Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez
Juicio contra los ricos impíos, 1ª Parte
Escritura: Santiago 5:1-3
Código: 59-29
John MacArthur
Santiago 5:1-6, y quiero leer estos seis versículos de apertura de este capítulo final y colocarlos en su mente para nuestro estudio en esta noche. Comenzando en el versículo 1, “Vamos ahora, ricos. Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia”
Ahora, quiero ser muy franco con ustedes en esta noche como su pastor. Como dije en esta mañana al mencionar que estaremos hablando de este pasaje, gran parte de la verdad que ve en este pasaje parece estar siendo vivida frente a nuestros ojos mismos conforme observamos la saga de la PTL llevándose a cabo; de hecho no solo delante de nuestros ojos sino que el mundo entero ha visto el amor de las riquezas y lo que produce de la impiedad a una escala inmensa. Hemos sido expuestos a la opulencia, a la indulgencia, al materialismo, a la inmensa cantidad de casas y carros y botes y pieles y joyería y cuentas secretas de banco y fraude y pecados sexuales y todo lo que va junto con la inclinación materialista.
El Espíritu de Dios difícilmente pudo haber identificado un texto más apropiado que estudiáramos conforme estas cosas están en nuestras mentes, lo horrendo de lo que hemos visto necesita explicación y la mejor manera de explicarlo, de entenderlo es a partir de la Palabra de Dios. Entonces al ver estos versículos probablemente en esta noche y el próximo domingo por la noche los verán ilustrados de manera vivida en el escenario que se está desarrollando en este tiempo mismo.
Ahora, mantenga en mente que es típico de Santiago el ofrecer pruebas de fe viva, a lo largo de esta epístola conforme él le escribe a un grupo de cristianos en una asamblea local, cristianos-judíos, él los llama a evaluar la validez de su fe sabiendo que siempre en donde hay trigo el diablo siembra cizaña, donde hay verdad estará lo falso. Y queriendo asegurarse de que nadie esté engañado acerca de la realidad de ser cristiano cuando en realidad no lo son, y entonces a lo largo de la epístola usted encuentra prueba tras prueba y esto no es diferente. La manera en la que una persona ve y maneja la riqueza es una prueba, la manera en la que usted ve el dinero y las posesiones y las cosas materiales es una prueba que revela la condición espiritual de su corazón.
Y Santiago aquí obviamente le está hablando personas quienes aunque por fuera pueden afirmar fe en Cristo y amor a Dios, obviamente aman el dinero y su vida está controlada y gobernada de manera total por ese amor al dinero. Y entonces su estado espiritual es revelado en el asunto de su relación con las riquezas. Por cierto, Santiago no inventó esta prueba, Santiago está meramente haciendo un eco de la prueba que Nuestro Señor originó; esto es lo que Nuestro Señor dijo en Mateo 6:19-21, un pasaje muy conocido, “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla – observen la semejanza del pasaje de Santiago – y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.” Y después esto: “Porque donde esté vuestro tesoro – qué – allí estará también vuestro corazón.” Esta es una prueba.
¿Quiere usted decirme dónde está su corazón? Enséñame dónde está su tesoro. ¿En dónde estaba usted acumulando su tesoro? ¿En dónde está usted colocando su riqueza? Esa es la prueba que Jesús dio en el sermón del monte. En el capítulo 16 de Lucas encontramos otra ocasión en la cual Nuestro Señor en esencia hizo lo mismo. Escuchen esto, Lucas 16:11, “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?” ¿Cree usted que Dios le va a encomendar las realidades de su reino eterno las cuales son las riquezas verdaderas si usted no ha demostrado un manejo apropiado del dinero? ¿Acaso Dios le dará lo que realmente tiene valor si usted no puede manejar lo que no es de valor? ¿Y si en lo ajeno no fuisteis fieles quien os dará lo que es vuestro? Si usted no puede ser fiel en el dinero que usted administra como una administración por parte de Dios, por así decirlo, ¿entonces por qué Dios le va a dar algo que le pertenece a usted de una naturaleza espiritual? Y después él lo resume, “Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Y en el siguiente versículo, “Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.” Eran religiosos pero la condición de su corazón fue revelada en su avaricia. Es una prueba. Como ve usted la riqueza es una prueba espiritual.
Y entonces Santiago aquí de regreso en Santiago 5 realmente está reiterando una prueba que Nuestro Señor mismo estableció. Y el pasaje en Santiago es un pasaje fuerte, fuerte, el más fuerte en la epístola, es un pasaje de juicio condenado en contra de los ricos impíos que profesan la fe cristiana y profesan la vida cristiana, pero cuyo Dios verdadero es el dinero. Santiago entonces está edificando sobre la enseñanza del Señor Jesús como con frecuencia lo hace; de hecho realmente hay muchos paralelos en la epístola de Santiago al Sermón del Monte y aquí vemos un paralelo directo en el capítulo 6:19-21 el cual le leía hace un momento. Entonces él está llamando a los ricos a revisar la condición verdadera de su corazón al ver cómo están manejando su riqueza.
Y en esta sección él presenta la denuncia más fuerte, más condenadora, más aguda en contra de estas personas dada en esta epístola. Es en contra de esas personas ricas impías a quienes se les ha dado el beneficio de la riqueza y lo han pervertido y lo han corrompido y en sí mismas y lo han hecho en la manera en lo que lo han manejado. Han prostituido la bondad de Dios quien básicamente nos da el poder de hacer las riquezas como dice en Deuteronomio 8:18, “Han prostituido la bondad y generosidad y bendición de Dios.” De quien dice la bendición del Señor trae riqueza en proverbios 10:22. Entonces han tomado lo que Dios de manera generosa y en gracia ha dado y lo han corrompido y pervertido.
Ahora, permítame decirle que la riqueza en sí misma no es pecaminosa, creo que usted sabe eso, no es pecaminoso poseer dinero, no es pecaminoso poseer las bendiciones que Dios da, es una administración dada por Dios a algunos, todos nosotros tenemos algún nivel de riqueza que administrar y varía de persona a persona por diseño de Dios, y Dios puede bendecirnos de manera diferentes dándonos a algunos más y a otros menos que otros. No está mal poseerla, pero obviamente está mal usarla de manera errónea. Por cierto, entre más tiene usted, en muchas maneras mayor es el potencial para prostituir su uso apropiado. No obstante, cuando os su corazón es perverso y el amor al dinero lo controlan entonces lleva de acuerdo con 1 Timoteo 6:10 a toda especie de mal, inclusive lleva el juicio, el juicio por parte de Dios mismo.
Entonces Santiago está hablando en contra del amor al dinero que hace que la gente tome lo que es una bendición de Dios y la pervierta para sus propios fines. Podrían decir que son cristianos, podrían pertenecer a la iglesia, pueden asistir a la iglesia; pero Santiago está diciendo: “Más vale que veas lo que hacen con su dinero porque como Jesús lo enseñó, revelará la condición de su corazón. Si sirven al dinero no sirven a Dios. Si están acumulando todo su tesoro en la tierra, ahí es donde está su corazón.” Es así de simple.
Ahora, Santiago se oye aquí como un profeta del Antiguo Testamento, de hecho usted no puede estudiar este pasaje sin regresar al Antiguo Testamento y quiero leérselos a usted, varios pasajes, para que usted pueda tener el sabor de lo que Santiago realmente está diciendo. Es un legado realmente muy rico en el que se coloca a Santiago conformé habla, por así decirlo, como un profeta del Antiguo Testamento. Escuché por ejemplo Isaías 3:14, Isaías dice: “Jehová vendrá a juicio contra los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas. ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo y moléis las caras de los pobres? dice el Señor, Jehová de los ejércitos.” Han abusado de los pobres, él está diciendo, para sus propios propósitos y sus propios fines y han consumido todo lo que ven.
Isaías 10, “Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos. ¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria? Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.” Otra denuncia fuerte de los impíos por la manera en la que han tratado a los pobres y han usado de manera equivocada el regalo de Dios de las riquezas. Nadie lo dice de una manera tan directa como Amós, Amós el pastor de Tecoa, capítulo 4, “Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros señores: Traed, y beberemos. Jehová el Señor juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas del palacio, dice Jehová.” Un tiempo de destrucción devastadora.
En el capítulo 8 de Amós, en el versículo 4, y esto es muy poderoso, “Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo – en otras palabras, vamos a terminar con esta época religiosa para regresar a ganar dinero, estamos perdiendo dinero – y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza – en otras palabras, van a poner menos en una efa, la cual es una medida de peso, de lo que supuestamente debería estar ahí y cargándoles más, pagando más pero obteniendo menos, falsificando la balanza, engaño, odiaban las fiestas porque llevaba sus negocios a un alto – para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo? Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto. Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.” Esta es simplemente una denuncia profética en contra de los ricos impíos y aquí es de donde Santiago obtiene su legado en términos de cómo él los enfrenta en su epístola.
Podría leerles Miqueas 2:1-5, muy, muy parecido; podría leerles Malaquías 3:1-5, otra diatriba en contra de los ricos impíos. Y Santiago se oye exactamente así, sus raíces judías realmente se manifiestan en esta porción en particular.
Ahora, simplemente un comentario para que identifique la dirección de este texto aquí, él está hablando y escribiéndole la congregación de la iglesia, aquellos que están congregados en el nombre de Cristo, algunos de ellos obviamente profesando ser cristianos, no lo eran, y esa es la razón por la que tiene usted esta serie de pruebas como en 1 Juan. Algunos de ellos por su uso y abuso de la riqueza y el dinero y cosas materiales mostraban una desconsideración total hacia Dios, una desconsideración total hacia su palabra y demostraron que a pesar de su profesión no poseían salvación. Y no creo que hay manera alguna de equivocarnos acerca de a quién le está hablando aquí. Algunos han querido decir que no le está hablando a personas en la iglesia. ¿Entonces por qué les hablaría aquí en segunda persona y por qué le estaría hablando a personas que no están ahí para oír o leer, a personas que no están ahí para escuchar? El hecho de que él se dirige a ellos en segunda persona significa que él tiene en mente a los que van a oír la carta porque que se han identificado a la iglesia de alguna manera, no tendría sentido que él estuviera dando este tipo de mensaje a gente que está afuera, quizá si estuviera en tercera persona y dijera: “Díganles lo que quiero que sepan.” Pero en este enfoque directo asume su presencia y que van a estar cuando se lea esta carta a la iglesia entera.
Estas son personas que a un grado u otro quieren identificarse con Dios, un grado u otro quieren tener a Cristo en su vida pero no vienen en los términos de Dios. Jesús también enfrentó la realidad de que este sería el caso. ¿Se acuerda usted en las parábolas de las tierras en Mateo 13 como él habló de cierto tipo de tierra que tenía piedras? En la parte de arriba era suave y fértil pero un poco abajo, apenas abajo de la superficie se encontraba una cama de roca. Y él dijo: “Cuando la semilla germina y bajan sus raíces comienzan a florecer y la planta surge pero poco después las raíces no pueden penetrar, chocan contra la roca y no pueden llegar el agua. Cuando el sol llega quema la planta y se muere.” Jesús describe ese tipo de personas como aquellos que oyen la palabra, la reciben con gozo por un tiempo, pero cuando hay un precio que pagar, cuando tienen que entregar algo, cuando tienen que sufrir por Cristo no quieren eso, se van.
Después él habló de una tierra con arbustos en donde el suelo todavía está lleno de las raíces de los arbustos y aunque la planta buena aparece florecer los arbustos la ahogan. Y esto es lo que él dijo de eso en el versículo 32: “El que recibe la semilla entre los arbustos es el que oye la palabra y los afanes de este siglo – escuché esto – el engaño de las riquezas ahogan la palabra y no da fruto.” Hay personas que oyen la palabra, que quieren identificarse con la iglesia, pueden decir que quieren las promesas de la salvación pero están demasiado engañados por las riquezas y demasiado enamorados del mundo y demasiado renuentes a sacrificarse para dejarlo. Y mientras que externamente puede nombrar el nombre de Cristo, si su corazón no es hacia Dios, si su corazón no es hacia el cielo como se indica en dónde está su corazón. Entonces no importa lo que digan, no conocen al Señor.
Es como la parábola de la perla de gran precio y el tesoro en el campo; en ambos casos el hombre que quería comprar el tesoro y el hombre que quiso comprar la perla, vendió todo lo que tenía para compararlo. Hay personas que no quieren entregar nada, quieren su materialismo, su riqueza, su impiedad y a Jesús en la parte de arriba. En Mateo 19 Jesús no toleró eso con el joven rico, Él dijo: “Vende todo lo que tienes, da el dinero a los pobres y ven y sígueme.” Y el hombre era muy rico y se fue, él amó sus riquezas más que a Cristo. Y me atrevo a decir que es algo triste, pero en la actualidad tenemos a muchas personas que tienen la ilusión, se les ha dado la ilusión de que son cristianos porque hablan mucho de Jesús pero si usted ve su estilo de vida va a ver que en realidad muestran que su verdadero Dios es el dinero y las riquezas. Y podría llegar al punto de decir que algunos de ellos podrían ser tele evangelistas. Y si usted entra tras bambalinas, atrás de toda la plática de Jesús y comienza a ver donde colocan su tesoro, va a descubrir en dónde está su corazón, aman el dinero, estas personas aman las posesiones, su tesoro está en la tierra y ahí es donde está su corazón, y aman y sirven el dinero y entonces no pueden servir a Dios. De regreso a Santiago 4:4, “¿Acaso no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios?” Por tanto todo aquel que quiere ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios.
Si usted está inmerso en todo lo que el mundo tiene que ofrecerle, usted muestra quién es en realidad. Juan dijo: “No ames al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” 1 Juan 2:15. Entonces la denuncia se dirige en contra de los farsantes ricos en la iglesia que quiere nombrar el nombre de Jesús pero cuyo verdadero Dios es el dinero. Y la iglesia tiene que hablar en contra de eso amados, no podemos permitirle a la gente que viva engañada pensando que son cristianos y sus palabras de Jesús es suficiente y cuando uno ve su vida y su vida muestra que están absolutamente consumidos por el amor al dinero.
Ahora, al mismo tiempo dice usted, “¿Esto se dirige solo a estas personas?” Y yo digo no, también le habla a mi corazón y también a su corazón como cristianos porque nos recuerda de los pecados, de los impostores que debemos evitar. Nos recuerda que no debemos ser como estas personas que externamente nombran el nombre de Cristo, como un escritor lo dice, él nos muestra el foso para que ninguno de nosotros caiga en el, es una advertencia fuerte de juicio en contra de los impíos ricos quienes se identifican con la iglesia pero cuyos corazones están dirigidos hacia su dinero y cuyo Dios es su dinero y cuya vida rodea a su comodidad personal y su satisfacción egoísta. Pero también es una gran afirmación para aquellos que son verdaderos creyentes para asegurarse de que eviten los pecados que caracterizan a estas personas.
Ahora, comencemos con la afirmación que viene en el versículo 1, y es un anuncio fuerte de juicio, “Vamos ahora ricos, llorad y aullad por las miserias que obtendrán.” Ahora, con ese llamado a que los ricos impíos respondan apropiadamente Santiago comienza su denuncia, él está diciendo la condenación inescapable viene y ustedes deben tener la reacción de llorar y aullar. Las palabras vamos ahora, notará también se encuentran allá atrás en el versículo 13 del capítulo 4, él usa esa pequeña frase dos veces. Aquí él nos presente un nuevo grupo, ahí él presentó al tipo de gente que simplemente vive su vida sin pensar en Dios. Aquí él presenta a los ricos impíos. Podría hacer traducida, ahora escuchen o entiendan esto o vean aquí, está llamando su atención, es un ataque en un estilo profético del Antiguo Testamento. Él los llama a poner atención y escuchar y entonces él dice: “Vamos ahora hombres ricos.” Y ese es el grupo al que está atacando, ese es el grupo que está denunciando; los ricos materiales que son ricos impíos.
Ahora, ¿se acuerda usted de quiénes son los ricos del mundo? ¿Se acuerda de eso cuando definimos eso en nuestro estudio de 1 Timoteo y dijimos cualquier persona que tiene más de lo que necesita es rico? Si usted tiene lo que necesita usted no tiene más dinero que gastar, tiene que usarlo todo para sobrevivir. Pero si usted tiene dinero por encima de lo que necesita usted está en la categoría de los ricos. ¿Entonces quiénes son los ricos? Esas personas que tienen más de lo que necesitan para vivir. ¿Pero quiénes son los ricos impíos a quien le habla Santiago? Ellos son los que usan de manera equivocada y abusan de manera total la administración de ese dinero que tienen por encima de lo que necesitan. Y entonces él está dirigiéndose aquellos cuyas vidas son un abuso continuo de sus recursos.
Observe lo que les dice que hagan, “Llorad y aullad.” Dos palabras muy interesantes, llorad, clayosite, significa llorar fuerte, no es un lloro en silencio, significa llorar fuerte, significa llorar de una manera de lamento, de hecho es usado para llorar por los muertos. ¿Lo ve usted en el capítulo 7 de Lucas, versículos 13 y 32? Y de manera significativa lo ve en Juan 11 al hablar del lloro en la tumba de Lázaro. Era usada para ese tipo de lamentos públicos que se llevaban a cabo en el tiempo de una muerte. También es usada para el lloro y el lloro fuerte que viene como resultado de la vergüenza y la lamentación, el remordimiento; lo vemos usado así en Lucas 7:38 y Mateo 26:75. Entonces habla de una expresión de tristeza verbal, fuerte, de lamento, es una expresión emocional fuerte conforme la gente ve el juicio condenador inescapable del infierno frente a ellos. Esa es la idea. Hombre, ahora que pueden ver lo que realmente están viendo más vale que lloren y aúllen.
Por cierto la misma palabra es usada allá atrás en 4:9 cuando dice: “Afligíos y lamentad de llorar.” Ahí es la tristeza del arrepentimiento, pero aquí no hay llamado al arrepentimiento. Entonces otra palabra es añadid aquí, con el arrepentimiento hay un lamento fuerte y Juan antes compartió conmigo su testimonio, que cuando él comienza a pensar en su pecado él clama, él llora a Dios por él, hay un lamento creo yo en el corazón de cualquiera que enfrenta a Dios y confiesa su pecado. Pero termina en ese punto porque donde está el lamento del arrepentimiento está la gracia del perdón. Pero en dónde está el lamento aquí no hay gracia y entonces el lamento pasa a un aullar, va más allá de eso, ololuso, una palabra casi onomatopéyica en el griego, significa gritar o hacer ruidos que van más allá de simplemente lamentar, de gritar, de una voz aguda, intensifica la expresión de desesperanza, una tristeza violenta fuera de control. Hay ejemplos de esto particularmente en el Antiguo Testamento, la tristeza y el clamor y el aullar de aquellos que se dan cuenta de que han cometido lo peor que se pueden imaginar, los peores pecados que se pueden concebir. Usted lo encuentra en los profetas, y en el tiempo presente aquí ambos verbos están diciendo: “Continúen llorando, continúen aullando por su condenación inminente.” Palabras muy, muy fuertes.
Entonces Santiago llama a una respuesta fuerte de tristeza abrumadora, ¿por qué? Observe de nuevo el versículo 1, porque o por las miserias que os vendrán. Esa palabra miserias es usada solo aquí y en Romanos 3:16 y tiene que ver con un estado miserable, tiene que ver con prueba, tiene que ver con problemas más allá de problemas, problemas abrumadores, sufrimiento abrumador, turbación abrumadora, y es sus miserias, él lo personaliza, las miserias que vienen de manera específica sobre ustedes. No es genérico, él lo está diciendo de manera colectiva, todos ustedes deben aullar porque colectivamente todos van a sufrir. Él está diciendo, ustedes individualmente deberían aullar porque de manera individual van a sufrir miseria. Él no nos dice cuándo va a venir pero sabemos cuándo va a venir, viene en la venida de Cristo, viene cuando se enfrenten a Dios, el juicio es inevitable. Ese es el clamor a juicio en contra de los ricos impíos.
En Lucas, y quiero cubrir un par de pasajes adicionales porque es tan importante que usted entienda el retrato entero de lo que las Escrituras enseñan y usted sabe que a mí me gusta hacer esto porque llenan nuestro pensamiento. ¿Se acuerda usted de la historia del hombre rico y Lázaro? Había un hombre rico que estaba vestido de púrpura y lino fino y hacía banquete cada día. ¿Se acuerda usted de ese hombre? Tenía todo en este mundo. Y dice que él murió y fue sepultado, en el versículo 23, y en el hades él levantó sus ojos estando en tormento, muy vivido, él está en la flama atormentadora ardiente de una eternidad impía por haber rechazado a Cristo, y Jesús señaló eso a las personas cuando Él dio esa historia de ese hombre rico, no creo que era una parábola porque la gente no tiene nombres propios en las parábolas y el mendigo tenía el nombre de Lázaro. Entonces aquí estaba un hombre rico que terminó en la furia ardiente del hades es porque él había vivido su vida entera para sus riquezas.
Allá atrás en Lucas 6:24, “Ay de vosotros que sois ricos porque han recibido vuestra consolación. Ay de vosotros que están llenos porque tendréis hambre. Ay de vosotros que os reís ahora porque lloraréis y lamentaréis.” Que afirmaciones, que afirmaciones tan terribles. Me acuerdo de lo que Pedro le dijo a Simón en Hechos 8, “Tu dinero perezca contigo.” Si usted vive para el dinero morirá, usted perecerá y que su dinero perezca junto con usted. Entonces en el Antiguo Testamento de los labios de Nuestro Señor, y aquí de Santiago se pronuncia juicio contra los ricos impíos, ¿pero porque? ¿Qué es lo que estas personas hicieron que trae este castigo? Veamos la primera de cuatro características de los ricos impíos que resultan en su juicio y verá lo pertinente que este primer punto es. Ellos serán condenados porque número uno, su riqueza fue – escuché esto – acumulada de manera inútil. ¿Escuchó eso? Acumulada de manera inútil, versículos 2 y 3. Esto es algo condenador. Vuestras riquezas están podridas y vuestras ropas están comidas de polilla, vuestro oro y plata están enmohecidos y su moho testificará contra vosotros y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. O en los días postreros mejor traducción. El pecado es mencionado al final del versículo 3. Lo han acumulado, el verbo es del cual obtenemos la palabra tesauro, han acumulado su tesoro acumulado, han apilado su riqueza, dice usted, ¿está mal eso? Sí, porque es a expensas de su uso apropiado. Lo han apilado de manera inútil. Hombre, ese es un pecado trágico de nuestra propia época.
Obviamente cuando Dios lo prospera a usted y a mí nos da más de lo que necesitamos, él lo hace para que lo usemos de manera apropiada para su gloria y la extensión de su reino, ni enfoque a la vida, es que quiero salir de este mundo. Simplemente en el momento en el que el dinero se me acabe. Y quiero asegurarme de que no esté acumulando a la luz o para un mañana nebuloso que quizás nunca venga, cuando Dios está llamando a la inversión apropiada de todo lo que tengo en su reino eterno en este momento.
Obviamente Dios provee para nosotros para que podamos proveer para nuestras familias y el que no hace eso, en 1 Timoteo 5 dice, es peor que un incrédulo. Debemos cuidar de nuestra familia, de aquellos en la familia extensa, esas mujeres privadas y viudas que conocemos más allá de eso, el resto del dinero que Dios nos ha dado y la riqueza que él nos ha dado es para ser usada de alguna manera para su gloria. Las Escrituras nos dicen que parte de ella debe de ser entregada su servicio. En el Antiguo Testamento lo daban al templo, lo daban inclusive para la construcción del tabernáculo, daban a Dios regularmente lo que Dios deseaba de ellos, algunos diezmos que tenían que dar y muchas, muchas ofrendas voluntarias quedaban a partir de la voluntad de su corazón, debe ser entregado a su servicio. Jesús dijo en Lucas 6:38: “Dad y se os dará, medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo.” El apóstol Pablo escribió y dijo: “El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte conforme Dios lo haya prosperado.” Entonces nuestra riqueza debe ser dada al reino, debe ser dada a la expansión del reino, a la extensión del reino no como algo legalista sino porque nuestros corazones están tan consumidos con la misión del reino y con el amor del Señor quienes el Rey.
En tercer lugar, no solo debe ser usado para la familia que Dios nos ha dado y entregado al servicio del reino sino que en tercer lugar debe ser usado para ganar a los perdidos. No puedo pensar en una mejor manera de usar el dinero que invertirla en aquellos que ganan a los perdidos, en Lucas 16 en una afirmación muy, muy directa acerca del uso del dinero Jesús dijo: “Háganse amigos mediante el dinero injusto para que cuando falle los puedan recibir en la habitación eterna.” En otras palabras, usen su dinero para hacer amigos que los saluden en el cielo cuando lleguen ahí. Use su dinero para ganar gente a Cristo. ¿Qué más? Acumularlo de manera inútil viola la intención de Dios.
En cuarto lugar, las Escrituras dicen que use su dinero para cuidar de los necesitados. Le leí esos pasajes en el Antiguo Testamento y en cada una de las denuncias proféticas en contra de los impíos son básicamente porque defraudaron a los pobres y a los necesitados y a los huérfanos y a las viudas. Y ellos retuvieron de aquellos en necesidad y Juan dice en1 Juan 3 que si usted cierra su compasión a ese tipo de personas entonces dígame usted cómo es que el amor de Dios mora en usted. Si usted acumula su dinero en lugar de darle a aquellos que tienen necesidad, inclusive el apóstol Pablo en Gálatas 2 habló de una manera tan directa acerca de lo importante que era el recordar a los pobres y decir, también fue diligente en hacer eso, proveer para su familia, entregarlo al servicio del reino, usarlo para ganar a los perdidos, cuidar de aquellos que están en necesidad; y después podríamos añadir un quinto, apoyar a personas que ministran, el ciervo es digno de su salario, alimenta al buey que trilla, en otras palabras, apoya al ministerio.
Usted ha recibido riqueza por parte de Dios, úselo para cuidar de la gente que Dios le ha dado, úselo para entregarlo a su servicio, úselo para ganar a los perdidos, úselo para cuidar a aquellos que tienen necesidad, úselo para apoyar aquellos que están en el ministerio; pero no lo acumule. Y si ha sido su característica el acumularlo de manera inútil, entonces dice Santiago: “Usted será condenado por ello.” Y da evidencia del hecho de que su corazón está en las cosas terrenales y que su Dios es el dinero, no el Dios verdadero. No hay lugar para que diga que usted es un creyente, que usted es un hijo verdadero de Dios, que usted ama a Cristo, un siervo de Dios, y después acumula una fortuna de manera inútil sin considerar la Palabra de Dios en absoluto.
Ahora, Santiago presenta este tipo de acumulación, observe la manera en la que él lo presenta, él menciona en primer lugar riquezas podridas y en segundo lugar ropas comidas de polillas, y su oro y plata enmohecidos. Ahora, fuera de la tierra y las casas solo vamos a cubrir esto brevemente, entonces quédese conmigo. Fuera de la tierra y las casas la riqueza realmente estaba involucrada con esas tres cosas; en primer lugar, las riquezas generalmente se refieren a comida; grano, trigo, cebada, quizás algo de carne que habría sido almacenado que era susceptible a la putrefacción, el término podridas creo que nos da la flexibilidad para traducir la palabra riquezas o por lo menos ver que ahí está el sentido de comida, lo cual puede pudrirse de manera fácil. La gente colocaba su riqueza al acumular el grano como el rico insensato cuyos graneros estaban llenos. Él dijo:” Derríbenlos, construyen unos más grandes, acumúlenlo todo y almacénenlo ahí. Come bebe y regocíjate.” En otras palabras, voy a vivir mi vida, nunca volveré a trabajar, lo tengo acumulado para siempre. Y esa es la evidencia de un corazón no regenerado, pereza. Lo tengo todo guardado y claro, eso era típico en ese entonces, acumule su grano de su vida, y viva del resto para el resto de su vida, acumule tanto como pueda para usted mismo de manera inútil acumulándolo. Y lo hacían así con el grano, lo acumulaban.
La palabra riquezas por cierto, es la palabra ploutos, y la palabra viene del nombre de uno de los dioses griegos antiguos de la mitología, su nombre ploutos significa la producción abundante de la tierra, entonces eso es lo que la palabra significa. Y por cierto, se decía en la mitología griega que Ploutos era el hijo de Demetra la diosa de la tierra. Entonces la palabra ploutos tiene una conexión a través de la mitología griega con lo que la tierra produce y de ahí también podemos concluir que puede ser usada para referirse al alimento, a los vegetales, al grano y quizás inclusive carne que son almacenados como resultado de los productos de la tierra. Pero Santiago está diciendo: “Están podridas.” Sesapen, están corruptas. La forma del nombre de ese verbo es usada de una llaga que se está pudriendo y habla de putrefacción corrupta. Entonces él dice: “Su grano acumulado está podrido.” Y el retrato aquí no es de un juicio sino de una realidad. Usted no lo puede guardar, se va podrir; usted no lo puede acumular, se va a podrir. Su acumulación es tan inútil porque al final no le va a servir a nadie.
Después, en segundo lugar, la gente rica coloca su dinero y su fortuna en ropa; y usa la palabra ropas aquí, imatias, significa la túnica larga suelta, y le tejían joyas y cosas de valor, esas túnicas después eran heredadas; literalmente podría tener una fortuna en su vestimenta y claro, cuando esa túnica era guardada en algún lugar, como usted bien sabe, la larva de la polilla podría arruinarlas, y las vestimentas así como nuestro Señor habló podían ser comidas por la polilla. Y entonces ustedes están acumulando su tesoro en grano y eso se va a podrir con el tiempo y si usted lo acumula en vestimenta van a ser comidas por la polilla conforme pasa el tiempo. Y después en tercer lugar, vuestro oro y plata están enmohecidos; obviamente las monedas ese día a las cuales se refiere Santiago aquí son como las monedas a las cuales Nuestro Señor se refirió en Mateo 6, donde dijo: “Haceos tesoros en el cielo donde la polilla y el orín no corrompen.” La implicación es que tenemos algo de investigación para respaldarlo. Las monedas en esos días no eran de plata pura ni de oro puro sino mezcladas en una aleación y con las circunstancias correctas tendían a enmohecerse. Y Santiago dice: “El dinero acumulado en algún lugar a lo largo del tiempo, sepultado en el suelo, podría enmohecerse. ¿Entonces qué tiene puedes? Nada.
El punto de Santiago es tan básico, que pecaminoso, que necio, que torpe es el acumular dinero, el acumular ropa, el acumular comida cuando todo se pudre e inclusive si permanece usted, no permanecerá. Y si esa es la manera en la que usted ha vivido su vida entonces la pregunta es si usted adora a Dios o no. Una persona miserable desafortunada estaba tan molesta por su falta de fortuna y de acuerdo con la historia él dijo: “Qué persona tan miserable y desafortunada soy – le dijo a uno de sus vecinos – anoche alguien me robó mi tesoro el cual había sepultado en mi jardín y colocaron una piedra en su lugar.” A lo cual el vecino respondió: “Pero usted nunca usó su tesoro. Entonces amigo mío simplemente crea que la piedra todavía es su tesoro y usted no es más pobre.” Sabiduría. Si todo se va podrir, ¿por qué se preocupa? Acumulamos tantas cosas; acciones, cuentas de banco, oro, plata, joyería, posiciones.
Me gustaría ver lo que sucedería un domingo si toda persona trajera su joyería y la echara aquí, toda la plata y el oro, y si lo derritiéramos y pudiéramos comprar quizás la mitad de Panorama City, no lo sé, así es como construyeron el tabernáculo. ¿Dónde está su tesoro? ¿Dónde es invertido? ¿En dónde estaba usted acumulándolo? Acumulamos tantas cosas.
Una dama me llamo hace unas semanas atrás y dijo: “Estoy trayéndole todas mis acciones. Quiero darlo todo al Señor.” Y ella llego y desenrolló todos estos títulos de acciones y los sacó de sobres y quitó las ligas y se fue bendecida porque ahora todo estaba en las manos del Señor. Y me llamó el otro día y dijo: “Sé que usted está cuidándolo bien, ¿verdad?” Ella dijo: “No se lo daré a nadie más que a usted.” Y soy responsable de cuidarlo bien y usarlo para la extensión del reino. Eso es maravilloso. No quiero que sea irresponsable en su vida pero quiero que sepa que no puede acumularlo. Alguien dijo: “Si el dinero habla lo único que me dice siempre es adiós.” Y no hay duda al respecto, pero eso es verdad. Entonces antes de que pueda decir adiós, ¿por qué no lo usa para la gloria de Dios?
Bueno, a partir de aquí el habla acerca del juicio en contra de ellos. Rápidamente versículo 3, “Vuestro oro y plata están enmohecidos.” Y él ahora en cierta manera personaliza aquí al moho, él lo hace vivir y el moho va a testificar contra usted cuando enfrente a Dios y su moho va a levantarse y testificar contra su impiedad, va a testificar de su acumulación, va a testificar de que está acumulando. Y la ruina de las cosas que el rico acumuló es un retrato vívido de su propia ruina. Las riquezas acumuladas, podridas, enmohecidas dan testimonio fuerte del estado de su corazón. Las riquezas enmohecidas, putrefactas, que son acumuladas se vuelven en el testigo en la corte divina que trae evidencia clara de su condenación eterna. Su enfoque a la vida, avaro, egoísta, cruel, enfocado en la tierra se vuelve en sí mismo su condenación. Toda su riqueza acumulada es un testigo para que sean procesados declarándolos culpables y el Dios justo los va a condenar al infierno. Y después el moho es personalizado no solo para ser un testigo sino que el moho se convierte en el ejecutor, y él dice: “Devorará del todo vuestras carnes como fuego.” Y él personalizada al moho y lo convierten fuego y el moho que en primer lugar era el elemento de descomposición, ahora personalizado se vuelve el testigo y lo vuelve a personalizar y se vuelve el ejecutor. El moho se mueve lentamente pero este moho actúa como fuego y el fuego es el consumidor más rápido de todos, la corrosión puede ser lenta pero el fuego es el destructor más rápido.
En el día del juicio el moho de sus bienes acumulados se levantará para testificar contra ustedes y se volverá el fuego que quema sus carnes, plural. Muy interesante que Santiago usa el plural porque no está hablando de un grupo, está hablando de individuos de nuevo. Cada una de sus carnes va a arder conforme sus riquezas se levantan para ser sus ejecutores. Por cierto, ese es un recordatorio de que el infierno es un lugar físico. Sus carnes arderán ahí. Ese es un lugar físico. Hay fuego real ahí, hay un fuego que no se apaga y de acuerdo con Juan 5 tendrá un cuerpo resucitado apropiado para llevar el castigo de un infierno eterno y sentir la flama por los siglos de los siglos y nunca ser consumido. Ese infierno está reservado para personas que acumularon su tesoro. El infierno es para acumuladores de tesoros. Y él cierra al decir: “Han acumulado riquezas. No han invertido en el reino. Han acumulado de manera inútil sus bienes pudriéndose sin considerar a Dios, sin considerar a Cristo, a otros, y se dirigen al infierno. Y ese será un testigo contra ustedes.” Y después él añade esta nota final: “Habéis acumulado tesoros para los días postreros.” El texto griego dice: “Lo han hecho en estos días postreros.” En otras palabras, vivieron sin considerar la historia redentora, lo hicieron en el periodo mesiánico, estos días postreros son de la primera venida de Cristo a su segunda venida. Juan dice: “Hijitos míos, este es el día postrero, el último tiempo.” Estamos en los días postreros, en los últimos días. Cristo ha aparecido una vez al final de la época, este es el día postrero.
Y entonces lo que han hecho es acumular su riqueza en los días postreros sin considerar el reloj de Dios, sin considerar la historia redentora, sin considerar la eternidad. Han desperdiciado de manera total su vida y todos sus recursos. Qué raro. Cuán impensable acumular las riquezas en un día cuando el mundo está pereciendo. Le voy a decir algo, si la gente que representa a Jesucristo realmente estuviera preocupada por la gente perdida que va al infierno y realmente se preocupara por alcanzar al mundo para Jesucristo no estaría comprando media docena de casas, teniendo millones de dólares en cuentas de banco, gastando millones de dólares en carros y otros artículos personales y gastando una fortuna para acolchonar su propia silla. Esa es una manifestación clara de dónde está el corazón de una persona, no me importa quién digan que representan, muestra lo que realmente hay en el corazón, no hay manera en la que usted pueda firmar la salvación de una persona así.
Ahora, Dios sabe, yo no sé eso pero ciertamente estoy de pie y digo que parece no aprobar la prueba, aquellos que en el nombre de Jesucristo dicen querer alcanzar un mundo pero están ocupados en acumular una fortuna de manera ilegítima para sí mismos. Eso es absolutamente incoherente con algún compromiso con estar consumidos con ganar un mundo perdido para el Salvador, tener el corazón de Jesús es alcanzar con lo que usted tiene a la gente que no tiene, lo que necesita, no consumir las cosas en su propia concupiscencia. La única manera aceptable para vivir a la luz de la segunda venida de Cristo en estos últimos días de la historia de redención es vivir no aferrándose a la riqueza que Dios le da y asegurándose que usted la use para su gloria. Si usted ha estado viviendo una ilusión acerca de su cristianismo pero cuando usted se examina asimismo un poco ve que su Dios verdadero es el dinero, entonces doble la rodilla ante Jesús antes de que sea demasiado tarde.
Y si como cristiano usted se encuentra a sí mismo violando en esta área de pecado pídale al Espíritu de Dios que lo arranque de su vida, suelte las cosas de este mundo y le dé el corazón del profeta que ve todas las cosas para ser usadas para la gloria de Dios y cualquier cosa acumulada se pudre. Dios nos da cosas nuevas diariamente, Él no va a dejar que el maná sea tomado para más de un día, el suelo vuelve a darnos alimento para toda temporada. No necesitamos acumularlo contra el futuro desconocido, necesitamos invertirlo en el reino eterno con la promesa de que Dios nunca dejará que su pueblo padezca necesidad si son fieles a ellos.
Incline monos en oración. Padre, te damos gracias por nuestro tiempo en esta noche, ha sido maravilloso y un tiempo rico y te bendecimos por dárnoslo. Te damos gracias por las canciones y los testimonios de esta hora y oramos porque Tú con firmes en nuestros corazones estas cosas que son de Tu espíritu, que Tú lleves a cabo tu obra en todo corazón aquí por causa de Jesús. Amén.
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