciente. Once, no pendenciero. ¿Se acuerda de esa palabra antigua? Pendenciero. ¿Qué significa? Significa literalmente alguien que se agarra a golpes. Para un líder en la iglesia, usted no busca a alguien que esté golpeando a todos; eso es literalmente lo que significa con sus puños. No significa actitud; significa el acto en sí de golpear a alguien. Usted no busca a alguien en una junta que se ponga de pie: "Sí, sabes qué", y está aventando a un hombre por la mesa o algo. Doce, y aquí viene la actitud. Usted no busca a alguien que sea contencioso. Esa palabra únicamente es usada en la Biblia en estas dos listas, y significa alguien a quien le gusta competir y debatir, le gusta discutir todo el tiempo. Número 13, debe ser gentil. Número 14, que no ame el dinero. No necesariamente libre de dinero, sino libre del amor al dinero.
Quince, que cuide bien su casa. Eso significa que él mantiene a sus hijos bajo control con dignidad. Estoy seguro de que hay algunas personas que mantienen a sus hijos bajo control, pero no estoy seguro de que lo hacen con dignidad. Dieciséis, una buena reputación con los incrédulos. Digo, que piensa el mundo de él, eso es importante, porque está ahí afuera peleándose con ellos y van a saber si es real o no. Diecisiete, amante de lo bueno. Él debe amar lo que es bueno, un amante de buenas cosas. Dieciocho, justo. Significa que es justo. Diecinueve, devoto, lo cual significa que es santo en su vida práctica. Veinte, no un nuevo convertido.
Ahora ahí usted tiene los requisitos dados en la Escritura para líderes en la iglesia. ¿Cree usted que es importante? ¿Cree usted que Dios tiene un mensaje aquí para nosotros? Ese es el tipo de personas que Él quiere en el liderazgo. Si usted no tiene eso, entonces, desde el comienzo mismo usted tiene problemas. De hecho, es tan importante que cuando un anciano peca, debe ser reprendido públicamente ante la congregación entera, 1 Timoteo 5:20. Dios quiere hombres de Dios.
Observe 1 Timoteo capítulo 6, y permítame mostrarle. Ese término aparece en la Biblia, hombre de Dios, 1 Timoteo 6:11. Pablo le dice a Timoteo: “Mas tú, oh hombre de Dios”. Ese es un título hermoso, hombre de Dios. ¿Qué significa? Bueno, hay dos lados de un hombre de Dios; uno es negativo, uno es positivo. El lado negativo huye de estas cosas. El lado positivo, ¿qué? Sigue estas cosas. El hombre de Dios huye de ciertas cosas, y en la primera parte del capítulo habla de eso: soberbia, dinero, falta de contentamiento, usando su autoridad para manipular a la gente, etcétera, etcétera. Él huye de esas cosas.
Él sigue, versículo 11: “La justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre, y pelea la buena batalla de la fe”. En el liderazgo de la iglesia, la Biblia dice que debe haber hombres piadosos, líderes piadosos y una pluralidad de ellos, más de uno.
Muy bien, el segundo punto, la segunda cosa necesaria para una iglesia eficaz, y de ninguna manera estamos agotando estas, únicamente presentándolas. Pero el segundo es que la iglesia debe tener metas y objetivos funcionales. Ahora, debemos decir que la palabra funcional, es la palabra más importante. Debemos tener metas y objetivos funcionales. La gente sin metas son personas sin dirección, y si usted no sabe a dónde va, usted no sabe cuándo ha llegado ahí, entonces, no tiene sentido de logro. No podemos ser como el hombre que subió a su caballo y como un loco fue en toda dirección; debe haber algo de dirección en lo que estamos haciendo. ¿Podría imaginarse usted un juego de béisbol sin bases? No tendría mucho sentido, ¿verdad? Usted le pegaría a la pelota y después, no sabría qué hacer. Deben haber metas. Deben haber objetivos claros colocados frente a la gente para que sepan en qué deben concentrarse.
Howard Hendricks dijo: “La razón por la que tantos de nosotros pensamos que estamos bien es porque no sabemos lo que estamos haciendo”. Se deben establecer metas. Ahora, en primer lugar, se deben establecer objetivos bíblicos. Ahora, si fuera yo a preguntarle, ¿cuáles son los objetivos bíblicos de la iglesia?, usted me podría responder. Tengo la confianza de que así sería porque le hemos dicho una y otra, y otra y otra vez. Debemos ganar a gente para Cristo, y debemos llevarlos a la madurez como santos, ¿verdad? Llamamos a eso, evangelismo y edificación, o alcanzar y enseñar, lo que sea. Debemos ganar a personas para Jesús, y debemos llevarlos a la madurez. Tenemos metas como estas: queremos unificar a familias, y evitar el divorcio y tener hogares que estén felices, ¿no es cierto? Queremos preparar a niños en las cosas de Dios, y criarlos para que cuando crezcan, no se alejen. Tenemos muchas metas bíblicas, pero además de las metas bíblicas, debemos tener metas funcionales. Y de esto quiero hablar por un minuto.
Las metas funcionales son peldaños que nos llevan a las bíblicas. No es suficiente decir: “Bueno, ahora, debemos aprender la Palabra de Dios”, y simplemente, lo repites. Debes ir un paso más allá y proveer algunos pasos para llegar a esa meta, ¿verdad? Por ejemplo, si decimos: “Queremos edificar, queremos edificar a la iglesia, queremos hacer madurar a los santos”, lo siguiente que decimos es: “¿Cómo vamos a lograr eso?”. Número uno, yo sé que esto es lo que debo hacer; voy a enseñar la Palabra de Dios desde el púlpito. Ese es un objetivo que es funcional. Yo voy a hacer eso, y eso va a cumplir, en parte, la meta bíblica de la madurez, ¿verdad? No sólo eso, desarrollaremos un sistema de educación. Los llamamos, Seminarios de Preparación Activa Cristiana, en donde la gente puede ir al nivel que, en donde la gente puede llegar al nivel de entendimiento que quieren, y al nivel que piensan que tienen la capacidad de sobrellevar y aprender lo que necesitan aprender. Y, entonces, tenemos un sistema en donde los adultos pueden ir de aquí y allá y aprender conforme piensan que tienen la necesidad de conocer. Además de eso, vamos a desarrollar un Instituto Bíblico Logos para personas que han alcanzado cierto nivel y quieren más conocimiento de la Palabra de Dios. Tendremos clases en la noche. Ahora, tenemos a más personas que están disponibles en el día; y vamos a tenerlos en el día. Estos son objetivos funcionales para alcanzar las metas bíblicas.
No solo eso, sabemos que hay personas que les gustaría reunirse en otros lugares y no venir aquí; y vamos a tener estudios bíblicos. Entonces, me imagino que tenemos unos 50 o 60 ya operando. Tenemos un plan de estudios familiares para los padres y para la familia para suplementar su propia preparación en el hogar. Ese es otro objetivo funcional. Hemos tenido esa meta, hemos querido alcanzar eso, y ahora, la hemos alcanzado. Queremos tener un programa de preparación; lo tenemos. Queremos tener un Logos; lo tenemos. Queremos tener un programa de familia; le damos gracias a Dios porque lo tenemos. Como puede ver, hemos establecido algunas metas funcionales y hemos cumplido esas metas, y tenemos más.
Ahora, a algunas veces establecemos una meta funcional y no siempre la cumplimos, porque algunas veces Dios tiene planes diferentes que nosotros, pero eso es divertido porque entonces cuando algo no funciona, podemos decir que Dios lo hizo. Hay ese gran versículo que debería recordar; es Proverbios 16:9. Dice esto: “El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos”. “El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos”. Vamos a presentar los planes, pero Dios puede desviarnos, pero eso es maravilloso porque esa es su prerrogativa.
Se acuerda usted que el apóstol Pablo en Hechos estaba tratando de ir a Betania, y el Espíritu Santo no lo dejó. Y entonces él dijo: “Muy bien, voy a ir acá”, y el Espíritu Santo tampoco lo dejó ir ahí. Entonces, no pudo ir al norte; él no pudo ir al sur. Él ya había estado en el este; él dijo: “Me imagino que debo ir al oeste”. Él fue al oeste y de pronto, él recibió un llamado, el llamado a Macedonia. Dios cierra algunas cosas que él pensaba que eran objetivos funcionales y lo dirigió a donde Él quería que fuera. Dios está ocupado en cambiar nuestros planes, lo cual es maravilloso; deje que lo haga. Pablo les escribió a los romanos, él dijo: “Voy a venir a ustedes camino a España”. Él estableció algunas metas. Algunos de ustedes se dan cuenta, algunos de ustedes no se dan cuenta, y tienes que someter todos ellos a la dirección de Dios. Pero es importante que usted tenga eso.
Otra meta que tenemos en la iglesia en un sentido bíblico es el evangelismo. Queremos ganar a gente para Cristo, ¿no es cierto? ¿Cómo es que vamos a llegar a eso? Bueno, una manera es predicar la responsabilidad al creyente de evangelizar. Otra manera es ofrecer clases de evangelismo. Otra manera es meter en el boletín, lo que usted ve en esta mañana, periódicamente aparece como una motivación, como una instrucción acerca de cómo ser más eficaz en su evangelismo. Como puede ver, estas son metas funcionales que nos ayudan a alcanzar objetivos bíblicos. La razón por la que tenemos bautizos el miércoles por la noche es para que las personas den un testimonio, y normalmente digo: "¿Quién guio a esta persona a Cristo? ¿Por qué estás aquí?" ¿Me han oído decir eso? “¿Están aquí esta noche? ¿Quién es? Es el señor tal y tal. La razón por la que hago eso, es porque quiero que las otras personas sepan que estas personas están siendo fieles en compartir a Cristo, para que se vuelva una motivación para el resto de nosotros, para que tengamos el gozo de ver a alguien bautizado que llevamos a Cristo. Hay todo tipo de maneras diferentes de llegar a esto. Estos son metas objetivas. Tiene que estar ahí. Usted no solo puede ser nebuloso. Tiene que darle a la gente objetivos y moverlos hacia ellos.
Muy bien, en tercer lugar. La iglesia eficaz también tiene un énfasis fuerte en el discipulado, un énfasis fuerte en el discipulado. Ahora, recuerde estas son cosas que son verdad de cualquier iglesia exitosa en cualquier lugar en Estados Unidos o en cualquier lugar en el mundo. Estas son las cosas que no solo son lo que creo, sino que son las cosas que se ha probado que son factores de éxito. Un énfasis fuerte en el discipulado. Debe haber un esfuerzo concentrado en enseñar a la gente la Palabra de Dios, para llevarlos a la madurez, y todo mundo debe estar involucrado en eso. El pastor que enseña debe perfeccionar a los santos. Los santos deben hacer la obra de ministerio para que el cuerpo sea edificado. Usted puede edificar a la iglesia mediante su ministerio, así como yo estoy edificándolo mediante mi ministerio. Debemos estar involucrados en el proceso de discipular a personas. Pablo le dijo así a Timoteo: “Debemos enseñarle a hombres fieles que sean capaces, que sean aptos – ¿de qué? – de enseñar también a otros”. El ciclo sigue, y sigue y sigue. Los hombres mayores enseñan a los hombres más jóvenes. Las mujeres mayores enseñan a las mujeres más jóvenes. Los hombres más jóvenes, dice en Tito 2, deben ser ejemplos incluso a los que están bajo ellos.
Un cristiano que no está discipulando a alguien es una contradicción. Usted debe estar reproduciéndose. Usted tiene la semilla en germen de la vida para reproducirse plantada en usted, y debe estar operando. Debemos estar reproduciéndonos constantemente a nosotros mismos. Ahora yo veo mi propio ministerio, para darle una ilustración. Veo mi propio ministerio como una serie de círculos. El primer círculo es el grupo personal de personas que me rodean que discipulo; ese es el ministerio primordial. El siguiente círculo serían los ancianos o líderes de la iglesia con los que trabajo. El tercer círculo sería la congregación a la que le predico, y el cuarto círculo sería las vidas de personas que son tocadas por cintas, y libros y conferencias en otras partes. Pero la prioridad de mi ministerio es tomar a algunas personas y hacerlas discípulos. Uno de los grandes gozos de mi vida es darme cuenta de que de los 23 hombres que trabajan aquí en Grace, 22 de ellos han venido de nuestra propia congregación, los ancianos que ministran. No solo los que he discipulado, sino los que ha sido discipulados por otros aquí, y hay más que vienen. Y el proceso continua, y continua y continua. Esto es lo que la iglesia debe enfatizar. Esto no es un púlpito profesional financiado por espectadores laicos. Usted no entra, y deja su moneda y dice: "Muy bien, ya les pagué, háganlo". No.
Un hombre me dice: "¿Cuándo visitas?" Yo dije: "¿Qué quieres decir con eso?" “Bueno, ¿cuándo cumples con tu visitación pastoral?” Yo dije: “Bueno, yo no hago ninguna visitación pastoral”. “¿No? Bueno, ha sido tradicional en la iglesia durante años que las mañanas son para el estudio y todas las tardes son para visitar”. Yo dije: “Bueno, ¿dónde dice eso en la Biblia?” "Bueno, tiene que estar ahí adentro en algún lugar". ¿En dónde dice que debo visitar toda la tarde? Dice algo acerca de visitar. ¿Sabe usted lo que dice? Dice en Santiago: “La religión pura y sin mácula delante de Dios es visitar”. “La religión pura y sin mácula es visitar”. ¿Quién entonces debe estar involucrado en la religión pura y sin mancha? ¿Solo el predicador? Todo mundo. ¿Quién entonces debe visitar? Todo mundo. Visitar no es mi trabajo; es el trabajo de todo mundo. Sabe una cosa, si usted tiene a alguien a quien visitar, visítelos. Si yo tengo a alguien a quien visitar, yo los voy a visitar. Usted visite al alguien que debe visitar, y yo voy a visitar al alguien que debo visitar; y no nos vamos a meter en problemas de esa manera.
No hay sentido en que yo visite a quien usted debe visitar y usted visite a quien yo debo visitar. Usted dice: “¿En algún punto visitas?” Claro. Que cuando alguien pienso que me necesita, cuando hay alguna razón por la que necesito ver a alguien, absolutamente. Pero no creo que soy llamado a ser el visitador oficial. Aquí estoy, soy el visitador, el visitador oficial. Eso no significa tanto para la gente como si alguien que viniera a visitarlos que ellos conocen. Como puede ver, el visitar es la responsabilidad de todo mundo, no solo mía. Y así es con el discipulado. No solo es mi responsabilidad; también es la de usted. No solo es de usted, también es mía. Y no puede estar satisfecho, simplemente poniéndome de pie aquí y hablando todos estos mensajes cada semana; tengo que estar involucrado en hacer lo que les estoy pidiendo que hagan, y eso es discipular a individuos. Y hago eso y me encanta.
Dice usted: “John, cuando discipulas a alguien, ¿cómo lo haces?” Uso tres cosas básicas. Y estos son pensamientos simples. Número uno, es enseñar verdad bíblica. Cuando usted discipula a alguien, una cosa que tiene que hacer es darle algo de información. La palabra discípulo en el griego es μαθητής (mathétés), traduce aprendiz. Ahora, si alguien es un aprendiz, da por sentado que alguien le va a enseñar algo. Entonces eso significa que debe enseñarles a aprendices. Lo primero, es enseñar verdad bíblica. ¿Y cómo lo hago? Bueno, estoy en el proceso de discipular a personas, ¿y qué hago? Les doy libros para que los lean. Conozco áreas que quiero que entiendan. Les doy libros, les doy libros, más, y más libros, más libros. Cintas, les doy cintas. Enseñó desde el púlpito aquí. Siéntese con ellos y enséñele verdades bíblicas. Enséñales a partir de la Palabra de Dios. Estoy discipulando a una persona en particular ahora, y me imagino que está leyendo 50 libros en los últimos seis meses, por lo menos. Y él tiene ahora muchos principios en su mente. Entonces, enseñe contenido bíblico. Ahora esa es un área.
Pero la segunda área es esta: es aplicar la Escritura a la vida. La segunda cosa que usted tiene que hacer es hacer que la Biblia salga de sus páginas y entre en su vida. En otras palabras, tiene que hacerlo práctico. Usted tiene que hacer algo de aplicación, porque a usted le sorprendería cuántas personas pueden aprender principios que nunca se traducen en acciones. Entonces, cuando yo enseño, digo: “Ahora, ¿cómo aplicamos esto a nuestras vidas? ¿Qué es lo que esto significa para usted? ¿Cómo lo relaciona con perder su trabajo, o cómo relaciona esto a un gozo tremendo que está por venir?” A lo que realmente se reduce es a darle a alguien una perspectiva de Dios. En otras palabras, todo lo ven a través de la mente de la Escritura, todo a través de la mente de Dios. Interpretan todo espiritualmente. Interpretan todo desde un punto de vista divino.
Este hombre al que he estado discipulando tenía un problema, estaba en pánico por una situación en el mundo. Ese problema se está disipando, ¿sabe por qué? Él ahora ve el mundo desde los ojos de Dios, no desde el punto de vista de un humano desesperado. Y entonces, de pronto, está diciendo: “¿No es maravilloso lo que está pasando en el mundo? Ve lo que está Dios haciendo”. ¿Lo ve? Entonces, lo que usted está haciendo no es enseñar verdad bíblica, sino traducirla en actitudes de la vida; eso es necesario en el discipulado.
La tercera cosa, y quizás la clave, es resolver problemas bíblicamente. ¿Sabe usted cuándo la gente aprende mejor? Cuando tienen que conocerlo, ¿verdad? Cuando usted vuela en un avión, lo primero que pasa es que se mete al avión y dicen: "Abrochen su cinturón y enderecen sus asientos", y todo eso. “Nos estamos preparando para despegar”. Y después, esta mujer se pone de pie y la voz dice: “¿Sería tan amable de sacar la tarjeta del asiento que está frente a usted y revise las instrucciones de emergencia? En caso de emergencia, si eso pasa, es muy poco probable”, bla, bla, bla. La pequeña máscara de oxígeno va a caer de ahí; usted sabe lo he oído tantas veces. Y la niña hace esto, se lo pone ahí, y apague su cigarrillo, de otras maneras, usted sabe. Y usted pasa por esta pequeña rutina. ¿Y sabes qué? Vi la última vez y nadie pone atención a esta muchacha. Bueno, usted siempre puede darse cuenta de quién está ahí en su primer vuelo. Viendo esa pequeña cosa, ¿lo ve? Pero la gente que han estado ahí, ni siquiera le pone atención. ¿Sabe por qué? Porque no lo necesita.
Pero escuche, si usted viera a la derecha del avión y viera llamas que están saliendo del ala y ella dijera: "Por favor, tome su tarjeta de emergencia", boom, usted tomaría esa tarjeta, y no había suficientes tarjetas, alguien sería pisado. ¿Por qué? Porque usted aprende mejor cuando usted tiene que saber, ¿verdad? Cuando tiene que saber. Y el discipulado se reduce a darle a alguien respuestas bíblicas a los problemas en los que están involucrados. Enseñar a la gente cómo aplicar en crisis. No le puedo decir cuántas veces aquí en el quipo pastoral, normalmente Jerry, creo, entra y dice: “John, tenemos un problema. ¿Qué dice la Biblia de esto?”. Y lo pensamos. ¿Y sabe usted lo que sucede? Cuando llega esa respuesta, eso es realmente aprender. Entonces, tiene que aplicar esa solución. Resolver problemas conforme a la Biblia.
Entonces, trato de enseñar verdad bíblica, trato de darle a la gente una perspectiva bíblica de la vida y trato de usar la Escritura para resolver sus problemas. Eso significa que usted no nada más puede sentarse ahí y darles un discurso. Tiene que conocer suficiente de la Escritura como para darles respuestas cuando las necesitan. Ahora, eso es realmente discipular a alguien, y para eso vivimos. Me estoy esforzando por hacer eso y enseñándole a nuestro equipo a hacer eso; y eso es lo que le están enseñando a otros a hacer, y eso es lo que queremos que hagan. Dice usted: "Bueno, no conozco mucho". Hay alguien en el mundo que no conoce tanto como usted; tiene que haber alguien. Entonces, donde esté, encuéntrenlo, y siéntenlo y hágalo. Qué gozo es ver a sus discípulos madurando y creciendo; es emocionante. Un cristiano sin alguien a quien discipular es una contradicción. Ustedes viven para dar vida; désela a alguien.
En cuarto lugar, una iglesia que es eficaz y exitosa va a tener un énfasis fuerte en penetrar a la comunidad, un énfasis fuerte en penetrar a la comunidad. Ahora, sabemos que debemos alcanzar a la gente para Cristo; obviamente, estamos conscientes de eso. La primera iglesia lo hizo. Hombre, les digo que la primera iglesia en Hechos, literalmente, voltearon de cabeza su comunidad. En primer lugar, 3.000 salvados en Pentecostés y después, comenzaron realmente a moverse, y pasaron por Jerusalén como un incendio. Su iglesia llegó a crecer hasta 20.000 en poco tiempo, y la gente decía: “Han llenado a Jerusalén con su doctrina”. ¿No es eso emocionante? Su mensaje está por toda la ciudad. ¿No debería ser así? ¿No es esa la idea de penetrar en la comunidad? Pero tantos de nosotros, como cristianos, llegamos en nuestro auto, lo más cercano que llegamos a penetrar en la comunidad es llegar a la iglesia, nos metemos, nos salimos de nuestro auto, tenemos un letrero de un pez ahí en la ventana de atrás. Esa es la penetración en la comunidad; eso es todo. Llegamos aquí y decimos: “He cumplido mi deber con Dios”. Tratamos de vivir nuestro testimonio en lugar de hablarlo.
Amigo mío, nadie llegó al cielo porque vivió su testimonio frente de ellos. Tarde o temprano tiene que darles las palabras, ¿verdad? Penetrar en la comunidad, alcanzar a la gente. Como usted sabe, en el libro de los Hechos, todo el crecimiento de la primera iglesia fue cuestión de penetrar en comunidades. No se aislaron. No se sentaron en un rincón y hablaron de doctrina. Salieron y arrasaron con la comunidad. En Hechos 13:44, al siguiente día de reposo en Antioquía, casi la ciudad entera se reunió para oír la Palabra de Dios. Digo, esas personas estaban tan ocupadas que cuando llegó el momento para predicar, la ciudad entera estaba ahí. ¿No sería emocionante? ¡Fabuloso! Eso es típico de la primera iglesia.
Capítulo 14, versículo 1, “Llegaron a Iconio. Fueron a la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que una gran multitud de judíos y griegos creyeron”. Penetraron. Entraron, confrontación. Capítulo 16, lo mismo, versículo 5: “Y las iglesias fueron establecidas en la fe e incrementaban en número diariamente”. Penetraron en la comunidad. Capítulo 17, lo mismo de nuevo. Pablo abrió las Escrituras y razonó con ellos y dijo: “Cristo debe padecer”, y algunos creyeron y hubo una multitud de griegos devotos que fueron salvos. Se comunicaron con su comunidad y la comunidad respondió. Penetración en la comunidad. Esto es característico de toda iglesia exitosa en la historia de las iglesias.
Ahora, usted lo puede hacer en muchas maneras. Usted puede tener todo tipo de programas para hacerlo, y no estoy convencido de que los programas son realmente necesarios, excepto en donde tiene a un grupo de gente no comprometida que no lo haría de otra manera. Creo que el evangelismo es mejor realizado cuando usted simplemente lo hace en el área en donde vive. Nunca olvidaré, y algunas personas enloquecen por programas de evangelismo. Fui a un banquete para hablarle a los obreros de una iglesia y estaban presentando su gran programa para el año. Y fue una especie de futbol americano, habían puesto ahí postes en el auditorio, ahí en el auditorio, y tenían ahí un tablero para marcar el score, y cuando alguien se salvaba, pateaban el balón para que pasara por encima ahí del poste.
Entonces, el domingo, si había 25 personas, bam, bam, bam como puede ver. Tenían todo esto, y cada semana, y tenían cinco o diez páginas de materiales. Estos pobres líderes estaban sentándose ahí, muriendo mientras este hombre estaba pasando página por página. Tenían que hacer llamadas telefónicas. Habían escondido cinco balones de fútbol americano en las casas de cinco familias no salvas. Para motivar a la gente a evangelizar y tratar de encontrar la casa con el balón de futbol americano, porque quien encontrara el balón de futbol americano, ganaba un premio. Y entonces, tenían que hacer eso, y tenían ahí un puesto de hotdogs afuera, hotdogs para la gente que traía gente. Tenían suéteres para los niños que trajeran a tantas personas. Tenían todo tipo de técnicas, humanas. Era increíble. No lo podía creer. La gente tenía que hacer llamadas telefónicas más allá de cualquier requisito normal.
Pero bueno, simplemente me senté ahí sentado, muriéndome la hora entera. Y después, tenía que hablar, entonces hablé. Y el pastor tenía que irse mientras que hablé. Él tenía que ir a algún lugar, entonces se fue y hablé; y después, me fui. Bueno, estaba en mi mente. Pensé: “Esta es la peor manera de evangelizar, darle a la gente motivos como estos”. Ganar a alguien al Señor para que pueda ganarse un suéter, esto es ridículo. Ir y encontrar un balón de fútbol americano en la casa de alguien que no es salvo. ¿Cómo es que esas personas no salvas, se van a sentir? Algún tipo de premio es lo que estaba ahí. Entonces, se me pidió que le hablara a un grupo de unos 150 pastores, y me estaban pidiendo que hablara de lo que yo pensaba que eran las directrices bíblicas para la iglesia. Y dije: “Saben una cosa, tengo una buena ilustración de qué no hacer en el evangelismo”.
Y entonces presenté esto. Sin nombrar a la iglesia y sin ser específico, simplemente la presenté, simplemente lo expliqué. Y me di cuenta de que no había mucha reacción. Y un par de días después recibí una carta, y la carta decía: "Querido reverendo MacArthur, me imagino que, si usted hubiera sabido que yo estaba en esa clase, no habría dicho lo que usted dijo acerca de ese programa. Firma el pastor de la iglesia donde en donde hablé en el banquete”. Ese era su programa, y él estaba ahí y yo no lo sabía. “En segundo lugar, yo sé que usted no habría dicho eso si hubiera sabido que la hora antes de usted había presentado el programa al mismo grupo de pastores”. Hombre, mi corazón comenzó a latir rápidamente.
Bueno, dije: “Señor, realmente tuviste un propósito en hacer todo esto”. Y solo hay una cosa que hacer en una situación así cuando un hermano ha sido ofendido, y es ir a él personalmente. No pude llegar a él, porque no está en esta área, entonces lo llamé por teléfono personalmente. Y le dije: "Hombre, tú me conoces". Le impresionó que le llamara. Y le dije: “Quiero confirmarte mi amor, y quiero decirte que lamento mucho si te ofendí de manera personal y si no fui amable o si en algún sentido no fui apropiado en mi presentación. No fui objetivo. Lo siento tanto. No obstante, también quiero confirmarte que respaldo al 100 por ciento lo que dije y no cambio mi opinión en absoluto”. Bueno, él se rozó un poco, pero aceptó mi disculpa. No sé si podría deshacerse, pero la iglesia no necesita ese tipo de cosas. Como puede ver, si usted trata de motivar a la gente a hacer cosas por motivos egoístas, lo que están haciendo ni siquiera honra a Dios. Eso simplemente es fariseísmo.
No estoy en contra de tener una noche de visitas y salir y ganar a gente para Cristo. No estoy en contra del evangelismo puerta a puerta; eso es maravilloso y tenemos grupos que hacen eso en nuestra iglesia. Y hay otras maneras. Hay evangelismo en las casas, hay estudio bíblico en evangelismo. Hay todo tipo de programas de evangelismo. Hay evangelismo en universidades, y hacemos eso. Tenemos un ministerio extensivo en campus de universidades. Hay todo tipo de cosas. No es necesariamente es que el método es lo mismo, pero estoy de acuerdo, como el autor Hendricks dijo: “Toda iglesia que es exitosa tiene penetración en la comunidad de una manera u otra”. Y le voy a decir una cosa, la mejor manera de hacer eso, es simplemente que muchos cristianos se reproducen. Entonces, no necesita un programa. ¿Qué preferiría tener, una semana de reuniones de avivamiento una vez al año o 365 días al año con una congregación evangelizando? Es obvio, ¿no es cierto?
Una de las razones por las que nunca hemos tenido una reunión de avivamiento, entre comillas, reuniones tradicionales de fuego, infierno y de condenación, de ese tipo de predicaciones, es porque no me gusta reducir a la iglesia a un énfasis de evangelismo una vez al año. Eso debería estar llevándose a cabo todo el tiempo. Es importante que evangelicemos, pero debe ser algo personal que sale de nuestros corazones. Y sabe una cosa, simplemente por curiosidad, muchas personas han venido a Grace en los últimos años, y me interesaría saber de toda esta congregación esta mañana, ¿cuántos de ustedes vienen a Grace de otra iglesia? Levanten su mano. De otra iglesia. ¿No es sorprendente? ¿Cuántos de ustedes han venido no de otra iglesia, sino que esta es la primera iglesia? Ven eso. La mayoría de personas aquí en esta mañana han venido de otra iglesia. Ahora, nos da gusto que están aquí, y yo creo en mi corazón que Dios tiene un propósito en que estén aquí. Me sorprende ver la calidad de liderazgo que Dios ha colocado en este lugar. No sé cómo las otras iglesias lo están haciendo sin ustedes, francamente. Tenemos tanto liderazgo y tanto potencial que lo único que puedo pensar es que Dios tiene algo fantástico en mente para este lugar, y alabo a Dios por cada uno de ustedes.
Piénsenlo. Si tenemos 3.000 personas aquí el domingo por la mañana, el tipo de personas que tenemos, el tipo de personas que ustedes son, ¿piensa que no sería razonable suponer que dentro de un año podríamos tener 9000 personas aquí? Eso significaría que cada uno de nosotros en el próximo año estuviera involucrado en ganar a tres personas para Cristo. ¿Diría que eso está dentro de la esfera de la posibilidad? De lo posible, ¿no sería igualmente una tragedia si el próximo año en este momento solo tuviéramos 3500, 400 de los cuales vinieran de otras iglesias?
Escuche, usted dice: “¿Estás tratando de construir una iglesia grande?” No, señor. Pero le voy a decir una cosa, 3,000 cristianos simplemente haciendo lo que deberían hacer en el evangelismo deberían hacer de este lugar una monstruosidad en un año. Es correcto, ¿no es cierto? Esa es la manera en que debería ser, y yo creo en mi corazón que Dios ha congregado a lo mejor de su pueblo en muchos casos aquí por alguna razón. No sé por qué, fuera de decir que Él quiere hacer algo aquí, algo en su soberanía, que es excepcional y maravilloso. Pero nunca esté satisfecho usted con estar en Grace; ahí no es donde termina. Usted no solo está aquí para sentarse. Usted está aquí para recibir lo que recibe, para salir y reproducirse; y no solo producir convertidos, sino a convertidos maduros. El mundo nunca podría ser igual si tan solo esta congregación se reprodujera cada determinado número de meses. Afectaríamos al mundo, eventualmente, simplemente la matemática de esto. Simplemente, piense, en un año tendremos a 9,000 personas reproduciéndose. Es sorprendente, que así sea.
En quinto lugar, y el último del que voy a hablar esta mañana; vamos a cubrir el resto la próxima vez. El quinto ingrediente en una iglesia exitosa es personas que ministran de manera activa, con iniciativa. Ya hemos tocado esto. Permítame tan solo especificarlo.
Una congregación que ministra de manera activa con iniciativa. Una iglesia en donde la gente contratada hace todo está mal. Debemos equipar a los santos para que hagan la obra del ministerio. Efesios 4:12 dice: “Debemos perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”. El ministerio es su ministerio. Dice usted: "Bueno, ¿qué quieres decir con eso?" Bueno, en Romanos 12, y le voy a señalar un par de versículos. En Romanos 12, versículo 3, nos dice que hemos recibido gracia y fe en cierta medida. Después, en el versículo 6 dice: “Hemos recibido diferentes dones. Algunos de nosotros, el don de profecía, algunos de ministerio, algunos de enseñanza, algunos de exhortación o consejería, algunos el don de dar, el don de liderar, el don de mostrar misericordia.” Ahora, él dice: “En todo caso, si tienen el don, entonces, háganlo. El que tiene el don de profecía, profetice”. Sí tiene usted el don del ministerio, ministre. Si tiene el don de enseñanza, enseñe. Si el don de exhortación, exhorte. Si el don de dar, dé. El don de liderar, hazlo con diligencia. El don de mostrar misericordia, hágalo con gozo. Hasta que la iglesia realmente se dé cuenta de que es un cuerpo en donde todo cuerpo debe funcionar con sus dones, nunca será lo que Dios quiere que sea.
Tenía una ilustración. Cuando me rompí la pierna y tuve cirugía, no podía caminar usando mi pierna derecha, entonces, comencé a caminar con mi pierna izquierda. Y me apoyaba en mi pierna izquierda. Entonces, me lastimé la cadera porque mi pierna izquierda estaba llevando el peso que normalmente lleva mi pierna derecha. Entonces, Sam Briten me dice: “Estás cojeando. Necesitas un bastón. Entonces, conseguí un bastón. El bastón significaba que no debía lastimarme la pierna derecha, y no me lastimaba tampoco mi pierna izquierda, pero lastimaba mi mano. Entonces, traté de evitar el lastimar mi mano y comencé a lastimarme el hombro. Y comencé a darme cuenta de usted no puede compensar una función inactiva en tu cuerpo sin echar a perder lo demás.
Usted conoce la gran historia de Dizzy Dean cuando era pitcher y su carrera al pichar se acabó porque le pegaron en el dedo gordo del pie y hecho a perder su brazo. Dice usted: "¿Espera un minuto?" ¿Cómo? ¿Pegarle al dedo gordo del pie arruinó su brazo?” Es correcto. ¿Sabe por qué? Porque cuando él lazaba la pelota, él y tenía que compensar al voltear su pie de la manera equivocada, no podía usar su cuerpo tanto para lanzar la pelota, y extendía demás su brazo, y arruinó su brazo. Y ese fue el final de su carrera. Y es verdad en el sentido espiritual en la iglesia, en donde hay miembros que no funcionan en algún en el lugar en el cuerpo, el cuerpo está doliéndose. Y tratar y siempre compensar siempre no funciona. Debe existir la totalidad del ministerio con los santos haciendo las cosas que Dios los ha datado para que las hagan.
Un hombre me dijo anoche, él dijo: "John, solo quiero saber cuáles son mis dones para que pueda ocuparme y servir al Señor en el lugar donde él quiere esté". Esa es una buena pregunta, ¿no es cierto? “¿Cómo puedo conocer mis dones?” él dijo. No quiero reclutar a personas para que estén a cargo de programas; queremos madurar a santos que harán sus ministerios. Podría sentarme atrás de mi escritorio y podría decir: “Muy bien, tengo un gran programa aquí para cumplir cierta meta. Hombre, necesito 49 de estos”. Y tengo muchos comités, y comités y podemos tener este programa. Y ahora veamos, tengo que tener gente. Veamos, necesito un presidente, un vicepresidente, un secretario, ¿se da cuenta?
Después, yo vendría a usted y diría: "Oye, ¿sabes que Dios ha colocado en mi corazón…?" Y automáticamente, usted diría: “¡Oh, no!. Eso no es de él, es de Dios, ahora estoy en problemas”. "Sabe una cosa, tengo un fuerte sentido de esto, ¿me ayudarías con esto?" ¿Sabe usted lo que va a hacer en la mayoría de los casos? Sí ¿Sabe por qué? Porque quiere ser espiritual y probablemente, quiere mostrar que usted se preocupa por mí, y usted no quiere ser indiferente a lo que Dios quiere. Y sabe usted lo que estás diciendo en su mente: “Esta, está loco. ¿Por qué me lo encontré en el patio? ¿Cómo es que yo recibí tanto?" Y después se va a casa y dice: “Tengo que ir a esa junta de comité mañana por la noche. Voy a ir." ¿Ve usted lo que pasa? Usted no quiere ir, y entonces, sabe usted lo que pasa unas cuantas semanas después… usted ya no está motivado, y me tengo que levantar, y tengo que empujarlo otra vez o encontrar a alguien más que tome su lugar.
Hablo con pastor, tras pastor, tras pastor que están desanimados porque sus programas no funcionan. ¿Sabe usted lo que decidí hace mucho tiempo atrás? No hay programas. Simplemente, perfeccionar a los santos y que ellos los desarrollen. Y entonces, van a tener la motivación interna para cumplirlos. Es correcto. Así es, la gente me dice: "Bueno, ¿sabes qué? Necesitamos esto en nuestra iglesia". Le digo: “Muy bien, crees que así debe ser, hazlo”. Sabe usted que eso pasó hace unos cuantos años atrás, y finalmente, nadie me dijo nada a menos de que estuvieran hablando muy en serio. Es el ministerio de los santos lo que estamos buscando. No queremos empujarlos a hacer algo por motivación, por obligación legal, a hacer algo para lo que usted realmente no está motivado o dotado para hacerlo. Queremos que usted se desarrolle en línea con lo que el Espíritu lo ha dotado que haga. Busque su propio ministerio. Una congregación activa, con iniciativa que ministra produce una iglesia exitosa. Bueno, vamos a cubrir el resto la próxima vez; Oremos.
Padre, gracias por el tiempo esta mañana y por considerar estas directrices tan importantes para una iglesia exitosa. Gracias por el gozo de servirte en este lugar, en donde tu bendición ha sido tan abundante, tan generosa, tan libre. Te damos gracias por estas personas preciadas que Tú has traído. Señor, sabemos que Tú has traído a estas personas aquí por una razón. Este grupo enorme, esta multitud de personas, podría revolucionar absolutamente esta parte del mundo. Oh, Dios, oramos porque todo el potencial que está aquí se liberado para alcanzar, y enseñar y cumplir aquello que Tú deseas. Por causa de Cristo, oramos. Amén.
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