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Regresamos esta mañana a 2 Corintios, capítulo 6, y a este principio elemental, tremendo que el apóstol Pablo, ha establecido en las palabras: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos”. Una frase muy conocida, por cierto. Un mandato muy conocido y uno que ciertamente ha sido citado ampliamente entre cristianos; pero con frecuencia malentendido y con más frecuencia, violado hasta causar daño en los creyentes en la iglesia.

Aquí hay una de esas doctrinas de cimiento. Una de esas piedras angulares para la vida cristiana y el ministerio que es absolutamente esencial. Ahora, quiero que regresemos a este texto y quiero volverlo a leer porque quiero colocarlo en su mente. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo, ‘Habitaré y andaré entre ellos y seré su Dios y ellos serán mi pueblo’. Por lo cual, salid de en medio de ellos y apartaos—dice el Señor—y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todo Poderoso.

“Así que amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.

Ahora, como señalé la última vez, este pasaje identifica dos mundos opuestos. La terminología es clara. Uno de esos mundos es marcado por la justicia, la luz, Cristo, los creyentes y la presencia de Dios. El otro es marcado por la impiedad, las tinieblas, Satanás, los incrédulos y la presencia de dioses falsos. Y estos dos mundos son totalmente diferentes y distintos a tal grado que se excluyen entre sí. No pueden trabajar juntos en una asociación en común. No pueden tener comunión. No están en armonía uno con el otro. Uno es antiguo. Otro es nuevo. Uno es terrenal. El otro es celestial. Uno es mortal. El otro da vida. Uno es impío. El otro es santo. Uno está edificado sobre mentiras. El otro es todo verdad. Uno perece y el otro vive eternamente.

Pablo, entonces, está presentando de manera clara que los creyentes no pueden vivir en ambos mundos. Ciertamente, Juan dijo esto en su primera epístola, 1 Juan, cuando él identificó de manera clara esta diferencia entre los dos mundos con estas palabras conocidas: “No améis el mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.

Mundos que se excluyen entre sí. Usted no puede estar en ambos al mismo tiempo. Después, en Santiago, leemos en el capítulo 4 en el versículo 4: “Oh almas adúlteras, no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios. Por tanto, todo aquel que quiere ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios”. Y más adelante, en el versículo 8 él dice: “Limpiaos las manos vosotros pecadores y purificad vuestros corazones vosotros los de doble ánimo”. La gente tratando de vivir en dos mundos diferentes.

En Romanos capítulo 12, claro ese pasaje tan, tan conocido que comienza la parte de exhortación de Romanos: “Os ruego hermanos por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional y no os conforméis a este siglo”. Sepárense de manera total.

Cuando una persona se vuelve un creyente, es transportado de un mundo a otro; e ir de un lado a otro es absolutamente inaceptable. Y eso es precisamente lo que los corintios estaban tratando de hacer. Habiendo nombrado el nombre de Cristo, habiéndose identificado con Él, entrado a la iglesia, todavía se estaban aferrando a su propia idolatría, a sus caminos paganos antiguos. Habían salido de la idolatría para venir a Cristo, como dice en 1 Tesalonicenses: “Habían venido para servir al Dios vivo y verdadero de los ídolos, pero no se habían separado totalmente”.

Habían sido atraídos de regreso a la idolatría antigua, de regreso a la cultura pagana antigua porque estaba por todos lados y era tan dominante y estaba tan clara y tan integrada en la médula de su vida; su vida familiar, su vida social, su vida de comunidad. Corinto estaba dominado por encima de la ciudad por una acrópolis, una montaña alta en la parte de arriba en la que estaba el templo a las deidades falsas que se involucraban en rituales paganos de adoración y prostitución de sacerdotisas. Este templo no solo era el centro de esa religión, sino que de ahí se diseminaban sus puntos de vista religiosos e ideologías por toda la cultura entera de Corinto. Era parte de todo en la vida. Días de asueto, festivales, celebraciones y demás. Y era una atracción constante para los corintios caer de regreso a esos patrones antiguos. Y cayeron.

Además, los falsos maestros habían entrado y habían traído un sincretismo cuasi-cristiano y una religión ecléctica que tomaba del cristianismo un poco de legalismo judaico y algo de religión pagana, y lo fundía todo y lo ofrecía como la verdad. Y esa concesión se había infiltrado en la iglesia corintia y había encontrado una audiencia. Y algunos de ellos estaban escuchando, y creyendo y aceptándolo. Como puede ver, los falsos maestros querían hacer del cristianismo más popular, menos demandante, menos distinto, menos estrecho, menos ofensivo, menos diferente, menos exclusivo, para que pudieran conseguir a más personas, para que pudieran obtener más dinero, lo cual siempre es lo que los falsos maestros quieren.

Y entonces, aquí está la iglesia corintia, nueva y fresca y siendo atacada por la religión pagana que la rodeaba. No podía usted separar la vida social de la religión. No podía separar la vida histórica de esa ciudad en términos de sus patrones de la religión, y esa ciudad se volvió la ciudad que llevaba todas las señales de la religión, que se movía en su crecimiento. Era un sistema pagano abierto hasta la médula misma.

Y era difícil distinguir, estar involucrado en toda la vida de la cultura, estar involucrado en el paganismo a menos de que usted se separara de manera total. Los corintios no lo hicieron. Y como dije, después, añada a eso la confusión de los falsos maestros y usted puede entender por qué Pablo les dice: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos”. Es muy parecido al cristianismo moderno en la actualidad, por cierto, que busca mezclar el cristianismo con la cultura popular. Quiere hacer que el cristianismo sea más popular, menos diferente, más apetecible, menos ofensivo o menos estrecho, menos exclusivo. El resultado de esto es que el cristianismo verdadero y la pureza de la palabra de Dios se corrompe mediante la concesión y la iglesia se puede volver inútil, y vergonzosa y blasfema al burlarse de la verdad.

Para los creyentes no puede haber concesiones, no podemos involucrarnos con los incrédulos en ninguna asociación espiritual. Ese es el punto. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos. Ese es el mandato que echa a andar este texto. Y es un llamado inequívoco a los creyentes a separarse de los incrédulos. Nadie podría perder de vista lo que eso está diciendo. La pregunta es qué significa. Y como dije la última vez, es esencial entender lo que significa. Pero, en primer lugar, lo que no significa.

Pablo no está diciendo: “Corten todo contacto con los no cristianos”. Él no está diciendo eso porque tenemos que alcanzarlos con el evangelio. Ese no es el punto. Él no está diciendo, no evangelicen a los no convertidos, no confronten a la gente en las religiones falsas, no está diciendo eso. Debemos hacer eso.

En segundo lugar, él no está llamando a un aislamiento completo por parte de la iglesia. No debemos aislarnos, no debemos ser monjes, no debemos irnos a esconder a algún lugar y apartarnos del mundo. Lo opuesto. Debemos encontrar incrédulos, llamarlos y ser su amigo y darles un ejemplo de modelo espiritual. Además, él no está diciendo “deben divorciarse de su cónyuge, no salvo o cortar todo contacto con el no salvo” todo contacto, debería decir con la gente no salva en su familia.

Además, él no está diciendo que usted no puede trabajar o jugar o estar en negocios o estar involucrado en un asunto terrenal en común con los incrédulos. Él no está diciendo eso, claro que puede. Lo que él está diciendo: “No puede unirse con incrédulos en causas religiosas o asociaciones religiosas. No puede ir a su adoración y volverse parte de ella. No puede hacerlos parte del Reino de Dios, no puede involucrarlos en algo que involucre ministerio, enseñanza o adoración”.

En donde hay ministerio, enseñanza y adoración debe haber una separación absoluta. Entonces, él se está refiriendo, de hecho, a unir a creyentes e incrédulos en cualquier asociación espiritual, religiosa en común. Los dos no pueden unirse más de lo que un buey y un asno pueden jalar derecho un yugo como en Deuteronomio 22:10 lo prohíbe. Pero eso es precisamente lo que los corintios estaban haciendo, estaban asistiendo a las fiestas que estaban involucradas con ídolos y estaban tratando todavía de ser amigos del mundo y en sus familias y en su sociedad al asistir y a involucrarse en festivales de ídolos. Y dicha concesión es intolerable. Al mismo tiempo, habían invitado a la iglesia formas de religión pagana y eso era intolerable por igual. No puede haber armonía, no puede haber comunión ni asociación ni participación entre creyentes e incrédulos en ninguna sociedad religiosa.

Ese es el punto. La religión pagana, la enseñanza falsa, arruina a aquellos que la escuchan. Lleva a la impiedad. Se esparce como gangrena y trastorna la fe de la gente. Pablo dirigió todo eso a Timoteo y le advirtió para advertirle a la iglesia. El punto entonces es cooperación religiosa, concesiones religiosas con falsos maestros y con la herejía y el error. No podemos tener nada que ver con la gente involucrada en eso cuando está involucrada así. Y no podemos permitirles que se asocien en algo que tenga que ver con la extensión del Reino de Dios.

Sin embargo, a lo largo de los años la iglesia continúa haciendo esto. Algunas veces es llamado evangelismo cooperativo, en donde un evangelista viene una ciudad y unen a cristianos y no cristianos, a aquellos que cree en la palabra de Dios y esos liberales que niegan abiertamente la Palabra de Dios en una asociación evangelística en común. Esto está en violación directa con lo que este texto está enseñando.

Sucede todo el tiempo en esfuerzos en común en el evangelismo. Sucede en instituciones educativas en donde esas instituciones que dicen ser cristianas en su facultad tienen a personas que creen la palabra de Dios, aquellos que han nacido de nuevo y aquellos que no. Y están unidos de manera ilegítima en un esfuerzo espiritual en común para el daño de la iglesia. Debilitan a los creyentes y proveen certeza falsa a los incrédulos. Los cristianos verdaderos deben separarse de los incrédulos en asuntos relacionados al ministerio, enseñanza y adoración. Y cuando digo enseñanza, estoy hablando de enseñanza que se relaciona con Dios y Su verdad.

Entonces Pablo, fíjese al principio, y eso, por cierto, fue un repaso breve del primer mensaje, pero en respuesta a ese principio inicial, él nos da 5 razones, o 5 motivos para seguir este mandato. Y quiero abordar esos motivos desde una perspectiva negativa. Estar unido con incrédulos en cualquier esfuerzo espiritual es, número 1, irracional. Irracional. El punto que Pablo está presentando aquí es de congruencia. Es uno de razón simple. Y para presentar este punto de lo irracional que es un esfuerzo en común como ese, él hace cuatro preguntas retóricas, cada una de las cuales demanda una respuesta negativa. Aquí vienen. Versículo 14: “Porque, ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial o Satanás? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?”

Y la respuesta a esas es negativa. La justicia, la inmundicia, no tienen comunión. La luz y las tinieblas no tienen comunión. Cristo y Satanás no tienen armonía, y un creyente y un incrédulo no tienen nada en común en la esfera espiritual. Eso es axiomático. Un axioma es una verdad autoevidente que no necesita prueba. Y eso es obvio. Es obvio que usted no puede hacer que los opuestos sean iguales. Y todos esos son opuestos. Esas cuatro preguntas retóricas colocan lo irracional que es que los cristianos y los paganos trabajen juntos en algún esfuerzo espiritual, involucrándose en alguna adoración o involucrándose en la diseminación de supuestamente verdad divina.

Veamos cada pregunta de manera breve. Pregunta número 1. Porque, ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? Compañerismo es μετοχή (metoque), es el único lugar que es usado en el Nuevo Testamento. Realmente es un sinónimo de la palabra κοινωνία (koinonía), la cual significa comunión. Significa compartir algo en común. El involucramiento en común en un esfuerzo común. Y obviamente, la justicia y la inmundicia no pueden unir las manos en el mismo esfuerzo.

La justicia es aquello que agrada y honra a Dios. La injusticia es aquello que desagrada y deshonra a Dios. La justicia es hacer lo que es correcto. La injusticia es hacer lo que es equivocado. Los creyentes son clasificados en la Biblia como justos. La justicia de Cristo nos ha sido imputada. Aprendimos eso ahí atrás, en el capítulo 5, versículo 21, para que fuésemos hechos, justicia de Dios, en Él, en Cristo, Dios nos ha cubierto con la justicia de Cristo, lo cual incluye el perdón de pecados. Por otro lado, los incrédulos son injustos, sus pecados no son perdonados. No hay asociación posible para esas dos categorías tan opuestas.

¿Qué hay acerca de los incrédulos? ¿En qué sentido son injustos? Bueno, simplemente significa que no viven conforme a la ley de Dios. La violan, se rebelan contra ella y la desobedecen. Y la Biblia caracteriza a los incrédulos como injustos. Van a ser condenados al castigo eterno porque son injustos, porque violan la ley de Dios y no hay cura posible para esa violación, porque no vienen al Salvador, el único que provee perdón. Entonces mueren, como Jesús dijo, en sus pecados, y son castigados eternamente.

Jesús los clasifica de esa manera. Por ejemplo, en Mateo 7:23. Él le dice: “Aquellos que dicen conocerlo nunca os conocí apartaos de mí”. Y aquí está su caracterización de aquellos que van a ser juzgados: “Vosotros que practicáis maldad”. El patrón de su vida es una violación de la ley de Dios, del mandato de Dios, de la voluntad de Dios y la Palabra de Dios, que es continuo, constante, ininterrumpido. En Mateo 3, en el versículo 41 de nuevo, tenemos una escena de juicio en una parábola que Jesús está enseñando. Y Él dice: “El hijo del hombre enviará a sus ángeles. Sacarán de su reino—versículo 41—a todas las piedras de tropiezo y aquellos que cometen maldad, injusticia y los echará al horno de fuego. En ese lugar habrá lloro y crujir de dientes”.

De nuevo, esos son aquellos que están dirigiéndose al juicio eterno, son descritos como los injustos. En el capítulo 23 de Mateo, de nuevo, Jesús está dirigiendo Sus palabras a los fariseos, porque son hipócritas y los escribas. Él dice: “Vosotros—versículo 27—sois como sepulcros blanqueados, que por fuera se ven bien, hermosos, pero adentro están llenos de huesos de hombres muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros aparecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de injusticia”. Injusticia. Es injusticia lo que condena. Es injusticia. Es dicho de Jesús en Hebreos 1:9, “Que él amó la justicia y odió la injusticia”.

Los incrédulos entonces están condenados, porque sin importar lo que dicen, lo que digan o no digan, “Señor, Señor” o lo que sea, son injustos. Esa es la característica distintiva del patrón de sus vidas. Es una violación de la Ley de Dios que es continua e incesante.

Por otro lado, están los justos. Para quienes la obediencia a la Ley de Dios es el patrón de vida. Ciertamente, en 1 Juan eso se presenta de manera abundantemente clara. Primera de Juan capítulo 3 en el versículo 4: “Todo aquel que practica pecado también practica injusticia y el pecado es injusticia o transgresión de la ley”. Pero versículo 10: “Por esto, los hijos de Dios y los hijos del diablo se manifiestan, si alguno no practica justicia, no es de Dios ni el que no ama a su hermano”. Una persona injusta viola la ley de Dios. Ese es un incrédulo. Versículo 7: “Hijitos míos, ninguno os engañe. El que practica justicia es justo.”

Entonces, por un lado, tiene aquellos cuyo patrón de vida es la práctica de la impiedad. Por otro lado, aquellos cuyo patrón de vida es la práctica de la justicia. No tienen comunión, no tienen comunión. Hemos recibido una justicia imputada. Y después, debido a que somos una nueva criatura, la regeneración y el nuevo nacimiento, se nos ha dado una nueva disposición y una nueva naturaleza que ama la ley de Dios y desea seguir y obedecer esa ley y odia el pecado. Somos los justos y ellos son los injustos. No podemos estar involucrados en un esfuerzo en común.

De hecho, en Tito, Pablo dice que el Señor mismo al salvarnos ha tomado un pueblo. Los ha redimido de toda injusticia y los ha purificado para Sí mismo y los ha hecho celosos por la justicia. No hay armonía. Aquellos a quienes se les han perdonado los pecados no pueden asociarse con aquellos que no. Aquellos cuya pasión es la justicia no pueden asociarse con aquellos cuya pasión es la injusticia en algún esfuerzo espiritual en común, y no en la ayuda a Dios. No es una manera inteligente de alcanzar sus propósitos. Es una violación de su Palabra. Como él dice en la primera epístola de Pablo a los corintios, “No pueden estar en la mesa de los demonios y en la mesa del Señor”. No pueden ir a ambas.

Ahora, hay puntos de contacto. Admito eso, pero no hay comunión en ningún esfuerzo espiritual y eso incluiría el matrimonio. Por cierto, simplemente como comentario al margen, debido a que el matrimonio para un creyente es un esfuerzo muy espiritual, según Efesios, capítulo 5 es una demostración de la relación de Cristo con Su iglesia.

Segunda pregunta retórica: “¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” Ahora, usted no tiene que ser muy inteligente para entender que esas se excluyen entre sí. En donde usted tiene luz, no tiene oscuridad. Donde tiene oscuridad, no tiene luz. Este es un contraste bíblico común. Jesús lo usó varias veces; y en particular en el evangelio de Juan. Uno conocido en el capítulo 8, en el versículo 12, Jesús hace una distinción muy clara: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. La luz se refiere a la justicia, la oscuridad se refiere a la injusticia. Se excluyen entre sí. Nada es más incompatible que la luz y la oscuridad. Uno disipa al otro. En Hechos 26, cuando Pablo fue comisionado y llamado al ministerio, se le dijo que iba a traer una luz y abrir los ojos de los gentiles para que pudieran ver la luz.

Efesios 5 habla de eso, del Reino de la luz. Colosenses 1: “Hemos sido sacados del reino de las tinieblas y llevados al Reino de su amado hijo, el cual es un reino de luz”. Pedro incluso habla de este reino maravilloso, este reino de luz. Dice en 1 Pedro 2:9 que Él nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Primera de Juan 1 dice: “Andamos en luz y no en tinieblas”. No hay comunión, se excluyen entre sí. Digo, eso es obvio.

Ahora, esas dos preguntas entonces tienen que ver con nuestra naturaleza. Los creyentes son justos, y andamos en la luz. Los incrédulos son injustos y andan en las tinieblas. Hay una incompatibilidad muy natural. Somos tan totalmente diferentes. No puede haber una intimidad en común en la esfera de lo espiritual. Ninguna. Cualquier intento por unirse en una denominación, cualquier intento por unirse en una asociación, cualquier intento por unirse en algún tipo de un ministerio de evangelismo, un ministerio en un campo es una cruzada, cualquier tipo de evento así, un intento por asociarse en algo escolar, un ambiente educativo y, supuestamente, poder moverse en común hacia una meta es ridículo. Cualquier intento por tener comunión en la vida espiritual, en común con incrédulos es ridículo. Daña y reafirma de manera falsa a un incrédulo.

Ahora, conforme él pasa a la tercera pregunta retórica, él pasa de la diferencia en nuestra naturaleza, justicia y luz en contraste a la injusticia y las tinieblas a la diferencia de nuestros líderes. Y su pregunta en el versículo 15 es: ¿y qué concordia Cristo con Belial? Y ahora, pasamos a la idea del poder personal, el líder personal en cada reino. Y créame, hay un antagonismo absoluto, fundamental, eterno al nivel más alto del reino de la luz y la justicia en contraste a las tinieblas y a la injusticia, y esa es la diferencia entre Cristo y Satanás. Y no se están involucrando en ningún esfuerzo en común. Todo lo que el Señor Jesucristo hace, Satanás lo quiere prevenir. Todo lo que Satanás quiere hacer, Cristo lo juzgará. Cristo no tiene comunión, no tiene asociación, nada en común con Satanás. Y usted tiene que entender que un incrédulo—Juan 8:44—es un hijo del diablo y un creyente es un hijo de Dios y los dos no pueden trabajar juntos. Esa es la razón por la que Pablo les dijo: “No pueden ir a la mesa de los demonios y después venir a la mesa del Señor”. No pueden ir a alguna fiesta de ídolos, y sentarse ahí y adorar un ídolo.

Dense cuenta—versículo 20 de 1 Corintios 10—que las cosas que los gentiles sacrifican, las sacrifican a los demonios y no quiero que se vuelvan partícipes con los demonios. No pueden involucrarse en ninguna forma falsa de religión. Esa es una concesión. La luz no tiene comunión con las tinieblas, la justicia no tiene comunión con la injusticia. Y Cristo no tiene armonía con Belial.

Por cierto, la palabra armonía, συμφώνησις (sunfonesis), de la cual obtenemos sinfonía. No es tan solo un término musical, significa unirse en una causa en común. Belial es un término antiguo usado para Satanás. Algunas veces es traducido con una R al final. Beliar viene de tiempos antiguos. Es usado en el Antiguo Testamento en varios lugares con la frase hijos de Belial, que son hombres vanos en el período intertestamental. En los rollos del Mar Muerto encontramos el término Belial usado para referirse a Satanás, quien es el que no tiene valor en absoluto. Es un buen título para él, el que no tiene valor en contraste a Cristo, quien es el Digno. No puede haber comunión entre el Digno y el que es absolutamente sin valor, indigno.

Esa frase para Satanás es apropiada, especialmente en este tipo de contraste. Por cierto, es el único lugar en el que es usado en el Nuevo Testamento. Él es el que no vale nada, el indigno definitivo, quien será arrojado a un montón de basura en el infierno. Él no puede estar en armonía con el que es absolutamente digno, quien es exaltado en el cielo de cielos. Y los incrédulos, lo que es triste decirlo, son los hijos de Satanás, viven, según el príncipe de la potestad del aire —Efesios 2:2— según el espíritu que opera en ellos, que son llamados hijos de desobediencia. Son injustos súbditos desobedientes de Satanás, que andan en un reino de las tinieblas. No hay armonía.

Y observe que Satanás se disfraza a sí mismo. Le recuerdo 2 Corintios 11 de nuevo. Se disfraza como ángel de luz, trabaja en la religión falsa, sus mensajeros se disfrazan como ángeles de luz. Él se arrastra y se mete al atuendo religioso y trata de perpetrar sus religiones y arrastra a creyentes en concesiones con esas religiones falsas. No me importa de qué está hablando. Mormones, sea que esté hablando de Testigos de Jehová, católicos romanos o lo que sea, cualquier otra herejía y errores que estén abundando. No puede tener comunión con esas personas en una asociación o esfuerzo espiritual en común.

La cuarta pregunta retórica al final del versículo 15 regresa en cierta manera para cubrir todo: “¿O qué parte el creyente con el incrédulo?” Dicho de otra manera, ¿qué tiene la fe que ver con la no fe? Por definición misma, se excluyen entre sí. Si usted cree esto y no cree esto, entonces no hay punto en común. Porque creer en el evangelio y la palabra de Dios es una fe que domina la vida de manera total. Los fieles y los infieles no tienen nada en común. Sus ideologías se excluyen entre sí. Ningún esfuerzo espiritual puede buscarse con miras a que tenga éxito que involucre una mezcla así.

Amós 3:3, da el mismo axioma: “¿Cómo pueden dos caminar a menos de que se pongan de acuerdo?” Nuestras creencias, todas ellas, nuestros valores, nuestros principios, nuestros motivos como cristianos son totalmente opuestos a todos los valores, principios, creencias y motivos de los no convertidos. Podemos jugar juntos, trabajar juntos, socializar, construir juntos, estudiar juntos, pero tan pronto como nos movemos o metemos a la adoración y al ministerio en la enseñanza de la verdad divina, eso se vuelve totalmente imposible.

Es triste pensarlo, las iglesias están llenas de incrédulos y este intento se lleva a cabo todo el tiempo para hacer este tipo de asociación entre creyente e incrédulo. Hacer que esto funcione es una abominación para Dios. Es ineficaz, es desastrosa. Me acuerdo que un pastor me dijo en una ocasión, él se dio cuenta de lo que estaba mal en su iglesia. La mitad de su consejo era salvo y la otra mitad no era salvo. No me puedo imaginar un escenario peor que ese. Entonces, en primer lugar, es irracional intentar el estar unidos en yugo desigual con los incrédulos. Debería ser obvio para cualquier persona que puede pensar que esto es algo imposible de hacer; unir estas dos esferas.

En segundo lugar, y estamos ascendiendo aquí un paso más, no solo es irracional, que los creyentes se unan con los incrédulos, sino que es sacrilegio. Es sacrilegio y únicamente voy a cubrir este punto esta mañana y le voy a dar los que quedan la próxima vez. Es sacrilegio. Vea el versículo 16. Aquí está la quinta pregunta retórica, pero presenta el segundo punto: “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: ‘Habitaré y andaré entre ellos y seré su Dios y ellos serán mi pueblo’”.

El punto aquí es un punto de sacrilegio. Toda la religión falsa es adoración de demonios. Escuche, ahora recuerde que un ídolo no es nada. Usted puede tallar un ídolo de la madera. Usted puede hacer un ídolo de una piedra. Usted puede hacer un ídolo de plata. Puede hacer un ídolo de oro. Usted puede hacer lo que quiera para pintar uno en una pared. Usted puede formar uno del mármol, lo que sea. Cuando acaba, no es nada, pero la religión y la ideología que representa es la enseñanza de demonios. Son mentiras del infierno. Son las doctrinas de demonios, que vienen espíritus engañadores.

Entonces, lo que sucede es que los demonios representan al ídolo y usted adora a un demonio en el ídolo, aunque no lo sabe, es un demonio el que crea la religión, que conduce la relación con el adorador, es comunión con demonios. Y cuando usted va a la mesa, usted va a la mesa de demonios. Y cuando usted va al ídolo, usted adora a un demonio. Todos los dioses de las naciones son demonios, el Antiguo Testamento dice. Porque los demonios, los demonios, representan a los ídolos que los hombres crean bajo su estímulo. ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? La respuesta: Ninguno, ninguno.

Usted no puede mezclar la adoración a demonios y la adoración de Dios. No puede ser mezclada. El cristianismo está totalmente separado de toda forma de idolatría. No hay esperanza de que haya algo en común. Ahora, este es un asunto muy, muy importante. Vaya en su Biblia por un momento y probablemente no vamos a avanzar muy lejos, pero quiero dirigirlo a 2 Reyes, capítulo 21, y después a uno o dos pasajes del Antiguo Testamento y vamos a presentar el punto.

Segundo de Reyes 21, versículo 1: “De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén 55 años. El nombre de su madre fue Hepsiba. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel.” ¿Qué hizo? ¿Cuáles fueron las abominaciones de las naciones que solían estar en la tierra? Idolatría. ¿Y qué hizo? Trajo de regreso toda la idolatría.

Trajo de regreso todas las abominaciones que el Señor había hecho a un lado, porque volvió a edificar los lugares altos que Ezequiel, su padre, había derribado y levantó altares a Baal e hizo una imagen de Asera. Esa es una estatua de una deidad femenina. Como había hecho Acab, rey de Israel, y adoró a todo el ejército de los cielos y rindió culto a aquellas cosas. Así mismo edificó altares en la Casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: “Yo pondré mi nombre en Jerusalén”. ¿Puede imaginarse esto? Él colocó altares en el templo. Él levantó altares a dioses falsos en el templo en Jerusalén en donde Dios dijo “pondré mi nombre”. “Y edificó altares—versículo 5—para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la Casa de Jehová”.

Ahí, en el patio del templo, él construyó altares a dioses falsos. Y pasó a su hijo por fuego. Y la adoración de Moloch, que involucraba sacrificio de bebés en el fuego. Él hizo eso. “Y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira. Y puso una imagen de Asera que él había hecho en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomón, su hijo: ‘Yo pondré mi nombre para siempre en esta casa y en Jerusalén a la cual escogí de todas las tribus de Israel’”.

Lo colocó en el templo. Ídolos en el templo. Ahí, en el versículo 9: “Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel”. Sabe una cosa, eran peores idólatras que las naciones que Dios destruyó. Y versículo 10: “Habló, pues Jehová por medio de sus siervos, los profetas, diciendo por cuanto Manasés, rey de Judá, ha hecho estas abominaciones y ha hecho más mal que todo lo que hicieron los amorreos que fueron antes de él y también ha hecho pecar a Judá con sus ídolos. Por tanto, así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: He aquí, Yo traigo tal mal sobre Jerusalén y sobre Judá, que al que lo oyere le retiñirán ambos oídos y extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y la plomada de la casa de Acab—eso es medirla para destrucción—Y limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato que se friega y se vuelve boca abajo. Y desampararé el resto de mi heredad y lo entregaré en manos de sus enemigos. Y serán para presa y despojo de todos sus adversarios, por cuanto han hecho lo malo ante mis ojos y me han provocado a ira desde el día que sus padres salieron de Egipto hasta hoy.”

Hay una cosa que Dios no va a tolerar y es esta. Ídolos en su templo. Ídolos en su templo. La afrenta definitiva, el insulto definitivo, la blasfemia definitiva hacia Dios, no puede traer un ídolo al templo de Dios. Ni puede usted llevar a Dios a un templo de ídolos. Esa es la razón por la que ustedes corintios no pueden ir a los festivales de ídolos, no pueden llevarse a sí mismos que son el templo de Dios, a un templo de ídolos, así como no pueden traer un ídolo al templo de Dios.

Una ilustración más y, de hecho, esta es una ilustración sorprendente y profundamente interesante. Primero de Samuel capítulo 4. Primero de Samuel, capítulo 4, los israelitas están peleando contra los filisteos en el versículo dos y los filisteos presentaron la batalla a Israel y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a cuatro mil hombres. Los filisteos fueron victoriosos, los filisteos, por cierto, es el nombre antiguo de Palestina.

Eran la gente que estaban ahí cuando Israel llegó a la tierra; gente pagana, idólatra. Se involucraron en muchas batallas. Aquí es una en la que Israel perdió cuatro mil de sus hombres -están muertos en el campo de batalla. En el versículo 3, su respuesta: “Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron, ¿por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos?” No entendemos esto, debemos ser el pueblo de la promesa, la tierra supuestamente debe ser nuestra. ¿Por qué perdimos? Obviamente, estaban involucrados en pecado. Entonce,s decidieron que iban a arreglar su problema de manera muy simple. Traigamos a nosotros de Silo el Arca del Pacto de Jehová para que, viniendo entre nosotros, nos salve de la mano de nuestros enemigos.

Aquí está su plan. El Arca del Pacto, que era esa pequeña caja con los palos que tenía en los costados y los querubines en las esquinas, a los lados frente a frente, que representaban la presencia de Dios, debía estar en el lugar santísimo. Y entre las alas de los querubines, la gloria de Dios reposaba como evidencia de la presencia de Dios entre su pueblo. Era la posesión más sagrada que tenían. La representación de su Dios. Entonces dijeron: “Nuestro problema es que perdimos porque Dios no está aquí, entonces vaya alguien por Dios”.

No entendieron la omnipresencia de Dios, y habiendo reducido su religión a superstición, algún comité se reunió e hizo un plan. Y entonces, versículo 4: “Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el Arca del Pacto de Jehová de los ejércitos que moraba entre los querubines y los dos hijos de Elí, Ofni, y Finees, el líder, el sumo sacerdote, estaban allí con el Arca del Pacto de Dios”. Entonces, regresó acompañada por los hijos del sumo sacerdote. Y aquí viene el Arca y, hombre, el pueblo está emocionado.

Versículo 5: “Aconteció que cuando el Arca del Pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó con tan gran júbilo que la tierra tembló”. Hubo este grito tremendo que ascendió cuando eso llegó al campamento porque todo el mundo estaba diciendo: “Dios está aquí, Dios está aquí, vamos a ganar, vamos a ganar, no podemos perder”. Versículo 6: “Cuando los filisteos oyeron la voz de júbilo dijeron: ¿Qué voz de gran júbilo es esta en el campamento de los hebreos?” Y digo, su primera reacción fue, acaban de perder a cuatro mil de los suyos. ¿Por qué están tan emocionados? Y supieron, espías, obviamente que el Arca de Jehová había sido traída al campamento. Y los filisteos tuvieron miedo porque decían: “Ha venido Dios al campamento” y dijeron, “Ay de nosotros, pues antes de ahora no fue así”. Ay de nosotros. Bueno, ¿por qué hicieron esto? Porque conocían la reputación del Dios de Israel.

“Ay de nosotros. ¿Quién nos librará de la mano de estos dioses poderosos? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda plaga en el desierto”. Escuche, el reporte se había difundido. Todavía estaban expresando su inclinación politeísta al pluralizar a Dios. Pero tenían miedo porque habían oído de lo que había pasado en Egipto. Y claro, pensaron que como su propio Dios, Él estaba confinado a la forma en la que lo habían hecho. Y entonces, mientras que Él no estuviera ahí, estaban bien, pero cuando la pequeña caja se apareció estaban en problemas profundos. La superstición estaba en ambos lados. Y después, vino la plática motivacional del general.

¿Qué va a hacer? Entonces, él hace lo que todo general hace. Les da una plática motivacional. Versículo 9: “Esforzaos, oh filisteos, y sed hombres, para que no sirváis a los hebreos como ellos os han servido a vosotros. Sed hombres y pelead”. Vayan por ellos, no se pueden preocupar por la caja, simplemente tienen que ir a pelear. Entonces, los filisteos pelearon. Él era un hombre convincente, me imagino y vea lo que pasó.

“Israel, —¿qué? — Fue vencido”. ¿Qué? ¿Cómo puede ser eso? Tenemos a Dios. Tenemos la caja. Y huyeron cada cual a sus tiendas, y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. Treinta mil es mucha muerte. Y eso no fue lo peor. Escuche esto, versículo 11: “El Arca de Dios fue tomada”. No solo mataron a treinta mil y quizás los otros cuatro mil deberían ser añadidos a eso, treinta y cuatro mil soldados de a pie y quizás otros también, pero se llevaron la caja y después para empeorar la situación, Ofni y Finees murieron, o dependiendo de su perspectiva para mejorar las cosas, porque eran dos hombres impíos. Y los hijos del sumo sacerdote están muertos y Dios no está. Los filisteos lo tienen. Dice usted, es un problema real para Israel. No. Israel ya estaba en problemas. Ese es un problema real para los filisteos. Ahora tienen a Dios en sus manos.

Bueno, descubramos lo que hicieron. Vaya el capítulo 5. Bueno, ¿qué pensará usted que harían? Bueno, debido a que eran politeístas y creían en muchas deidades, hicieron lo que usted esperaría. Cuando los filisteos capturaron el Arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod, una de sus ciudades. Y varias de sus ciudades son mencionadas aquí, ahí en la costa de Palestina. Y tomaron los filisteos el Arca de Dios y la metieron en la casa de Dagón y la pusieron junto a Dagón.

Ahora, ¿qué es una casa de Dagón? Ese es un templo a su Dios principal. Su Dios principal es Dagón, y esa era su deidad. Obviamente, eran un pueblo del mar de la costa. Tenía algo que ver con apaciguar el trabajo de la pesca, y las amenazas del mar y etcétera. Y entonces, simplemente asumieron: “Bueno, miren, ahora no solo tenemos a Dagón, hemos capturado a este Dios poderoso que acabó con el ejército egipcio. Nuestra invencibilidad está garantizada.” Entonces, simplemente tomaron el Arca de Dios y la colocaron en la Casa de Dagón, porque obviamente, no podían tener un lugar preparado para el Arca de Dios. Probablemente, hablaron de cómo iban a proceder con eso.

Versículo 3: “Y cuando al día siguiente los de Asdod se levantaron de mañana…” Y seguramente cuando se levantaron, llegaron al lugar de Dagón para agradecerle a Dagón por esa gran victoria y cuando lo hicieron… “He aquí Dagón postrado en tierra delante del Arca de Jehová”. Guau. ¿Qué pasó? De pronto, entran ahí. Dagón está ahí en el suelo postrado ante esta pequeña caja. Y debieron haber pensado que hubo un terremoto ahí en el lugar o algo. Esto probablemente fue hecho de piedra, se cayó de su plataforma y ahora está ahí postrado ante esta caja. Y tomaron a Dagón y lo volvieron a su lugar. “Y volviéndose a levantar—versículo 4—de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra, delante del Arca de Jehová, y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco solamente”.

Ahora él ha sido decapitado y sus manos están cortadas y él simplemente es un tronco de forma humana que está ahí sin cabeza y dos manos ahí. Y entienden el mensaje, no vuelvan a recoger eso. No pueden traer ídolos a la casa de Dios y no puede meter a Dios en la casa de ídolos. ¿Entiende eso? Ese es un principio que es ilustrado de manera clara aquí. Por cierto, se agravó la mano de Jehová sobre los de Asdod. Dios no solo trató con Dagón, Él trató con ellos por su blasfemia. Los destruyó.

¿Qué quiere decir eso? Envió una plaga de ratones y los ratones trajeron lo que habría sido la muerte bubónica, la muerte negra, la plaga negra. Miles y miles de personas murieron debido a esta plaga y los que no murieron tenían tumores. Bueno, no le tomó mucho tiempo a la gente en Asdod entender que tenían que deshacerse de esta caja. Y entonces tuvieron una junta en el versículo 8 y dijeron “¿Qué haremos?” Y dijeron: “Bueno, enviémosla a Gat”. No dice mucho de su amor hacia esas personas. Gat era otra ciudad filistea, de la cual un hombre grande llamado Goliat vino. Entonces, enviaron el arca a Gat “y aconteció que cuando la habían pasado—versículo 9—la mano de Jehová estuvo contra la ciudad con gran quebrantamiento. Y afligió a los hombres de aquella ciudad, desde el chico hasta el grande, y se llenaron de tumores. Entonces, enviaron el Arca de Dios a Ecrón y cuando el Arca de Dios vino a Ecrón, los ecronistas dieron voces diciendo: Han pasado a nosotros el Arca del Dios de Israel para matarnos a nosotros y a nuestro pueblo”.

Entonces tuvieron otra junta y dijeron: “¿Qué vamos a hacer? Enviad el Arca del Dios de Israel y vuélvase a su lugar—versículo 11—y no nos mate a nosotros ni a nuestro pueblo” porque había concentración de muerte en toda la ciudad. Y la mano de Dios se había agravado allí y los que no morían, eran heridos de tumores. Lo cual es explicado en el capítulo 6 y el clamor de la ciudad subía al cielo. Muerte, plaga, enfermedad, tumores por todos lados, porque Dios no va a ser llevado al templo de los ídolos. ¿Entiende la escena? Los panteones griegos y romanos tenían muchas deidades, muchos ídolos, añadir ídolos, era una práctica común en la religión politeísta. Es intolerable para Dios. No es posible en el cristianismo.

Quiero mostrarle otro texto del Antiguo Testamento y es Ezequiel capítulo 8. Y este es un texto muy importante porque demuestra cómo Dios se siente acerca de confundir el templo de Dios con los ídolos. En Ezequiel capítulo 8, en el versículo 3: “Y aquella figura extendió la mano. Y me tomó por las guedejas de mi cabeza—dice Ezequiel— y el espíritu me alzó entre el cielo y la tierra y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén”. Ahora, Dios lo saca de la tierra, lo coloca en el cielo y le da una visión. Y su visión es de Jerusalén. “A la entrada de la puerta de adentro, que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca celos”. Dios lo lleva en una visión y le muestra que un ídolo ha sido colocado en el patio interior del templo. Y el versículo 4 dice: “La gloria del Dios de Israel estaba ahí”. Entonces, junto a la gloria de Dios, hay un ídolo.

“Y me dijo—versículo 5—hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte, y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí el Norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada. Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que estos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario?” Voy a tener que irme de aquí porque han metido un ídolo. Pero vuélvete aún y verás abominaciones mayores—Versículo 7— y me llevó a la entrada del atrio y miré y he aquí en la pared, un agujero. Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta. Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que estos hacen allí. Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor”. Habían grabado y pintado ídolos en todos los muros del templo. “Y delante de ellos estaban 70 varones de los ancianos de la Casa de Israel, y Jaazanías, hijo de Safán, en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano y subió una nube espesa de incienso”.

Aquí había algunos no levitas operando como sacerdotes, algunos sacerdotes falsos de las religiones falsas, de los ídolos falsos que habían sido pintados por todo el templo. Versículo 12: “Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová. Jehová ha abandonado la tierra. Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen estos. Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová” que está al norte y aquí mujeres que estaban allí sentadas, endechando a Tamuz. Eso es adoración de Baal. “Verás abominaciones mayores que estas. Versículo 15, versículo 16, ¿qué encuentra? “ como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente”. Una actividad antigua, la adoración egipcia. Estaban cometiendo abominaciones.

Versículo 18: “Pues también yo procederé con furor”. Y así fue. Y destruyó a todos y destruyó el templo. No hay compatibilidad entre el templo de Dios y los ídolos, ese es el punto. Es imposible unir a ambos. Es más que eso, es irracional. Es más que eso, es sacrilegio. Es blasfemo intentar hacer eso. Escuche, a los paganos no les importa unirse a los cristianos en la actividad religiosa. Les encanta, pero no podemos permitirlo. No podemos permitirlo. No podemos unirnos con incrédulos en adoración o ministerio o cualquier esfuerzo que involucra a Dios, ni podemos invitarlos a que se unan a nuestro esfuerzo. Y es debido al sacrilegio de esto. ¿Qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Usted no puede meter ídolos al templo de Dios. Usted no puede tomar el templo de Dios y colocarlo en un templo de ídolos. Y aquí está el punto, porque somos templo del Dios viviente. Él está hablando de nosotros individualmente.

“¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque por precio habéis sido comprados. Cristo vive en usted”. Sabemos eso a partir de lo que el apóstol Pablo dice. Eso es verdad individualmente. Somos una casa espiritual, individualmente. El espíritu vive dentro de nosotros, el espíritu de Cristo, el Dios viviente, vive en nosotros, somos su templo. Él vive en un templo no hecho de manos. Él vive en nuestra nueva creación, nuestra nueva naturaleza. Somos su templo. Eso es verdad individualmente. Eso es verdad colectivamente. La iglesia es una casa espiritual, un edificio espiritual en el que habita el Espíritu de Dios. Así lo indican, 1 Corintios 3:16-17 y Efesios 2:22.

Entonces, somos el templo de Dios y después él lo confirma con un mosaico de textos del Antiguo Testamento. Como Dios dijo: “Habitaré y andaré entre ellos y Seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. Por cierto, ese mosaico de textos del Antiguo Testamento es la unión de afirmaciones que se presentan en Levítico 26:11-12, Jeremías 24:7 y Ezequiel 37:27. Él simplemente está tomando lo que es la enseñanza del Antiguo Testamento y en cierta manera, la está uniendo en un mosaico y resumiéndola. Y diciendo que Dios dice que Él vivirá en Su pueblo y caminará entre ellos. Y será su Dios y le pertenecen a Él. Somos el templo del Dios viviente.

Me encanta el hecho de que Él es llamado el Dios viviente en contraste a los ídolos muertos. Esa es una expresión común con Pablo, en contraste a los ídolos muertos. Él la usa en Romanos, 2 Corintios, Tesalonicenses y 1 Timoteo. Cualquier unión con los incrédulos es colocar a ídolos en el templo de Dios o colocar el templo de Dios en un templo de ídolos.

Es sacrilegio intolerable, abierto, desafiante. Y él lo confirma con esa pequeña frase “como Dios dijo”. Y si usted hace eso, usted está atacando de manera abierta, desafiante, lo que Dios ha dicho. Ese mosaico de pasajes del Antiguo Testamento resume una gran verdad y esa gran verdad es que somos el templo de Dios. Somos el pueblo de Su pacto, somos Su posesión personal, somos Su lugar de morada y no podemos unirnos a ídolos. Cualquier unión en yugo desigual con el propósito de servir a Dios está concebida de manera equivocada. Es irracional y es sacrilegio. Y necesitamos entender eso. Eso es elemental en nuestra experiencia cristiana.

Tres puntos más, pero tendremos que esperar para esos.

Padre, Te agradecemos por Tu Palabra siendo tan clara para nosotros con respecto a esto y sabemos que Tú nos vas a ayudar a aplicar estas cosas. Tú nos darás el entendimiento conforme avanzamos por la vida para aplicar donde se necesita aplicar. Pero, oh Dios, nos entristece las muchas veces cuando este principio es violado y los creyentes hacen lo que es impensable, irracional y lo que es más que eso, sacrilegio y blasfemo.

Perdónanos por concesiones como esas. Que la iglesia siempre sea la iglesia tan pura y que se involucre únicamente en aquello que adora y honra y glorifica Tu nombre. Y que se separe a sí misma de todos los incrédulos sin importar lo que digan en cualquier esfuerzo espiritual de adoración, enseñanza o ministerio. Mantennos puros para que podamos ser poderosos y para que podamos honrar al único Dios vivo y verdadero y a Tu Hijo, el Señor Jesucristo, porque oramos en su nombre. Amén.

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