Regresamos en esta noche de nuevo al estudio de la verdad de Dios a 1 Pedro capítulo 5. Para ser honesto con usted estoy teniendo algo de dificultades con terminar 1 Pedro, porque él sigue diciendo tanto. No soy yo, es él. Hay una riqueza en la conclusión de ésta epístola que demanda nuestra atención cuidadosa. Le dije la última vez, que comenzando con el versículo 5, conforme cierra esta carta maravillosa, él apila los imperativos. Y él elabora una lista más bien larga de lo que escojo llamar “actitudes fundamentales para la madurez espiritual.”
Y entonces, del versículo 5 hasta el 14, Pedro explica de manera breve, pero en una riqueza maravillosa, esas actitudes que son necesarias para que crezcamos en Cristo, en la madurez eficaz. Cuando la Escritura dice: “Cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él,” toca la médula de toda la vida espiritual, porque todo lo que usted hace en su vida espiritual es un producto de como piensa. Las actitudes determinan respuestas y la conducta. Y para que un cristiano entonces crezca hacia la madurez en Cristo, para que un cristiano sea productivo y eficaz debe ser establecido en ciertas maneras esenciales, fundamentales de pensar. Y hemos escogido llamar a estas, actitudes.
Si usted puede preparar su mente por el poder del Espíritu Santo para que tenga ciertos hábitos de pensamiento que sean justos, si usted puede tener lo que el Nuevo Testamento llama una mente renovada, entonces puede preparar el cimiento para una vida piadosa. Pedro sabe eso, y entonces al final de esta epístola escrita a algunos cristianos que están siendo perseguidos, él une una serie de mandatos finales y llaman a actitudes fundamentales que Dios demanda y que llevan a la madurez espiritual. Permítame tan solo darle un repaso breve y después vamos a avanzar.
La primera actitud que él mencionó en el versículo 5 es una actitud de sumisión. “Así mismo, vosotros jóvenes, estad sujetos a los ancianos.” Él escoge a los jóvenes porque tienden a ser los más fuertes. No solo son los únicos que necesitan someterse, pero los que con mayores probabilidades no lo hacen. Entonces les recuerda que deben someterse a aquellos que son sus ancianos. Él usa la palabra anciano en el versículo 1 para referirse a los pastores, y al rebaño, y asumimos que tiene a los mismos hombres en mente aquí.
Entonces él está llamando a los jóvenes que de manera general son los fuertes, de manera general los que empujan duro, aquellos que no titubean en compartir sus puntos de vista y opiniones, y los que deben aprender la sumisión. Él les dice, establezcan el tono para la congregación entera al someterse a aquellos que están sobre ustedes en el Señor. Es un llamado al respeto, un llamado al honor hacia aquellos que son nuestros líderes espirituales. Esta es una actitud espiritual fundamental, la actitud de sumisión que ataca la soberbia que busca promoverse a sí misma.
La última vez también consideramos una segunda actitud en los versículos 5 y 6, y esa fue una actitud de humildad. El versículo 5 también dice, “Y todos vosotros revestíos de humildad, unos a otros, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo.” Junto con una actitud de sumisión hacia aquellos que están en autoridad sobre nosotros es una actitud de humildad en general. Y verá que debemos tener humildad unos hacia otros, en el versículo 5, y humildad bajo la poderosa mano de Dios en el versículo 6. Humildad en relación hacia otros, y humildad en relación hacia Dios.
La tercera actitud que señalamos la última vez, una actitud de confianza. En el versículo 7 él dice, “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” En sumisión, y en humildad aprendemos a confiar en el Dios que realmente cuida de nosotros. Confiando en el Dios que lo ama, y en el Dios que tiene el poder de hacer algo acerca de ese amor.
Entonces, Pedro dice que los bloques de construcción de las actitudes espirituales incluyen sumisión, humildad y confianza. Ahora, avancemos en esta noche a las cosas que tenemos por delante. Comenzando en el versículo 8 encontramos la cuarta actitud necesaria para la madurez espiritual, la actitud de dominio propio, una actitud de dominio propio. El versículo 8 dice, “Sed sobrios, sed sobrios”. Eso es lo único que necesitamos leer porque ese es el punto de nuevo, a manera de ametralladora, casi estacato, el imperativo aquí, sed sobrios, o espíritu sobrio.
Esto no es algo nuevo en esta epístola, Pedro ha hecho referencia a esto antes, ahí atrás en el capítulo 1, versículo 3, él dijo: “Ceñid los lomos de vuestro entendimiento, y sed sobrios.” En el capítulo 4, recordará, en el versículo 7 él dice: “El fin de todas las cosas se acerca, por tanto, sed sobrios y velad en oración.” Ahora, ¿qué es lo que realmente significa esta palabra sobrios? Bueno, significa dominio propio. Puede ser usada en referencia a estar bajo los efectos del alcohol, ese sería su uso literal.
Pero aquí es usado de manera metafórica, como con frecuencia es usada en el Nuevo Testamento para referirse al dominio propio. Significa estar en control de los asuntos de la vida, tener las prioridades de la vida en el orden apropiado y en el equilibrio apropiado. Demanda una disciplina de mente y una disciplina de cuerpo que evita las atracciones embriagantes del mundo. Comienza con una manera de pensar bien disciplinada. Eso es absolutamente esencial.
En 1 Tesalonicenses capítulo 5, y versículo 6, Pablo dice: “No durmamos como los demás, sino estemos alertas y seamos sobrios, vigilantes y bajo control.” En el versículo 8 él dice, “debido a que somos del día, seamos sobrios.” De nuevo, él está llamando a la misma actitud a la que Pedro está llamando aquí, esta es una actitud de una mente sobria.
También recuerdo el onceavo capítulo de Hebreos, ese gran capítulo que habla de los héroes de la fe. Capítulo 11, versículo 8, dice: “Por la fe Abraham cuando fue llamado, obedeció al salir a un lugar que iba a recibir como herencia y salió sin saber a dónde iba. Por la fe él vivió como extranjero en la tierra de la promesa, como una tierra extranjera, viviendo en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque él estaba viendo la ciudad cuyo fundamento y cuyo arquitecto y constructor es Dios.” Abraham vio lo que era invisible, Abraham mediante el ojo de la fe entendió prioridades espirituales y no se enredó en asuntos terrenales.
Esta misma palabra, sobrios, o mente sobria, es usada en 1 Timoteo 2:15, y allí es traducida refreno personal. También es usada en 1 Timoteo 3:2, y ahí la forma del nombre es traducida templanza. También es usada en ese mismo capítulo en el versículo 11, es usada de nuevo en Tito 2:2, y siempre tiene el mismo significado, refreno personal, dominio propio, equilibrar las prioridades. Esto es esencial.
De nuevo regresamos a Romanos capítulo 12, “No os conforméis a este siglo,” versículo 2, sino sed transformados por la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual es la buena voluntad a Dios, agradable y perfecta.” En otras palabras, debe pensar de manera correcta para que entienda cuáles son sus prioridades espirituales. Es como Colosenses 3 lo expresaría, “Poned la mira en las cosas de arriba.” Lo cual es otra manera de decir, “buscando o viendo una ciudad cuyo constructor y arquitecto es Dios,” teniendo esa perspectiva divina.
Es lo que el apóstol Pablo tiene en mente en Filipenses 4 cuando dice: “Todo lo verdadero, honesto, puro, amable, todo lo que es de buen nombre en esto pensad.” Amados, les recuerdo que se da mucha importancia en una mente pura en la Escritura. Ser renovados en el espíritu de su mente es un factor esencial de la vida cristiana. Y cuando su mente percibe lo que es correcto y lo que es lo mejor, y lo que es puro y lo que es santo, entonces comienza a ordenar la respuesta de sus emociones y su voluntad. Es entonces un aspecto fundamental, esencial de la vida cristiana, que usted tenga una actitud de dominio propio, que usted controle su vida.
Me encantan las palabras de Pedro que le acabo de citar, del capítulo 1, “Ceñid los lomos de vuestro entendimiento.” Y cuando cubrimos eso, hace unos cuantos meses atrás le señalé que esa palabra literalmente significa amarrar su túnica en un cinto, jalar todos los extremos sueltos en su pensamiento, todos los extremos sueltos en su preocupación. Apretar todo, que su mente esté clara y bajo control. Es esencial entonces, como un aspecto fundamental, necesario para la madurez espiritual que usted tenga sumisión, humildad, confianza y dominio propio.
A lo largo de los años hemos dicho mucho acerca del dominio propio y de la disciplina personal, y la vida disciplinada, y le recomiendo esas enseñanzas. Pero para esta noche quiero que veamos la quinta en la lista de Pedro, y quiero que pasemos algo de tiempo aquí. La quinta actitud espiritual que es esencial para el crecimiento la vamos a llamar, una actitud de defensa vigilante. Una actitud de defensa vigilante.
Observe el versículo 8, la razón por la que debemos tener nuestras propiedades en el lugar correcto, la razón por la que necesitamos confiar en Dios, la razón por la que necesitamos humillarnos bajo Su poderosa mano, y la razón por la que necesitamos someternos a aquellos que están en autoridad sobre nosotros y a Dios mismo es porque nuestro adversario el diablo, anda como león rugiente buscando a alguien a quien devorar.
Pedro dice: “Estén alertas. Estén alertas.” No solo con una mente sobria, no solo teniendo sus prioridades en el lugar correcto, sino vigilantes. Es un imperativo aoristo, manténganse despiertos. Estén listos. Estén alertas. ¡Cuidado! Ahora, la confianza fuerte en la mano poderosa de Dios, la confianza fuerte en el cuidado de Dios, la confianza fuerte de que podamos echar toda nuestra ansiedad sobre Él. No significa descuido, y no significa entregarnos a nuestros deseos. No significa que debido a que confiamos en Dios y debido a que echamos toda nuestra ansiedad sobre Él, que nos volvemos descuidados y flojos y bajamos nuestra guardia, o nos volveremos víctima del enemigo.
Las fuerzas exteriores que vienen contra nosotros demandan que estemos alertas, que seamos vigilantes. El enemigo por cierto es muy sutil, según 2 Corintios capítulo 11, él se disfraza a sí mismo como ángel de luz, y sus ministros como ángel de luz. Él rara vez se presenta a sí mismo por quien es él. Él casi siempre se enmascara como una personalidad religiosa, casi siempre esforzándose de alguna manera, de cierta manera, poder abordarlo a usted de manera sutil para que no pueda reconocer la realidad de quien es él.
Pero descubramos de él, descubramos porque es tan, tan importante estar alertas. Su adversario, vuestro adversario el diablo. Eso nos presenta el enemigo en la batalla espiritual. Una asignación muy personal, por cierto, vuestro adversario el diablo. Él no solo es el adversario de Dios, él no solo es el adversario de los ángeles santos, sino que también es su adversario. Adversario, por cierto, es una palabra griega legal, que significa el adversario legal en una demanda, en un sentido técnico. En un sentido general significa cualquier enemigo.
Entonces usted tiene un enemigo. Y más vale que esté alerta. Aunque puede confiar en Dios y encomendarse a Dios, necesita estar alerta al enemigo en general. El enemigo aquí es llamado el diablo, diábolos, calumniador. El término diábolos, o calumniador significa un enemigo malo que calumnia. Incluso puede ir más allá de eso y referirse a un enemigo malo que ataca. Él también es llamado destructor, él es llamado calumniador, él es al acusador, él es el destructor. Y él anda alrededor como león rugiente buscando a quién devorar.
Él siempre está activo y él siempre está buscando una oportunidad para abrumarlos. Su objetivo es sembrar discordia, romper la comunión, acusar a los hombres ante Dios, acusar a Dios ante los hombres, acusar a los hombres entre sí, atacar la confianza, callar la confesión, hacernos que dejemos de servir a Dios. Él siempre está detrás de nosotros. Él es llamado en el evangelio de Juan, tres veces, el príncipe de este mundo. Él manda el sistema humano.
Entonces, conforme él anda alrededor buscando a quien devorar, no es que usted tiene que estar en contacto con él de manera individual para volverse su presa, porque él dirige una esfera entera de seres demoniacos y él dirige, controla al sistema del mundo entero. Y entonces, desde su asiento como el príncipe del mundo, él dirige un ambiente que en sí mismo puede devorarnos. Él también es llamado el príncipe de la potestad del aire, por Pablo, en Efesios capítulo 2. La potestad o poder del aire significa el poder demoniaco sobrenatural que existe en el universo. Él manda eso de tal manera que manda el sistema humano, el cosmos, el mundo, la esfera sobrenatural en la que los demonios se mueven.
Entonces él de manera individual y él mediante sus demonios y mediante su sistema, anda alrededor como león rugiente queriendo devorar a alguien. Esa afirmación, por cierto, es un recordatorio de Job capítulo 1. En Job capítulo 1, recordará que Satanás vino a la presencia del Señor, y el Señor le dijo a Satanás, versículo 7, escuche esto: “¿De dónde vienes? Entonces Satanás respondió a Jehová y dijo: De andar en la tierra y de caminar por ella.” ¿En serio? ¿Por qué está haciendo él eso? ¿Por qué anda alrededor en la tierra y caminando sobre ella? Pedro lo responde. Él anda alrededor como león rugiente buscando, ¿qué? A quién devorar. Él está en la tierra buscando víctimas, es una batalla espiritual real.
Y Jehová le dijo a Satanás, Job 1:8 “¿No has considerado a mi siervo Job? ¿quieres tratar de masticarlo a ver si cae? ¿quieres tratar de devorar a Job? No hay ningún otro como él en la tierra. Varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.” Y Satanás dice: “Déjamelo y te voy a mostrar cuán fuerte es su fe.” Entonces Dios le dijo: “Muy bien. Adelante.” Y usted conoce la historia, no importa lo que pasó en la vida de Job, Satanás no pudo devorarlo. Job dijo: “Aunque me matare, en Él confiaré.” Y Job dijo: “Jehová dio y Jehová quitó, bendito sea el nombre de Jehová.”
Y el Señor le quitó todo, todo lo que poseía su propiedad, le quitó todos sus hijos, le quitó toda su riqueza, todos sus animales. Pero lo único que el Señor le dejó fue su esposa y creo que hubieron algunos días en los que él hubiera preferido cambiarla por alguien más, porque ella siempre le estaba diciendo que maldijera a Dios y muriera. Pero incluso ella, como un instrumento de Satanás, no pudo llevarlo a hacer eso. Pero como puede ver, esa es la estrategia de Satanás, moverse en el mundo para encontrar alguien que pueda consumir.
El andar alrededor como león rugiente es un símbolo de algo feroz en la Escritura. Simplemente le recomiendo el Salmo 22, versículo 3, ese salmo mesiánico hablando de como “los toros de Basán me han rodeado,” refiriéndose a Cristo siendo rodeado por aquellos que lo odiaban en la cruz. Abrieron su boca como un león rugiente. Ese es un retrato de maldad, de una sed por hacer maldad. Esa misma expresión es usada en otros lugares en los Salmos, con la misma intención de uno que quiere atacar. Salmo 104, versículo 21, “Los leones jóvenes rugen tras su presa.”
Entonces Satanás va tras su presa, él sale a consumir, él sale a masticar a alguien. Esa es su meta. En Ezequiel capítulo 22, versículo 25 hay otro principio enriquecedor. En Ezequiel 22:25 dice: “Hay una conspiración de sus profetas en medio de ella. Cómo un león rugiente despedazando a la presa han devorado vidas, han tomado tesoros y cosas preciadas, han dejado muchas viudas en media ella.” Y claro, aquí el juicio de Dios viene sobre los pecados de los líderes de Jerusalén, pero él dice que son como un león rugiente despedazando a su presa.
Entonces, cuando usted ve esa frase, Pedro la está tomando del Antiguo Testamento, cada vez que es usada es vista como algo malo. Satanás está moviéndose, queriendo tomar alguien y literalmente despedazar esa persona, buscando alguien a quien devorar. La meta de Satanás es devastar. Y usted debe entender que el objetivo de su devastación, escuche con mucho cuidado, no son los incrédulos. Por razones obvias, ¿verdad? él ya los posee. Él quería a alguien como Job, quien nombraba el nombre de Dios. Y yo creo que busca a gente que nombran el nombre de Dios queriendo destruir, despedazar, devastar. Aunque obviamente él no puede quitarle su salvación, él puede destruir su vida, él puede destruir su testimonio, él puede devastarlos.
Entonces, dice Pedro, de regreso en 1 Pedro capítulo 5, más vale que estén alerta, porque tienen un adversario personal, un enemigo, el calumniador, diábolos, el destructor, que está moviéndose por toda la tierra con una meta en mente, encontrar a personas que nombran el nombre de Cristo, y queriendo hacerlos trizas y destruirlos. Más vale que estén alertas. En las últimas dos semanas, le he estado hablando a los alumnos de la Universidad Master, del tema de la batalla espiritual. Y debido a que está en mi corazón, y debido a que encaja de manera tan perfecta en este texto, pensé que compartiría con usted algunas de las cosas que he estado enseñándoles.
Si usted quiere la mejor perspectiva en la Biblia, de este asunto de la batalla espiritual, ¿qué es lo que el diablo está haciendo y cómo le voy a responder? ¿cómo voy a enfrentar a este león rugiente? Permítame tomar unos minutos y desviarme a Apocalipsis capítulo 12, Apocalipsis capítulo 12. Éste es el pasaje vital en el asunto de la batalla espiritual. En primer lugar, ¿quiénes son los participantes en la batalla espiritual? ¿quiénes son los participantes en la batalla espiritual?
Encontramos en el versículo 3, del capítulo 12, esta afirmación: “Y otra señal apareció en el cielo. Y he aquí un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos y en sus cabezas había siete diademas.” No voy a entrar en todos los detalles acerca de eso. Es suficiente decir que ese gran dragón rojo es Satanás, es Satanás. Observe el versículo 4, “Y su cola se llevó a la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra.”
¿Qué es esto? Esto es lo que significa cuando Satanás, quien una vez fue Lucifer, el Hijo de la Mañana, quizás sea el más alto de todos los seres angelicales, cuando él se opuso a Dios y él dijo: “Seré como el Altísimo, como se registra en Isaías 14 y Ezequiel 28, él quien era el querubín protector, cuando él decidió que sería levantado con soberbia y ser igual a Dios, Dios lo expulsó del cielo. Pero cuando Dios lo expulsó del cielo, él no se fue solo. Él arrastró a la tercera parte de las estrellas del cielo. ¿Qué significa eso? La tercera parte de los ángeles. Dice usted: ¿Cuántos son esos? No sabemos. Bueno, dice usted, ¿Cuántos ángeles hay?
Bueno eso es difícil de responder. En Apocalipsis 5:11 dice que hay diez mil veces, o diez mil y miles de miles. Dice usted, bueno, eso es simple, entonces lo único que hacemos es multiplicar diez mil veces por diez mil y añadir mil, y añadir mil. No, no. El problema es que el idioma griego no tiene ninguna palabra para ningún número más alto que diez mil, murian, eso es lo más alto que iba en su sistema de números.
De tal manera que cuando dijeron diez mil veces diez mil, estaban diciendo, murian, por murian y realmente era una expresión infinita. Un número incontable de veces y un número incontable de veces y un número incontable de veces, muchos de ellos. Más de diez mil veces diez mil, y miles de miles, esas simplemente son expresiones para el número de ángeles. La tercera parte de ellos cayeron con Satanás. Eso dejó dos terceras partes con Dios.
Ahora, ¿cuál es el estatus de esa tercera parte de los demonios? Permítame decirlo. De todo ese tercio que cayeron hay tres categorías. Categoría número uno. Algunos de ellos están encerrados eternamente. Algunos de ellos están encerrados eternamente. Judas 6 dice que están encerrados en cadenas eternas. Le mostramos en 1 Pedro en nuestro estudio que esos que fueron encerrados en cadenas eternas, fueron encerrados debido al pecado registrado en Génesis 6, cuando habitaron cuerpos humanos, cohabitaron con mujeres, produjeron algún tipo de raza demoniaca y humana que tuvo que ser ahogada en el diluvio. Esos demonios que hicieron eso fueron encerrados en cadenas eternas.
Entonces, en referencia al número de fuerzas, ciertamente están a nuestro favor. Dos terceras partes de los ángeles santos permanecieron santos, una tercera parte cayó. De la tercera parte varios están eternamente encerrados, o encadenados, y entonces no importa, entonces incluso la tercera parte está reducida. Además, algunos de ellos están encerrados temporalmente, según Apocalipsis capítulo 9 y versículo 2 durante el tiempo de la tribulación el infierno va a ser abierto y va a soltar algunos demonios viles, impíos, una descripción de ellos los describe como si fueran ranas inmundas.
Significa que hasta que ese punto llegue algunos de ellos están encerrados ahí. Entendemos eso, porque recordará que cuando Jesús expulsó a los demonios del demoniaco dijeron: “No nos envíes al abismo. No nos envíes al abismo, al lugar de los demonios encerrados.” Algunos están encerrados permanentemente, algunos están encerrados temporalmente. Los que están encerrados temporalmente no va a ser liberados sino hasta el tiempo de la tribulación.
Entonces no andan sueltos en este momento, entonces la tercera parte está aún más reducida. El resto de los demonios que se les permite estar sueltos, son los que conocemos como demonios. Son los principados y potestades, son los gobernadores de las tinieblas, son las fuerzas espirituales de maldad en los lugares celestiales a los que se hace referencia en Efesios 6:12 y luchamos con ellos. Son los que andan tras nosotros.
Entonces, ¿quiénes son los participantes en la batalla espiritual? Satanás, el dragón y sus demonios caídos, pero no están solos, porque llevan a cabo su trabajo mediante seres humanos. Lo dice a la mitad del versículo 4, vea esto: “El dragón estuvo de pie ante la mujer que iba a dar a luz.” ¿Quién es la mujer? Israel. “Para que cuando diera a luz pudiera devorar a su hijo.” ¿Quién es el hijo? Cristo. El Mesías iba a salir de Israel, y Satanás está listo para devorar al niño. ¿Por qué? Él siempre quiere devorar. Él anda por toda la tierra como león rugiente buscando a quien devorar. Él quería también masticar a Job. Mismo patrón. Y estaba listo para destruir al niño. Y lo que es fascinante señalar aquí es como trató de hacer eso, ¿mediante demonios? No. Mediante un ser humano. ¿Cuál fue su nombre? Herodes. Herodes, quien fue y mató a todos los infantes menores de dos años.
Y entonces vemos a un tercer participante en la batalla espiritual: Satanás, demonios, y hombres, que son los instrumentos de Satanás. Son los mentirosos hipócritas que predican las doctrinas demoniacas en 1 Timoteo 4:1 y 2. En Juan 8, no puedo resistir recordarle Juan 8, versículo 44, uno de los pasajes importantes en el Nuevo Testamento, que nos ayuda a entender esto. En Juan 8:44 Jesús dijo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo. Y los deseos de vuestro padre queréis hacer.” Ahí está. Él le dice a esos fariseos, a esos líderes judíos que rechazaron a Dios, ustedes son de su padre el diablo y quieren hacer lo que él quiere.
Entonces, esa es la batalla espiritual ahí, Satanás, demonios y hombres, que son los hijos de Satanás. Esos son los participantes. Ahora, ¿cuál es la estrategia de Satanás? Recuerde ahora, él implementa su estrategia mediante los demonios y mediante personas en el sistema. Mediante los demonios él controla lo sobrenatural. Mediante la gente él controla el cosmos, el sistema del mundo. Esos son los participantes. Por otro lado, usted tiene a Dios, los ángeles santos, y los creyentes. Y eso traza las líneas de batalla, ¿verdad?
Los ángeles santos están peleando contra demonios, ¿sabía usted eso? ¿Sabía usted que Dios tuvo que enviar a Miguel porque Dios envió a Daniel, un mensajero celestial, y un demonio lo detuvo en el aire? Y Dios tuvo que enviar a Miguel, quien es un súper-ángel para bajar ahí y derribar ese demonio, quitarlo del camino para dejar a ese ángel santo seguir con su misión. Hay una batalla que se lleva a cabo en el aire, y desciende hasta nosotros conforme luchamos con los agentes de Satanás que son los seres humanos en este mundo que sirven su reino.
Ahora, ¿cuál es su estrategia? Hemos visto a los participantes, y ¿cuál es su estrategia? Regresemos al versículo 1, Apocalipsis 12, “Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida con el sol, la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas y ella estaba embarazada. Ella clamó, estando en trabajo de parto para dar a luz.” Versículo 5, “Ella dio a luz un hijo, un niño varón que debe gobernar a todas las naciones con vara de hierro, y su hijo fue arrebatado a Dios y a su trono.”
¿Quién es esa? Esa es Israel, dando a luz a Cristo. ¿Pero cuál fue la primera estrategia de Satanás? Devorar al niño. La primera estrategia en la batalla de Satanás es oponerse a Cristo, oponerse a Cristo. Él todavía lo hace. Él todavía lo hace. Él lo hizo antes de que Cristo naciera. Él trató de acabar con la línea davídica. Él siempre ha tratado de hacerlo. Él trató de matar al niño usando a Herodes, después él trató de hacer que el niño, Cristo, doblara sus rodillas ante él, se volviera el siervo de Satanás y por lo tanto acabara con su obra mesiánica y condenara a la raza humana para siempre.
Él envió a un hombre llamado Antíoco Epífanes, quien fue un agente de Satanás, ciertamente poseído por demonios, con el propósito de destruir al pueblo de Dios. Él envió a un hombre llamado Adolfo Hitler, quien se nos dice por los historiadores que cuando él hablaba en público usaba una voz que no era de él, quien estaba profundamente involucrado con el misticismo, el ocultismo, los monjes negros tibetanos, quien estuvo en contacto con espíritus de médiums y fuentes demoniacas. Y fue un agente de Satanás que trató de destruir al pueblo judío para que el pacto de Israel nunca pueda ser cumplido y de esta manera los propósitos de Cristo fueran destruidos.
Eso nos lleva entonces al segundo objetivo, Israel. Versículo 6, “Y la mujer,” quien era Israel en este escenario, “huyó al desierto, en dónde ella tenía un lugar preparado por Dios para que pueda ser nutrida por mil doscientos sesenta días.” Esa es una mitad de la tribulación de siete años, y durante esa mitad de la tribulación de siete años, el anticristo, quien es el agente de Satanás sale a destruir a los judíos, y Dios tiene que esconderlos y protegerlos. Siempre ha sido el primer objetivo de Satanás oponerse a Cristo. Segundo objetivo, oponerse a Israel. Acabar con el Mesías, acabar con el pueblo del Mesías.
En tercer lugar, Satanás va tras los ángeles santos. Versículo 7, “Hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles, en una batalla con el dragón, y el dragón y sus ángeles en una batalla.” Y no fueron lo suficientemente fuertes. Amén. Y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Cómo Satanás cayó inicialmente él se llevó a su tercera parte, quienes estuvieron de acuerdo con su rebelión. Y estuvieron en guerra con Miguel, quién siempre es el súper-ángel, el comandante en jefe. Miguel y sus ángeles lo expulsaron del cielo.
El versículo 9 nos lleva al siguiente paso. El cuarto objetivo en la estrategia de la batalla espiritual son los creyentes. Él fue expulsado a la tierra, dice el versículo 9, él engaña al mundo entero, y sus ángeles fueron expulsados con él, y entonces aquí están construyendo su sistema de engaño. Y después versículo 17, “Y el dragón estaba enfurecido con la mujer,” Israel, “y salió a hacer guerra con el resto de su descendencia. ¿Quiénes eran? Aquellos que guardan los mandamientos de Dios, y que se aferran al testimonio de Jesús, creyentes.
Ahora, si usted tiene alguna duda acerca de la batalla espiritual, aquí está. Satanás, demonios, hijos del diablo, el mundo no regenerado, están peleando contra Dios, los ángeles santos y los creyentes. La estrategia de Satanás es oponerse y atacar el nombre de Cristo y destruir su nombre, destruir sus virtudes, destruir cualquier cosa que nombra Su nombre para que pueda desacreditarlo y hacer que la gente le de la espalda.
Atacar a Israel, hacer lo que pueda por destruir esa nación para que no haya pueblo de pacto y no pueda haber un reino profético. Pelear contra los ángeles santos, destruirlos, despedazarlos para que pueda gobernar el universo. Y finalmente pelear contra creyentes, aquellos que guardan los mandamientos de Dios y se aferran al testimonio de Jesús. Y esa es la razón por la que dice en Efesios 6, que luchamos contra principados y potestades, los gobernadores de las tinieblas, impiedad espiritual en los lugares celestiales.
Le he contado en el pasado, en ocasión cuando los demonios estaban gritándome diciéndome que saliera de la habitación porque no querían tener nada que ver conmigo. Esa experiencia nunca la olvidaré. Regreso a ella con mucha frecuencia para recordar que incluso los demonios saben de qué lado estoy. Eso es muy alentador. Hay una batalla real en ese punto. Ahora, ¿cuál es el problema de la batalla? ¿cómo opera? Permítame llevarlo en mayor profundidad en eso.
Primer lugar, ¿cómo es que Satanás trata con los no-cristianos? Afirmado de manera simple en Apocalipsis capítulo 12, versículo 9, “los engaña.” Él desciende y engaña al mundo entero. “Él ciega sus mentes,” 2 Corintios 4:3-4 “para que la luz del evangelio glorioso no les brille.” Él los engaña mediante la ignorancia, incredulidad, religión falsa, amor al pecado, gratificación carnal. Él los engaña mediante desarrollar el cosmos de un sistema que se ve atractivo, llamativo, placentero, satisfactorio. Y él los ataca mediante los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida.
¿Qué es los deseos de los ojos? Lo veo lo quiero. ¿Qué es los deseos de la carne? Lo siento lo quiero. Y la vanagloria de la vida. Y él se mueve desarrollando un sistema engañoso. Cuándo los incrédulos pecan no es que Satanás está ahí haciéndolos pecar, es que Satanás ha desarrollado el sistema que está infectado de sus demonios, que siguen haciendo que se mueva por su camino infernal, engañoso, y hace de la raza humana, victimas, y puede volverse bastante severo.
Permítame darle una ilustración. Vaya a su Biblia a 1 Samuel capítulo 16, versículo 12. David vino. Y David era rubio, masculino, hermoso de ojos y de buen parecer. “Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá. El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.”
Este venid e irse del Espíritu Santo no es lo que es paralelo al Nuevo Testamento. Éste es el movimiento del Espíritu Santo en una vida para una responsabilidad de liderazgo específica y autoridad. Cuándo una persona era colocada en la posición de administrar al pueblo de Dios, administrar por encima del pueblo de Dios, cuando a un profeta se le dio la oportunidad única de hablar la Palabra de Dios, el Espíritu venía de una manera especial. Y mientras que Saúl había gobernado, por así decirlo, en nombre de Dios sobre el pueblo de Israel, el Espíritu estuvo sobre él para dirigirlo, y guiarlo para hacer las cosas correctas.
No necesariamente tenía que ser un creyente, incluso Ciro fue el siervo de Jehová movido por el Espíritu Santo, como un pagano, para hacer lo que hizo al liberar al pueblo de Israel de la cautividad. Pero una vez que el Espíritu de Jehová dejó a Saúl, un espíritu malo, escuche esto, de Jehová, lo atormentaba. Dice usted, ¿acaso el Señor está enviando espíritus malos? No, pero lo que el escritor quiere decir es que el espíritu malo vino sobre ese hombre, bajo el permiso de Dios, porque si Dios hubiera querido detenerlo lo podría haber detenido. Cuando ese espíritu malo vino a la vida de Saúl, porque él había abierto su corazón a ese espíritu malo, porque él estaba enojado, era un hombre soberbio, cada vez que hay ese tipo de pecado en su vida, hay un acceso. Él se volvió increíblemente impío, increíblemente impío. Y aquí vemos lo peor que puede pasar cuando una persona da lugar a Satanás.
Él comenzó a tomar decisiones impulsivas, torpes, él comenzó a tomar decisiones malas, el menospreció la autoridad del profeta de Dios, él se volvió un dictador. Él incluso invadió la función sacerdotal pensando que él podía funcionar como sacerdote, aunque Dios había prohibido de manera especifica eso. Él fue atormentado por este demonio, él fue poseído por demonios, él se volvió una persona loca, él se volvió un homicida en serie, masacrando a un grupo enorme de sacerdotes. Él estaba tan fuera de control que él se desnudó y cayó sobre el suelo, y se humilló a sí mismo. Él terminó consultando una médium, poniéndose en contacto con los demonios, y en últimas cometió suicidio.
Triste. Trágico. Pero así es como Satanás puede entrar a la vida de una persona. Creo que los asilos para gente que tiene problemas mentales y los hospitales mentales están llenos de personas, hoy día, que no tienen diagnostico psicológico porque literalmente están controlados por demonios. Y creo que las cosas que vemos que vemos en nuestra sociedad en la actualidad, la locura, los homicidios masivos, el involucramiento en el ocultismo, el suicidio, con mucha frecuencia están relacionados a involucramiento demoniaco. Cuándo un hombre se vuelve bajo, impío, un hombre que está carente del espíritu de Dios y quien da lugar a las potestades demoniacas, no hay manera de decir que tan malo puede llegar a ser ese hombre.
Hay otro hombre así que necesita su atención, en el Nuevo Testamento. Su nombre es Judas. Vea Juan 13. Juan 13, versículo 27. Una de las afirmaciones más aterradoras en todo el Nuevo Testamento, Juan 13:27. “Y después del bocado que Jesús le entregó a Judas en la última cena, Satanás entró en él.” Queridos amigos, ese es el acontecimiento más trágico que jamás se ha llevado a cabo en la vida horrenda de ese hombre. Satanás entró en él.
De regreso a Lucas 22:3, “Y Satanás entró a Judas, quien era llamado Iscariote y se fue y acordó con los principales sacerdotes y oficiales como podía entregarlo a ellos. Y les dio gusto, y estuvieron de acuerdo en darles dinero.” Satanás entró en Judas, ¿por qué? Para oponerse a Cristo, para matar a Cristo. Todavía está tratando de hacer lo mismo. Eso es lo peor. ¿Y que hizo Judas? Se volvió tan bajo que vendió al hermoso Hijo de Dios por algo de dinero, un puñado de dinero, y después salió y trató de manera no exitosa incluso de ahorcarse. Y él ni siquiera sabía cómo hacer eso muy bien, se rompió la cuerda y terminó ahí con todas sus entrañas por todas las rocas en las que él aterrizó. Cometió suicidio.
Homicidio masivo, involucramiento en el ocultismo, suicidio, locura, ese es el tipo de cosas que son producidas por Satanás y sus demonios. Y hace eso en las vidas de aquellos que son sus propios hijos, cuando piensa que él puede oponerse a Cristo de esa manera, oponerse a Israel, oponerse a los ángeles santos en maneras en que nunca entenderemos, u oponerse a los propósitos de Dios para los creyentes.
Ahora, pero ¿cómo es que él ataca a los cristianos? ¿Cómo es que él ataca a aquellos que creen? ¿Cómo anda alrededor como león rugiente buscando a quien devorar entre nosotros? Bueno, el sistema viene a nosotros mediante las mismas tres puertas, 1 Juan 2:15-17, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Esas son las únicas tres maneras en las que nos apela. Si quiere una simplificación real de la batalla espiritual, se reduce a tres cosas, desear lo que usted ve, desearlo debido a lo que usted siente, y soberbia. Siempre es la única estrategia de Satanás.
La gente dice, “Bueno, no, Satanás no puede tener nada que ver con un cristiano.” Eso no es verdad, eso no es verdad. Hay varias maneras en las que Satanás puede involucrarse en la vida de un creyente. Puede darle algo de entendimiento en esto. Siga esto con mucho cuidado. En primer lugar, algunas veces Dios permite que Satanás ataque a un creyente. Es correcto. Dios va a permitir que Satanás ataque a un creyente de una manera muy íntima. Y cuando digo Satanás, quiero decir Satanás y todo su ejército de demonios. Por ejemplo, Job, Satanás viene delante de Dios y él anda alrededor como señalé, buscando alguien a quien devorar. Y el Señor dice: “Porque no tratas de tragarte a Job. No hay nadie como él. Él es el mejor hombre sobre la tierra.”
¿Oyó usted eso? Él era el mejor hombre sobre la tierra y a Satanás se le permitió tenerlo. ¿Oyó eso? ¿Sabe usted que incluso como creyente puede haber ocasiones cuando Dios permite que el diablo, para sus propios propósitos vaya detrás de usted? Satanás dijo: “Bueno, ¿acaso Job teme a Dios por nada? Claro que te teme, ve todas las cosas que le has dado. Él tiene una esposa y todos esos hijos, y tiene todos esos rebaños y toda esa propiedad y él es hombre más rico en el mundo. ¡Claro que te teme! Le has puesto cerco a su alrededor, haz bendecido el trabajo de sus manos, sus posesiones se han incrementado. Te voy a decir una cosa, quita Tu mano, y toca todo lo que tiene y va a maldecirte de frente. No es nada más que un amigo temporal.”
“Muy bien,” el Señor dijo: “Satanás, todo lo que tiene está en tu mano. Nada más que no lo puedes matar.” Entonces Satanás partió de la presencia de Jehová y salió y le quitó todo lo que tenía. Increíble. Mató a su familia. Le quitó todo. Job dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó, bendito sea el nombre de Jehová.” No cambió su fe en absoluto.
Satanás trató de masticarlo y devorarlo y no lo pudo hacer. Los capítulos 3 al 10 relatan la tristeza de Job, y después tiene muchos capítulos que relatan el trato bien intencionado de sus amigos, por explicar lo que estaba pasando en ignorancia total. No tenían idea de lo que estaban hablando. Finalmente, al fin mismo, él dice: “Sé en que consiste esto Dios, de oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven y me arrepiento en polvo y ceniza.” Dice, tengo una visión de Dios que no habría tenido si no hubiera sido por esto. Dios tenía algo positivo en mente.
Dice usted, ¿cuál fue el propósito de Dios? Creo que fue doble. Número uno, mostrarle a Satanás la fortaleza de la salvación. Se da cuenta, no es cierto de que Job vivió en la época patriarcal, ahí en el tiempo de Génesis. Entonces desde el principio en el plan redentor de Dios Él quería mostrarle a Satanás cuán fuerte era la salvación, cuán fuerte era la fe. Y Él dijo: “Muy bien, adelante. Es tuyo.” Y Satanás no pudo tocarlo de manera eficaz. Él fue una lección para Satanás. Cómo puede ver, algunas veces Dios está haciendo cosas con Satanás que nos involucran. Pero creo que hubo un asunto secundario aquí. Creo que Él estaba fortaleciendo a Job, ¿no cree? Y cuándo todo fue dicho y hecho, Job era un hombre más fuerte de lo que él habría sido.
Entonces, algunas veces Dios le permite a Satanás que vaya tras un creyente por algún propósito divino para enseñarle un punto a Satanás a nivel que ni siquiera entendemos. Y algunas veces Dios le permite a Satanás ir tras un creyente simplemente para hacerlo pasar por el tipo de pruebas que lo hace aún más fuerte. ¿Qué hay acerca de Pablo? En 2 Corintios capítulo 12, el apóstol Pablo dice esto, versículo 7, “Oigan, he recibido muchas grandes revelaciones, he tenido tantas revelaciones.” Sabe usted, él vio al Cristo resucitado tres veces. Tres veces él tuvo visiones del Cristo viviente. Fue arrebatado al tercer cielo. Digo, él tuvo algunas revelaciones sorprendentes.
Entonces, él dijo: “Saben, con todas esas revelaciones podría ser un hombre muy soberbio.” Digo, usted puede ver cómo sería su anuncio espectacular, “vengan y vean al hombre que vio a Cristo tres veces, el hombre que ha estado en el cielo y ha regresado.” Entonces él dice, “Debido a esto,” escuche esto, 2 Corintios 12:7, “Por esta razón, para mantenerme de exaltarme a mí mismo, me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para evitar que me exaltase y tres veces le he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y él dijo: No. Bástate mi gracia. Mi poder se perfecciona en tu debilidad.” Dios dice: “Lo necesitas. Satanás va a aplicártelo, pero te va a mantener humilde.
Entonces, algunas veces Dios deja que Satanás nos haga cosas para humillarnos. ¿Qué acerca de Pedro? Vaya a Lucas 22. En Lucas 22, ésta es una situación sorprendente. Jesús ve a Pedro, Lucas 22:31, Él dice: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha demandado para zarandearos como a trigo.” ¿No es eso sorprendente? Sabe usted, Satanás no puede hacer nada al menos que tenga, ¿qué? permiso. Él tiene que acudir a Dios y decir: “Dios, quiero a Pedro.” Así como Job. Dios conocía la fortaleza de la fe de Pedro. Él le dijo: “Adelante.”
Ahora, Pedro lo enfrentó tan bien como Job, ¿verdad? En tres ocasiones, ¿qué hizo Pedro? Negó a Cristo. Pero Satanás no tuvo la victoria y en Lucas 22:31él dice: “Satanás ha demandado tenerte, pero yo he orado por ti, que tú fe no falte y una vez vuelto fortalezcas a tus hermanos.” Cuándo regreses, cuándo te hayas vuelto de tu negación, serás una fortaleza para tus hermanos. ¿Por qué? Porque abras pasado por una lucha con Satanás, y podrás mostrarle cómo ganar la victoria.
Entonces Dios permitió que Satanás fuera tras Pedro, colocó a Pedro en una situación de concesiones terrible, despedazó el compromiso espiritual de Pedro al punto en el que de manera bocal negó a Jesucristo en tres ocasiones. Dios dejó que todo eso pasara, por parte de Satanás, para que Pedro saliera más fuerte, para que pudiera fortalecer a otras personas. Cómo puede ver, Dios tiene propósitos para liberar a Satanás algunas veces en nuestras vidas.
Observe Apocalipsis capítulo 2. Apocalipsis capítulo 2. “Yo conozco tu tribulación,” Él le dice a la iglesia de Esmirna, es una buena iglesia pequeña. “Yo conozco tu pobreza,” tú eres una iglesia pobre y haz tenido muchos problemas. “Y la blasfemia de aquellos que dicen que son judíos y no lo son, sino son sinagoga de Satanás. No temas lo que estás a punto de sufrir. Y aquí el diablo está a punto de echar a algunos de ustedes en la cárcel.” Ahora ahí está de nuevo, aquí está esta pequeña iglesia en Esmirna, y el diablo quería masticarlos y escupirlos también. Dios dice: “Muy bien. Adelante.” Y el diablo va a descender, él dice, y va a arrojar a algunos de ustedes a la cárcel. Va a ser un tiempo corto de tribulación, diez días, “simplemente sean fieles hasta la muerte y les daré la corona de vida.”
Dice usted, ¿por qué Dios le permitió a Satanás que descendiera y arrojara a esos creyentes en Esmirna a la cárcel? Quizás para probarlos, quizás para probar su fortaleza espiritual, quizás para mostrarle a Satanás una vez la fortaleza de la fe, la misma lección que presentó con Job, la misma lección que presentó con Pablo, la misma lección que presentó con Pedro. ¿Qué hay acerca de Apocalipsis capítulo 6? En Apocalipsis capítulo 6, versículo 10, usted tiene a los santos que fueron matados como mártires durante la tribulación. Están clamando: “Señor,” versículo 10, ¿hasta cuándo, Santo y Verdadero te tardarás de juzgar y vengar nuestra sangre en aquellos que moran sobre la tierra?
Aquí están los santos de la tribulación, y ¿qué están diciendo? Señor, están diciendo, el diablo está ahí afuera, a través del anticristo, matándonos a todos nosotros, ¿hasta cuándo vas a dejar que esto siga? Literalmente fueron matados por la mano del anticristo, matados por la mano del anticristo. fueron víctimas de Satanás mediante el anticristo, y eso está por venir en el futuro. Y dicen, ¿hasta cuándo vas a dejar que siga? Bien podría ser que Dios, incluso, va a dejar que Satanás mate a creyentes para cumplir propósitos divinos.
Ahora, eso es positivo. ¿Qué acerca de lo negativo? ¿Acaso Dios en algún punto deja que Satanás vaya atrás de usted por razones negativas? Seguro. Seguro. Vea Hechos 5. Aquí hay una situación negativa. Esto no fue para presentar una lección acerca de la fortaleza de la fe. Ananías y Safira dijeron que iban a vender alguna propiedad, darle todo el dinero a Dios, vendieron la propiedad y no le dieron el dinero a Dios, y entonces mintieron. Pedro dijo, versículo 3, Hechos 5, “Ananías, porque Satanás ha llenado tu corazón para mentir al Espíritu Santo.” Ananías y Safira mintieron, porque Satanás llenó su corazón. Lo cual significa antes que llegaran a mentir habría algo de impiedad en su vida, habían dado lugar a Satanás y Dios dejó que Satanás entrara, no para mostrar la fortaleza de su fe, sino para probar que eran pecaminosos, y para presentar una lección muy fuerte.
¿Sabe usted lo que pasó? Después de eso murieron en frente de la iglesia. Cayeron muertos. Dios los mató ahí. Dejó que Satanás entrara en su vida, y después los ejecutó debido a su pecado. Y la iglesia entera concluyó, “Más vale que no le mientan al Espíritu Santo.” Algo serio. Observe 1 Corintios, capítulo 5. 1 Corintios capítulo 5, versículo 1 dice: “Se dice que entre nosotros hay inmoralidad.” Pecado sexual.
¿Y qué tipo de inmoralidad? “la que ni siquiera existe entre los paganos.” Incesto. Alguien tiene la esposa de su padre. O era su madre o su madrastra. Aquí estaba un hijo, teniendo algún tipo de relación sexual con la esposa de su padre, su madre o madrastra. “No solo eso, son arrogantes, no han llorado, ni siquiera están tratando esto.” Versículo 5, Pablo dice, “He decidido entregar a ese hombre a Satanás para la destrucción de su carne.” La destrucción de su carne, “para que su espíritu sea salvo.” Algunas veces, escuche, Dios coloca a Satanás detrás de alguien que se llama a sí mismo cristiano, para juzgarlo, para destruirlo.
Entonces, bien podría haber sido que esta persona que estaba haciendo esto, fue entregada a Satanás y en la protección de Dios y su carne fue destruida de una manera terrible con las enfermedades que vienen en aquellos que son sexualmente promiscuos. Observe Apocalipsis capítulo 2, y vamos a terminar esto y concluirlo la próxima vez. Apocalipsis capítulo 2, versículo 19, él escribe a la iglesia en Tiatira, éste es nuestro Señor escribiéndole a la ciudad de Tiatira en Asia Menor, Él dice: “Conozco tus obras,” versículo 19, “amor, fe, servicio, perseverancia,” demás. Digo, tienes muchas cosas a tu favor, pero Él dice: “Tengo algo contra ti, toleras esa mujer Jezabel, esta mujer le permites que entre a tu iglesia y sea una profetiza. Ella enseña y guía a mis siervos, los desvía para que cometan actos de inmoralidad y comer cosas sacrificadas a los ídolos.”
Ella los tiene metido en pecado sexual e idolatría, le he dado tiempo de arrepentirse, ella no quiere arrepentirse. Ella quiere irse a la cama. La voy a meter a la cama. Muy bien, versículo 22, la voy a meter a la cama, voy a colocar a aquellos que cometen adulterio en la cama con ella, sino se arrepienten voy a matar a sus hijos con pestilencia, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriño la mente y el corazón. Y le daré a cada uno de vosotros conforme a vuestras obras. Pero os digo al resto que están en Tiatira, que no se aferren a esta enseñanza.” Escuche esto, “que no han conocido las cosas profundas de Satanás.” ¿Cuáles son las coas profundas de Satanás? Las cosas siendo enseñadas por esta mujer, inmoralidad, pecado sexual, idolatría. Entonces él dijo: Les voy a dar lo que merecen. Están metidos en las cosas profundas de Satanás, y les va a costar su vida.
Y después estuvieron los líderes en Éfeso, finalmente. 1 Timoteo capítulo 1, versículo 20. 1 Timoteo capítulo 1, versículo 20, él dice: “Entre estos falsos maestros, aquellos que están en un naufragio de la fe, están Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.” Pablo dice, tomé a Himeneo y Alejandro, dos que eran pastores en la iglesia en Éfeso, porque estaban haciendo un naufragio de la fe, y los entregué a Satanás para que aprendieran a no blasfemar. Los entregué a Satanás simplemente significa que Dios quita sus manos de protección y deja que Satanás haga lo que quiera. Y lo voy a decir, en este momento cuándo Dios hace eso, Satanás va a tomar un individuo que dice ser un predicador de Cristo, y va a hacer una burla de él. Lo hemos visto en nuestra sociedad. Creo que lo hemos visto en la actualidad, creo que hemos visto predicadores entregados a Satanás.
Entonces, Dios tiene algunos propósitos en mente. Algunas veces Él nos entrega a Satanás por buenas razones, para enseñarle a Satanás la fortaleza de la fe, para hacernos más fuertes, para hacernos conocer lo mejor. Algunas veces, a personas que nombran Su nombre, los entrega a Satanás para destruirlos, para castigarlos, para disciplinarlos. Entonces, por el diseño santo, soberano de Dios, Satanás y sus demonios se involucran en nuestra vida. Algunas veces para probar que somos verdaderos, algunas veces para castigarnos. No piense ni por un minuto de que no estamos luchando en combate con estos seres espirituales, porque lo estamos haciendo.
Ahora, ¿cómo se acercan a nosotros y cómo los enfrentamos? Eso es para la próxima vez. Se acabó el tiempo. Pero, ¿puedo tan solo repetir una cosa que Pedro dijo? Esté alerta. Y parte de estar alerta es saber que buscar, ¿verdad? Le voy a decir la próxima vez cómo es que básicamente él ataca a cuatro entidades. Él lo ataca a usted como individuo, él ataca su matrimonio y su familia, él ataca los líderes de su iglesia, y él ataca la unidad del cuerpo. Esos son sus cuatro ataques primordiales. También vamos a descubrir cómo enfrentarlo.
Padre, gracias en esta noche, por un recordatorio de estas cosas básicas que necesitamos conocer acerca de nuestro enemigo. Te agradecemos porque en Jesucristo tenemos la victoria, hemos vencido al mundo mediante nuestra fe. Y hemos vencido al maligno, dice Juan, mediante el conocimiento de la Palabra. Satanás no tiene parte en nosotros en últimas, él no puede condenarnos, él no puede condenarnos al infierno, él solo puede operar con permiso. Pero Señor sabemos que él viene de manera muy sutil, y él quiere destruir. Ayúdanos a estar alerta para ganar la victoria. Que no seamos como Ananías y Safira y el fornicario corintio, los de Tiatira, aquellos que en desobediencia conocieron la disciplina, castigo, la devastación, y el poder sobrenatural de Satanás.
Padre, oramos porque Tú nos bendigas con sabiduría de lo alto para enfrentar al enemigo, para conocer la victoria en el nombre de Cristo. Amén.
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