Estamos estudiando el capítulo 53 de Isaías, Isaías es una profecía en el Antiguo Testamento. Si tiene una Biblia ábrala en Isaías capítulo 53. Y ese es el capítulo que estamos estudiando. Algunos considerarían este el capítulo más grande en el Antiguo Testamento. No hay duda acerca del hecho de que es la profecía más detallada del Mesías que el Antiguo Testamento contiene. Es un capítulo poderoso, poderoso. Tiene que ser considerado frase por frase, si no es que palabra por palabra; debido a su gran impacto y verdad profunda.
Cuando estudiamos juntos este capítulo 53 quiero que se familiarice tanto con él que le sea accesible a usted por la memoria. Y entonces conforme avanzamos, este es el mensaje número cuatro del día de hoy. Y vamos a llegar los versículos 2 y 3 y entonces vamos a tardar algo de tiempo antes de que acabemos con el capítulo entero. Pero en el proceso quiero que esté tan familiarizado con este capítulo que se vuelva parte de la médula de su vida, lo cual entonces causará que usted adore al Señor en maneras que serán frescas y nuevas y ricas y serán una bendición para usted. Pero también tendrá acceso a comunicar las glorias de nuestro Salvador a partir de este capítulo a cualquiera que pregunta.
Entonces escuchemos la lectura de este capítulo Isaías 53. “¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.”
Quiero comenzar con una serie de preguntas y darle un panorama de este capítulo. Vamos a abordarlo a manera de introducción de manera diferente. Para esta mañana una serie de preguntas que nos va a ayudar a entender el panorama general aquí.
¿Cuál es el tema de esta profecía? ¿Cual es el tema de este capítulo? El tema de este capítulo es sufrimiento, sufrimiento horrible, sufrimiento terrible, sufrimiento traumático, sufrimiento agonizante, sufrimiento doloroso y sufrimiento mortal. Es evidente que el sufrimiento es el tema. Versículo 3: varón de dolores, experimentado en quebranto. Versículo 4: sufrió nuestros dolores, llevó él nuestras enfermedades, fue herido por Dios y abatido. Versículo 5: fue herido, fue molido, fue castigado. Versículo 6: Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Versículo 7: angustiado, afligido, como cordero fue llevado al matadero. Versículo 8: experimentó cárcel, juicio, fue cortado de la tierra de los vivientes. Todo esto indica que esta es una experiencia terrible, terrible de sufrimiento. El versículo 10 repite que él fue quebrantado, fue sujetado a padecimiento. El versículo 11 habla de la aflicción de su alma.
¿Quién puede llevar un sufrimiento de esta magnitud, un sufrimiento tan enorme? Bueno, usted podrá decir, “Supongo que en algún lugar alguien merece sufrir así.” Pero eso lleva a una segunda pregunta, ¿acaso fue el sufrimiento merecido? ¿Acaso esta persona que está siendo descrita aquí es merecedora de este tipo de sufrimiento incansable? La respuesta a la pregunta es no. No, el sufrimiento no fue merecido por el que sufrió. Regrese el versículo 9 por un momento, “Aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca.” Lo que está en la boca es lo que está en el corazón porque de la abundancia del corazón habla la boca. Entonces no hubo nada en la boca de maldad ni engaño porque no hubo nada en el corazón. De hecho avanzando más allá de eso él es identificado en el versículo 11, “Esta persona que sufrió como el justo.”
Esta es una profecía de alguien que sufre, de un sufrimiento horrendo, terrible. ¿Acaso el sufrimiento fue merecido? No.
Eso lleva una tercera pregunta, ¿acaso Dios intentó proteger al justo que sufrió? La respuesta es no. El versículo 10 dice, “Jehová quiso quebrantarlo sujetándole a padecimiento.” Es una historia sorprendente; sufrimiento sin paralelos, sufrimiento inmerecido por parte de una persona justa que sufrió quien no es protegido por un Dios justo.
Lo cual nos lleva a la cuarta pregunta, ¿acaso es esa una falla por parte de Dios? ¿Es eso incoherente con la naturaleza justa de Dios? El no proteger a un hombre justo de dicho sufrimiento. ¿Es coherente con la naturaleza justa de Dios dejar que este hombre sufra? La respuesta es sí, sí. Debido a lo que leemos comenzando en el versículo 5, “Él fue herido por nuestras rebeliones. Él fue molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él. Y por su llaga fuimos nosotros curados.” Versículo 6, “Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” Al final del versículo 8, “Y por la rebelión de mi pueblo fue herido, porque fue cortado de la tierra de los vivientes y por la rebelión de mi pueblo fue herido.” Versículo 11, “Llevará las iniquidades de ellos.” Versículo 12, “Habiendo él llevado el pecado de muchos.” Él es alguien que sufre de manera vicaría. Él es alguien que sufre de manera sustitutiva. Él está sufriendo no por sus propios pecados sino por los pecados de otros.
Lo cual lleva a otra pregunta, ¿por qué es que un hombre haría eso? ¿Por qué es que algún hombre que es justo sufriría de manera tan horrible sin ser protegido por Dios y después sufriría de manera vicaría por los pecados que él no cometió sino por los pecados de otros? La respuesta es, porque él estuvo dispuesto, porque él quiso hacer eso, sí. Versículo 10, “Cuando haya puesto su vida en la expiación por el pecado. Él se entregó a sí mismo como una ofrenda por la culpa, una ofrenda por los culpables.” Sí. Versículo 12, “Él derramó su vida hasta la muerte.” Qué persona tan sorprendente que quiso sufrir tanto, sufrir de manera inmerecida, sufrir sin la protección de un Dios justo; aunque él fue justo, sufrir de manera vicaría, sufrir con disposición. ¿Por qué?
Esa es la siguiente pregunta, ¿por qué es que él haría esto? ¿Cuál es el resultado? En primer lugar en el versículo 11 él al hacer esto justificará a muchos.” Esto es, él mediante su sufrimiento hará de muchos justos y él será exaltado. Como resultado de su angustia, versículo 11, “Él verá luz.” Eso es lo que ese versículo significa. Él verá luz, él verá la vida, él será satisfecho. Y versículo 12, “Él tendrá parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos.” En otras palabras, él será recompensado, él será exaltado.
¿Cómo será exaltado? Bueno, nos acordamos, ¿no es cierto? De regreso al capítulo 52, versículo 13, “Él será engrandecido y exaltado y será puesto muy en alto.” Versículo 15, “Asombrará él a muchas naciones. Los reyes cerrarán ante él la boca porque verán lo que nunca les fue contado y entenderán lo que jamás habían oído.”
¿Quién es este? ¿Quién es este? Bueno, no podría ser ningún otro, ¿más que quien? El Señor Jesucristo. ¿Acaso el mundo no puede ver eso? ¿Acaso el mundo no puede ver esto? Esto es escrito 700 años antes de que Jesús naciera o aproximadamente, lo cual es suficiente evidencia de que Dios es el autor de las escrituras porque solo Dios conoce el futuro a detalle. ¿El mundo como no puede ver esto? Este tiene que ser Jesucristo. Todos estos detalles son cumplidos en Él. Pero de nuevo, el mundo no tiene la Biblia, lee la Biblia, conoce la Biblia.
Entonces cuando vemos digamos a los gentiles, a las naciones del mundo, no necesariamente esperamos que ellos crean en Jesucristo, ellos con no conocen Isaías 53, el Antiguo Testamento, la verdad del Nuevo Testamento, la escritura del relato de Jesús. ¿Pero entonces que hay acerca de los judíos? ¿Qué hay acerca de los judíos? Ellos conocen la historia de Cristo. Si no es por ninguna otra razón que para asegurarse de que todo el mundo sepa que lo rechazaron, eso es parte de ser judío en el mundo, asegurarte de que estés claro en que Jesús no es el Mesías, Jesús no fue el Salvador.
¿Por qué es que los judíos no creyeron en esto? ¿Cómo es que los judíos no toman Isaías 53 y lo colocan contra los evangelios Mateo, Marcos, Lucas y Juan y dicen este solo puede ser Jesús? ¿Por qué es que no hacen eso? Uno de ellos, alguien que ama al Señor Jesús, llamado Mitch Glazer tiene un ministerio llamado El Ministerio del Pueblo Escogido y él ha escrito un artículo en un libro reciente llamado o titulado El Evangelio Según Isaías 53, que es muy interesante. Hay que reconocer que solo un 10% de judíos en el mundo, y hay unos 14 millones, solo un 10% de ellos son ortodoxos; eso significa que ellos escudriñan las escrituras, ellos conocen algo de las escrituras; el resto, el otro 90% a un grado u otro son más bien indiferentes a las escrituras y a la interpretación cuidadosa de las escrituras.
Entonces la mayoría de los judíos, esto es lo que Mitch Glazer dice, “La mayoría de ellos no saben nada del Antiguo Testamento. Isaías o Isaías 53. No lo conocen.” Además él dice, “La mayoría de ellos no creen en la profecía bíblica, no creen en el pecado, no creen en la depravación; lo cual significa una pecaminosidad irreversible que es inherente en ser humano. No creen en la expiación, no creen en el sacrificio, no creen en el derramamiento de sangre por el perdón, no creen en la encarnación, no creen en el rechazo, no creen en el Nuevo Testamento y entonces no creen en Jesús.”
Entonces usted no puede asumir que cuando usted le habla a personas judías acerca del Señor Jesucristo que ellos tienen alguna familiaridad con Isaías 53, los componentes sorprendentes de este capítulo no tienen lugar en su manera de pensar.
Entonces el capítulo comienza al decir, “¿Quien ha creído el mensaje dado a los otros? Ellos admitirán que no lo creyeron.” Es algo sorprendente. El mundo está lleno de gente que no lo cree. Las naciones en su mayoría no lo creen, no creen en el mensaje acerca de Jesucristo, las religiones del mundo fuera de los cristianos verdaderos no creen en el mensaje acerca de Cristo.
¿Y qué mensaje es? Los judíos que lo conocen, Pablo dijo en Romanos 10, “Está en tu boca, está cercano a ti. Tú conoces el relato, tú conoces las afirmaciones de Cristo.” Pero no las creen. Imagínense, no creen en este mensaje. Las buenas noticias del cielo, en donde el amor de Dios lo ha movido a Él a rescatar pecadores del infierno mediante la muerte de Su Hijo. No creen eso.
No creen en el mensaje, las ponen noticias de que un Dios invisible ha enviado a un salvador invisible a esta generación invisible para proveer bendiciones invisibles en un cielo invisible para ser recibidas por una fe invisible.
No creen en las buenas noticias de salvación y perdón para los pecadores del pecado e ira y juicio. No creen en las buenas noticias de un salvador crucificado como un medio de esa salvación.
No creen en las buenas noticias de que hay justicia divina disponible mediante la cual pecadores culpables pueden estar sin temor y santos delante de Dios envuelto en la justicia de Él.
No creen en las buenas noticias de un perdón concedido por el cielo a un pecador sentenciado y encarcelado que puede recibir ese perdón por la fe en Cristo.
No creen en las buenas noticias de que hay un médico que cura a todos los que vienen a él de manera infalible y eterna de todas las enfermedades del alma y lo hace libremente y no rechaza a paciente alguno.
No creen en las buenas noticias de que un banquete ilimitado para almas hambrientas está preparado al cual todos son bienvenidos, Cristo mismo siendo tanto el anfitrión como la comida.
No creen en las buenas noticias de un tesoro sin precio que no puede ser comprado y ha comprado y después ofrecido como un regalo, compuesto de bendiciones inagotables y gozos que nunca se agotan tanto ahora como para siempre para el que recibe el regalo.
No creen en las buenas noticias de una victoria ganada por Jesucristo sobre Satanás, la muerte y el mundo; un triunfo al cual todos los que creen en Él y pueden entrar y participar.
No creen en las buenas noticias de paz eterna con Dios, comparada por la sangre de Cristo y para pecadores indignos y ofensores. Que mensaje como para no creer en Él, pero no lo creen.
Y aquí tiene usted en Isaías 53, como usted sabe, una confesión por parte de los judíos. Las palabras de Isaías 53 hasta el último versículo son las palabras de una generación futura de judíos, la nación de Israel que hará esta confesión y dirá, “No lo creímos.” ¿Quién lo ha creído? Muy pocos, muy pocos. Todo aquel que lo cree, judío gentil, en cualquier punto será salvo. Pero no lo creímos. Ellos confesarán eso.
Ahora recuerde, estamos hablando del hecho de que este capítulo está en el tiempo pasado, todos los verbos están en tiempo pasado. La mayoría de la gente piense que está prediciendo lo que le va a suceder a Jesús. Bueno, hace eso porque lo describe a detalle, su sufrimiento y su muerte y su resurrección y exaltación. Pero todo está en verbos en tiempo pasado, lo cual significa que salta por encima de lo que le sucede a Jesús y mira hacia atrás desde el final de la historia humana cuando Israel finalmente mira al que traspasaron, llorar por él como unigénito. Se dan cuenta de que han rechazado a su Mesías y una fuente de limpieza es abierta a ellos y la salvación viene a la nación de Israel. Mientras tanto hasta ese arrepentimiento nacional cualquiera puede venir a Cristo y ser salvo, pero la nación se arrepentirá en el futuro y será salva. Y cuando lleguen a esa conciencia, en un punto Zacarías dice, “Cuando las naciones del mundo sean congregadas para destruir a Israel, cuando estén rodeados y listos para ser destruidos. En ese punto el Señor vendrá para ser su defensor y serán salvos.”
En el capítulo 59 de Isaías usted tiene un retrato de eso, simplemente me refiero a este, usted tiene un retrato de eso conforme los judíos están diciendo, “Estamos en problemas, nuestras transgresiones se están acumulando. No hay justicia en la tierra. ¿A dónde vamos? ¿Qué hacemos?” Este es un retrato de Israel futuro.
Israel en la actualidad, “¿Cómo nos defendemos a nosotros mismos? El mundo está detrás de nosotros. Dios no viene a ayudarnos.” Y después dice esto en Isaías 59, “Y no hubo hombre para ayudarlos.” No hay líder humano que pueda rescatar a Israel de su castigo por rechazar a Cristo, el cual está llevando a cabo inclusive en la actualidad. El mundo está amenazando su existencia con poder nuclear. Y dice que Dios miró a su alrededor en Isaías 59 y no hubo hombre. Y después el lenguaje más hermoso, Dios responde al hecho de que no hubo alguien que salvará a Israel. Escuché el 59:16, “Vio que no hubo hombre. No hubo alguien que intercediera. Entonces su propio brazo le trajo salvación a él.”
¿Quién es su propio brazo? El Mesías, el brazo del Señor quien es revelado. Entonces su propio brazo. Y esto es dramático. Usted ve al Mesías, el Señor Jesús colocándose la justicia como una coraza, colocándose el yelmo, casco de la salvación, en su cabeza; colocándose atuendo de venganza, vistiéndose de celo como con un manto. Y Él viene, y Él viene a recompensar con ira a los adversarios de Su pueblo; a recompensar a Sus enemigos para que teman el nombre del Señor desde el occidente y su gloria desde donde se levanta el sol. Él vendrá como una torrente de aguas que el viento del Señor lleva.
Entonces usted tiene a Cristo viniendo a salvar a Israel de ser destruidos en el momento en que Él viene a defenderlos en contra de los enemigos que están congregados contra ellos, lo que sucederá es que Él castigará a los impíos. Y versículo 20, “Un redentor vendrá a acción, aquellos que se vuelvan de la transgresión en Jacob. Esa es la hora de su salvación. Él será ese redentor.” Esto sucederá porque Dios prometió en el versículo 21, “Este es mi pacto con ellos, mi espíritu que está sobre vosotros, mis palabras que coloqué en vuestra boca no dejarán vuestra boca o la boca de vuestra descendencia o la boca de la descendencia de vuestra descendencia. Dice el Señor desde ahora y para siempre.” Esa es la salvación de la nación de Israel, la salvación del nuevo pacto. Ellos verán aquel a quien traspasaron. Ellos llorarán, ellos serán salvos.
Y el Señor mismo será el guerrero que los defienda en esa hora, cuando Él envíe al Mesías a su defensa como también para traer su salvación. Cuando ese tiempo venga en el futuro, ahí es cuando ellos mirarán hacia atrás y dirán, “No creímos. El brazo del Señor por inclusive al Mesías mismo, el poder de Dios vino revelado en Él y no lo creemos. No lo creímos.” Harán esta confesión abierta de los horrores de generaciones de incredulidad.
La pregunta entonces que surge, y tomemos esta pregunta cómo nuestro punto de entrada al texto de Isaías 53, ¿por qué rechazaron a Jesucristo? ¿Por qué? Ellos harán esa confesión, ellos nos dirán por qué, le dirán a Dios por qué. Y la confesión que harán en el futuro y que cualquiera que viene a Cristo ahora debe hacer está en los versículos 2 y 3, “Subirá cual renuevo delante de él y como raíz de tierra seca, no hay parecer en él ni hermosura le veremos, más sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos.” Esa es la explicación. Esa es la explicación del por qué los judíos durante generaciones han rechazado a Jesucristo. Esa es la confesión que esa generación futura que se vuelva a Él hará.
Y recuerden, Dios limpiará a los rebeldes de la nación. Zacarías dice, “Y un tercio de los judíos en el mundo – en este punto eso sería quizás 4 o 5 millones de ellos – que confesarán a Jesús como Señor y dirán esta es la razón por la que durante generaciones lo rechazamos.” Tres razones son dadas aquí, tres razones, son razones confesadas.
Número uno – y todas tienen que ver con el menosprecio que vieron hacia Él. Número uno, Él tuvo un origen menospreciable, Él tuvo un origen menospreciable, Él creció cual renuevo delante de Él y como raíz de tierra seca. El creció delante de Él, refiriéndose a Dios, Él estuvo a vista plena de Dios, quien estaba totalmente contento con Él. Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia. Dios vio todo momento de su vida y Dios lo vio conforme Él creció en sabiduría y estatura y favor con Dios y los hombres. Lucas 2:52 lo dice, “Dios estaba completamente atento, observando el crecimiento de Su Hijo encarnado.” Entonces Él está creciendo delante de Dios. Pero cuando nosotros lo vimos – y delante de Dios significa en el placer de Dios, como Dios lo quiso, según el plan de Dios. Pero desde nuestro punto de vista Él fue como un renuevo, como raíz de tierra seca.
Permítame tan solo decir, esta es una sociedad agricultural, estas personas trabajan en la tierra, cultivan cosas, tienen árboles y orquídeas y plantan en la tierra y entonces hay ilustraciones que vienen de esa esfera. Decir que Él es como un renuevo es decir simplemente que Él es un vástago, un retoño; es la palabra hebrea yoné que significa un retoño. Los retoños aparecen y sin cultivo, sin expectativa, lo que usted hace con un retoño para que no extraiga y quite la vida y fruto de las otras ramas es que lo corta; superfluo, pequeño, necesario, irrelevante, insignificante; los retoños aparecen, no están ahí por diseño, no son cuidados no son esperados no son necesarios y son quitados.
A algunos comentaristas les gusta pensar que este árbol de donde viene el retoño es una referencia metafórica a una referencia alegórica o algo así como a la casa de David o lo que sea. Eso realmente es estirarlo de manera innecesaria. Este es lenguaje muy simple, esta es una manera simple de decir que su comienzo fue irrelevante, no fue importante, fue insignificante, no importaba, Él fue un nadie de los medios, de ningún lugar.
Vemos a Jesús, ¿y que vemos? Una familia insignificante, José, María; una ciudad insignificante, Nazaret; fuera de la vida importante. Nacido en un lugar insignificante, en una posada, en un establo colocado en un comedero. Y asistieron a su nacimiento pastores que eran las personas más bajas en la escala social; ningún nacimiento real, ningún estatus social, ninguna nobleza familiar, ninguna educación formal, 30 años como carpintero de Nazaret, ningún contacto con alguien que importaba con la élite, con los importantes. Él es un retoño, Él es irrelevante, es como raíz de tierra seca conforme el sol sale en esa parte del mundo, en el Medio Oriente, la tierra seca y se parte y conforme el suelo se encoge debido a que el agua se evapora, algunas de las raíces comienzan a salir a la superficie, raíces sucias cafés en el suelo seco no cuidadas. Esas serían las raíces de un árbol a quien nadie le importa porque si se preocuparan por él lo estarían regando. De nuevo, es otra manera de decir que Él es innecesario, indeseable, no impresionante, sin valor, no más importante que un retoño o una raíz seca en un lugar seco que nadie cultiva; a quien nadie le importa, que nadie cuida, que nadie riega. Comienzos miserables.
Y después inclusive dijeron cosas como, “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?” Él no ganó nada de su origen familiar. Él no ganó nada de su estatus social. Él no ganó nada de la economía de su familia. Él no ganó nada de sus seguidores. No fueron brillantes, no estaban preparados, no era poderosos, no fueron influyentes, no eran importantes, no hubo un rabino o fariseo o saduceo o sacerdote o escriba, nadie importó. Fueron una multitud de nadies, pescadores primordialmente con unos cuantos otros raros esparcidos ahí como un publicano y un terrorista, no tuvieron posición, no tuvieron dinero. Y en cierta manera se unieron al principio del movimiento ahí pensando que quizás en cierta manera podían ganar la lotería del reino si aguantaban. Pudo haber habido una gran recompensa. Ninguno de ellos tuvo algún mérito que señalar.
Y los judíos vieron eso y dijeron, “Espera un momento, este no puede ser el Mesías porque el Mesías no va a entrar así. Esto no encaja con el perfil que ha sido tan desarrollado a lo largo de los siglos entre los judíos de una llegada gloriosa del Mesías. En Marcos capítulo 6, Él estuvo en Nazaret, Su propia ciudad en donde todos lo conocían. El día de reposo vino y Él comenzó a enseñar en la sinagoga y la gente estaba sorprendida por lo que Él dijo.
¿De dónde obtuvo este hombre estas cosas? Quizás puedo hacer el énfasis de manera diferente, ¿de dónde es que este hombre obtuvo estas cosas? Este nadie, este vástago, esta raíz seca, ¿de dónde es que Él obtuvo estas cosas? ¿Y qué es esta sabiduría dada a Él y estos milagros como estos que Él hace?
Ellos reconocieron su sabiduría, reconocieron las cosas que enseñó, reconocieron los milagros que hizo y después dijeron esto, “¿Acaso no es este el carpintero, el hijo de María y hermano o de Jacobo y José y Judas y Simón? ¿Y acaso sus hermanas no están aquí con nosotros? Y se ofendieron de Él. Se ofendieron de cualquier afirmación que Él hizo de ser su Mesías, a pesar del poder, del poder milagroso que Él desplegó. Entonces menospreciaron sus comienzos, menosprecio hacia su origen.
En segundo lugar, menospreciaron su vida, por lo que Él se volvió, tuvo una vida adulta menospreciable. Él tuvo una vida menospreciable. Regrese de nuevo al versículo 2, “No hay que parecer en él ni hermosura. Le veremos más sin atractivo para que le deseemos.” A ellos les importaba tanto la apariencia, esa es la razón por la que escogieron a Saúl para que fuera su primer rey. Él era más apuesto que cualquier otra persona y era más alto, todavía parece ser una fórmula para el éxito en la actualidad. Pero así fue con Él, con Jesús. Espere un minuto, Él no es tan alto como debiera hacer, Él no sí tan apuesto como debiera ser, Él no se ve también como debiera verse, Él no se ve tan majestuoso como debiera verse. De nuevo, no mucho progreso desde Primera de Samuel capítulo 9 cuando la gente estaba escogiendo Saúl. Nada real acerca de Jesús, nada elevado acerca de Jesús.
De hecho la idea de que Él fue un rey era tan rara y tan desagradable que lo resintieron a tal grado que cuando Pilato al final de su dilema de haber sido chantajeado por los judíos en este asunto con Jesús, chantajeado y amenazado de que si no crucificaba a Jesús le iban a decir a César y él no sobreviviría a otro reporte a César. Él lo sabía. Lo chantajeado y su venganza, su manera de vengarse de estos judíos fue clavar en la parte de arriba de la cruz de Jesús, “Este es Jesús de Nazaret, Rey de los judíos.” Esa fue la venganza de Pilato porque él sabía que esa fue la declaración más repudiable que Jesús hizo. Aunque Él desplegó poder divino y sabiduría divina y verdad divina y gracia divina y santidad, ellos no vieron nada de belleza real en Él, nada atractivo en Él. Habían menospreciado desde el principio su origen, habían menospreciado a la mitad su vida y en tercer lugar, tuvo un fin menospreciable. Él tuvo un fin menospreciable.
Para eso usted va al versículo 3, “Despreciado y desechado entre los hombres. Varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos.” Su final se tiene en vista aquí en las dos líneas de apertura. Ellos no solo menospreciaron su principio y su vida pero especialmente su muerte.
Ahora, recuerde, ellos no pensaban que necesitaban que alguien muriera por sus pecados. Ellos estaban inmersos en la justicia personal, ellos iban a agradar a Dios al ser buenos y religiosos y hacer buenas obras. Y aquí viene este Mesías, este que dice ser el Mesías y el rey. Y en lugar de ser triunfal, en lugar de que su carrera terminara en gloria y majestad y triunfó y victoria y elevación y exaltación. Él es despreciado, menospreciado por los hombres y terminar todo en tristeza y dolor. Ellos pudieron haber visto la muerte de Jesús con todos sus horrores y pudieron haber dicho, “Sabes una cosa, este es el sacrificio que hemos estado esperando. Este es el sacrificio que he retratado cuando Abraham encuentra un carnero ahí en el arbusto para sustituir a su hijo, retrae el cuchillo para no matar a Isaac y mata en lugar de eso al carnero. Este es el cumplimiento de la matanza del Cordero de la Pascua y de colocar la sangre en el dintel y en el marco de la puerta y escapar la ira de Dios porque un Cordero había sido sacrificado. Este es el sacrificio final, el único sacrificio verdadero salvador retratado en los millones de sacrificios que hicieron día tras día tras día conforme animales fueron matados a lo largo de toda su historia.” Ellos pudieron haber hecho eso pero no se veían a sí mismos como pecaminosos y no necesitaban un sacrificio y no necesitaban una expiación y no necesitaban un salvador.
Entonces cuando vieron a su Mesías autoproclamado siendo un varón de dolores y en tristeza su vida terminando como terminó fue menospreciable. Lo rechazaron y entonces lo rechazan ahora porque ellos lo rechazaron en ese entonces. Ellos rechazaron a Jesús porque rechazaron a Jesús. Él fue despreciado, un término fuerte, significa tratar con menosprecio; lo trataron con menosprecio y todavía lo hacen, todavía lo hacen. La palabra hebrea para Jesús es Jeshua, Jeshua; los rabinos a lo largo de los años han cambiado ese nombre al quitar la ‘a’ final y le llaman Jeshu, Jeshu es un acróstico que significa que su nombre sea borrado.
Entonces usted ve en los escritos rabínicos Jeshu, que él sea borrado; lo cual es la manera contemporánea de decir, “No queremos que este hombre reine sobre nosotros.” Lo cual es lo que dijeron cuando gritaron por su crucifixión. Él es llamado por los rabinos el transgresor. Él es llamado por los rabinos el tolui y, el colgado, maldito es todo aquel que es colgado en un árbol. Quizás una de las cosas más molestas es la identificación de Jesús con Benstada y Benpandira, blasfemias. Lo que es eso es esto, la historia real de Jesús dicen los rabinos es la historia de Jeshu dicen ellos, es la historia de un hombre llamado Benpandira y una mujer llamada Miriam Benstada; Benpandira supuestamente su padre y Benstada su madre y su madre alguna mujer llamada Miriam Benstada era una mujer que era estilista que tuvo una relación adúltera con José Benpandira, un mercenario y produjo a Jeshu.
Entonces él es el hijo ilegítimo de una estilista y un mercenario o, quien entonces dicen los rabinos fue a Egipto a aprender artes mágicas y engañó a los hombres. Eso está en el Talmud, todo eso. Los rabinos llamaron su evangelio avonguiyajon en lugar de el evangel, como el evangelista escribiendo la historia verdadera, lo cual significa el escrito pecaminoso. Tienen generaciones de burla hacia Jesús a un grado u otro, claro, entonces fue despreciado.
Dice al principio del versículo 3, dice al final del versículo 3, dos veces, “Él fue despreciado.” Eso continúa. Y después dice que Él fue desechado entre los hombres. Quiero que vea eso; eso quizás no es tan simple como se ve; desechado entre los hombres. No en un sentido general, eso sería venadam, venadam. Eso significa hombres en general. Esto es venish. Lo que eso significa es gobernantes, señores líderes, gente prominente.
¿Entonces qué es lo que el populacho dice? “Miren, comienzo menospreciable, vida menospreciable, final menospreciable en el que ninguna persona importante lo afirmó. Vimos a nuestros líderes y fueron los que estaban pidiendo su sangre.” En Juan 7 hay un testimonio importante acerca de esto; en Juan 7 usted puede verlo digamos en el versículo 45, “Vinieron los oficiales a los principales sacerdotes y dijeron, ¿por qué no quieren a Jesús? Los enviamos a ustedes para tomarlo, para arrestarlo. Tráiganlo a nosotros.” Entonces estos oficiales, la policía del templo dice, “Bueno, jamás hombre ha hablado como este hombre habla. No sabemos qué hacer con él. Simplemente nos impresionó su enseñanza.” Y los fariseos respondieron y dijeron esto, “Ustedes no han sido engañados también, ¿verdad?” Escuchen esto, ninguno de los gobernantes o los fariseos ha creído en él. Juan 7:48, “Nadie importante creyó en él.”
Entonces cuando los judíos miran hacia atrás desde un tiempo futuro van a decir, “Mira, vimos el comienzo de su vida, la mitad de su vida, el final de su vida y no hubo nada en él que lo hiciera atractivo y no encajó con nuestro retrato y después su muerte es tan horrenda, él es rechazado, él es menospreciado. Nadie importante está del lado de él. ¿Qué debemos hacer? Seguimos a nuestros líderes. Nadie de la élite de poder estuvo cercano a él. Ninguno de ellos lo apoyó, ninguno de ellos creyeron en él, unos cuantos que debieron haber creído en él retrocedieron porque el precio era demasiado elevado.
Y hubieron unos cuantos discípulos secretos que se aparecieron más tarde pero la gente de rango no estuvo impresionada. Los principales hombres de su nación, los que sobresalían por encima de la multitud, y era una jerarquía, era una jerarquía determinada y estricta, rígida; la gente estaba aquí abajo los gobernantes tenían el poder y la autoridad y los hombres grandes se alejaron de Él. Él no tuvo a ninguna persona de distinción de lado de Él. Y todavía es la realidad en el mundo, todavía es verdad. Las obras, el poder de Jesús fue atribuido a Satanás; fueron los líderes quienes dijeron, “Él hace lo que hace por los poderes del infierno. Belcebú, Satanás.” Y entonces persiguieron y martirizaron a sus seguidores. Llamaron a los apóstoles apostatas y dijeron son peores que los paganos.
Y en esos primeros años una oración se desarrolló y era así, “Que los seguidores de Jesús sean destruidos repentinamente sin esperanza y borrados del libro de la vida.” Así fue la profundidad del rechazo y la burla. Y Él terminó como un valor de dolores, versículo 3, y experimentado quebranto. Simplemente usted de Su vida y es triste, ese no puede ser el Mesías. En lugar de traerle sufrimiento, en lugar de traer tristeza en los enemigos de Israel y las naciones como los profetas dicen que Él lo iba a hacer, Él mismo es varón de dolores, literalmente dolores pero no dolor externo, dolor de corazón en todas sus formas sería el hebreo de esa palabra. Y después Él estuvo experimentado o familiarizado con el quebranto, tristeza del alma. Él fue una persona triste. Él estuvo triste en el interior.
Usted podría verlo de esta manera, ellos lo vieron como alguien patético, con una tristeza profunda. Él clama, él llora, no hay relato alguno en el Nuevo Testamento que diga que él en algún punto río. ¿Dónde está su gran líder triunfal victorioso, lleno de gozo, emoción, entusiasmo? ¿Quién es este hombre que está quebrantado de corazón llorando, triste, sufriendo dolor? Y claro, encima de eso estuvo el dolor en sí y eso fue tan malo. Versículo 3 dice, y eso fue tan malo que el versículo 3 dice, “Que como que escondimos de él el rostro para cuando él llegó a la Cruz. Él estaba desfigurado más que cualquier otro hombre.” Dice el versículo 14 del capítulo 52, “Una corona de espinas metida en su cabeza, sangre corriendo por su cuerpo, moscas cubriéndolo en su desnudez, colgando en el sol abierto en la cruz, con clavos atravesando sus manos, las marcas de los azotes, con saliva seca en su rostro y en su cuerpo, moretones de los golpes en el rostro y de los golpes con las varas.” La realidad de su sufrimiento simplemente no encaja con el retrato del Mesías.
Ahora recuerde, ellos no necesitaban, pensaban ellos, a un salvador. Y Jesús dijo, “Yo no puedo hacer nada con ustedes porque no vine a llamar a los justos al arrepentimiento.” Él es alguien a quien rechazan de manera total. Entonces Él es alguien de quien los hombres esconden su rostro, alguien tan grotesco, tan deformado, tan feo, tan repudiable que usted ni siquiera lo voltea a ver; es demasiado vergonzoso, es demasiado penoso, es demasiado feo, es demasiado horrible, es demasiado inolvidable. Usted no quiere tener esa imagen en su rostro. Esa es la actitud continua de Israel hace Jesús. Él es horrendo para ellos como un Mesías, despreciable.
Entonces al final del versículo 3, “Fue menospreciado y no lo estimamos.” Esa es una frase muy benigna, esa última, “No lo estimamos.” En español lo que significa es que lo consideramos como nada, lo consideramos como alguien que no existe. Ese es el menosprecio definitivo, “Él es un nadie para nosotros.” Esa es la perspectiva histórica de Jesús por parte de los judíos. Le doy gracias al Señor porque muchas personas judías, una por una están viniendo a Cristo a lo largo de toda esta época de la iglesia y lo están viendo por quien Él realmente es. ¿Y no son buenas noticias que algún día la nación se convertirá y lo verá y hará esta confesión?
Sé que algunas personas podrán decir, “Bueno, esto se oye como algún tipo de anti judío.” No, esta no es una confesión gentil, esta es una confesión de los judíos en el día futuro cuando mirarán hacia atrás y se darán cuenta de lo que han hecho. Esta no es una evaluación gentil de incredulidad judía. Esta es una evaluación judía. Este es un arrepentimiento. Estas son palabras que la nación hablará en su confesión emanando de un corazón quebrantado del peor pecado imaginable de rechazar a Cristo. Y estas son palabras que usted necesita hablar si usted ha estado rechazando a Jesucristo, usted necesita decir estas mismas palabras ahora, judío gentil, sea quien sea usted, para que una fuente de limpieza sea abierta a usted hasta el tiempo en que ellos creen en el futuro y quizás el futuro cercano, queremos decir esto, Romanos 1:16, “Porque no me avergüenzo del Evangelio de Cristo, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.”
Quiero cerrar en el último minuto o dos al pedirle que me acompañe a Hechos 3, Hechos capítulo 3 versículo 17. Este es el sermón de Pedro después del sermón de Pentecostés en los días de la primera iglesia. Es un sermón tan grandioso, versículo 13, Pedro dice, “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a Su Hijo Jesús a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato cuando este habría resuelto ponerle en libertad. Más vosotros negasteis al santo y al justo y pediste y que se os diese un homicida y mataste al autor de la vida a quien Dios ha resucitado de los muertos de lo cual nosotros somos testigos. Y por la fe en Su hombre, a este, este hombre que acaban de curar, que vosotros veis y conocéis. Le ha confirmado Su nombre. Y la fe que es por Él ha dado a este completa sanidad en presencia de todos vosotros.” El dice, “Han aceptado la responsabilidad de rechazar y matar al príncipe de la vida.” Y después versículo 17 tan importante, “Mas ahora hermanos – él le habla a estos judíos como sus hermanos – sé que por ignorancia lo habéis hecho como también vuestros gobernantes. Lo sé. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, Jesucristo había de padecer.”
¿A dónde creen que va con eso? Isaías 53 probablemente, “Así que arrepentíos y convertíos.” ¿No son buenas noticias? Acaban de matar al príncipe de la vida y Dios les está diciendo, “Arrepiéntanse y vuélvanse. Y cuando hagan eso serán borrados vuestros pecados.” Eso es literalmente lo que Jesús dijo cuando Él estaba muriendo en la cruz, “Padre – qué – perdónalos porque no saben lo que hacen. Son ignorantes, lo hicieron en incredulidad. Arrepiéntanse, vuélvanse para que sus pecados sean borrados.”
¿Y después qué sucederá? Cuando se arrepientan y se conviertan y sean borrados sus pecados vendrán de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Ese es el reino, ese es el reino. Porque Él enviará a Jesucristo que os fue antes anunciado. Esa es su segunda venida para establecer Su reino, el cielo debe recibirlo ahora hasta el período de la restauración de todas las cosas, del cual Dios habló por boca de sus santos profetas desde tiempos antiguos. El reino de nuevo, el pacto abrahámico prometido, el pacto davídico, los profetas lo reiteraron, salvación y todas las promesas del reino vendrán cuando Cristo regrese. Cristo regresará en los tiempos de la restitución, los tiempos de la restauración, los tiempos de refrigerio cuando se arrepientan, cuando se arrepientan. En el versículo 24 él dice, “Y a todos los profetas desde Samuel en adelante cuántos han hablado también han anunciado estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas y del pacto que Dios hizo con nuestros padres diciendo a Abraham en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente Dios habiendo levantado a Su Hijo.” Ese es el título de Isaías 53 para él, “Lo envió para que os bendijese a fin de que cada uno se convierta de su maldad. Ustedes mataron el Mesías pero Dios no ha terminado con ustedes. El día vendrá cuando Él los convierta a ustedes de sus pecados y envié a su hijo para establecer su reino y cumplir su promesa. Dios no ha acabado con Israel. Mantengan su ojo en Israel. Su salvación está asegurada por la promesa de Dios. Mientras tanto la salvación está abierta a todos los que lo invocan.”
Padre, venimos a ti ahora al final de este tiempo maravilloso de adoración con corazones agradecidos. Tanta verdad en este capítulo es inagotable. Pero inclusive en tan solo dos versículos entendemos la historia de una manera nueva, una comprensión panorámica de siglos, generaciones de rechazo de Cristo. Ahora vemos por qué. Pero también sabemos que viene un día futuro cuando todas las promesas que le diste a Israel serán cumplidas en la hora de su salvación. Cuando Tú te conviertas en su redentor. Esperamos con gusto ese día. Mientras tanto ahora, mientras tanto el Evangelio, el mensaje cuando creído se convierte en el poder de Dios para salvación al judío o al gentil. Muestra Tu gracia Señor y trae algunos a Tu corazón inclusive ahora el día de hoy mientras que todavía están en una actitud de oración, esta es la decisión de todas las decisiones, el compromiso de todos los compromisos, esta es Tu eternidad en juego, este es el cielo en lugar del infierno; aferrarte a lo que Cristo ha hecho por ti, necesitas un salvador. Abrazar lo que Cristo ha hecho por usted, usted necesita un salvador, usted no es lo suficientemente bueno, usted no puede llegar ahí por su bondad o su religión, usted va a quedarse corto, usted necesita un salvador, necesita que alguien pague por sus pecados y usted necesita aceptar el pago que Él ha hecho para que Dios lo aplique a usted y sus pecados sean perdonados de manera completa en ese punto y a usted se asegure el cielo eterno. Que mensaje. ¿Lo cree? ¿Lo cree a tal grado como para aferrarse a Cristo como Señor? Esa es la pregunta. Padre, te damos gracias de nuevo por la obra que harás en nuestros corazones porque Tu palabra nunca regresa vacía, sino que siempre cumple el propósito con el cual Tú la enviaste, que hoy sea para Tu gloria oramos en el nombre de Cristo. Amén.
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