Al apóstol Juan se le ha llamado “el apóstol del amor” porque escribió mucho sobre el tema. Estaba fascinado con el amor, abrumado por la realidad de que Dios lo amaba. A menudo, Juan se refirió a sí mismo en su evangelio como "el discípulo a quien Jesús amaba" (Jn. 21:20; cp. 13:23; 20:2; 21:7).
Juan escribió en su primera epístola: “Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él” (1 Jn. 4:8-9). Esas palabras son un eco claro de un pasaje conocido, Juan 3:16: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".
Antes que nada, veamos con atención esta sencilla frase de 1 Juan 4:8: “Dios es amor”. ¿En qué sentido es cierto que Dios es amor? Hay muchas maneras de malinterpretar lo que Juan quiso decir. En realidad, 1 Juan 4:8 parece ser especialmente preferido por las sectas. Todo tipo de sectas desde la Ciencia Cristiana hasta los Hijos de Dios han aplicado de modo erróneo este versículo para apoyar ideas tremendamente herejes: la primera, usándolo para representar a "Dios como Principio Divino, como Amor, y no como una personalidad”[1]Mary Baker Eddy, Science and Health with Key to the Scriptures (Boston: Trustees of MBE, 1875), 473.; y la segunda, usándolo para justificar la promiscuidad sexual[2]La secta los Hijos de Dios, conocida también como la Familia del Amor, es famosa por practicar una técnica evangelística que denominan “bombardeo de amor”, en que los miembros de la secta ofrecen sexo a posibles reclutados “a fin de mostrarles el amor de Dios”. [Maurice C. Burrell, The Challenge of the Cults (Grand Rapids: Baker, 1981), 44-45]. Es importante que comprendamos y rechacemos no solo esas doctrinas sino también las falsas ideas en las que se basan, para no terminar confundidos en nuestra propia manera de pensar.
En primer lugar, la expresión “Dios es amor” no significa despersonalizar a Dios ni representarlo como una fuerza, una sensación, un principio o algún tipo de energía cósmica. Él es un ser personal, con todos los atributos de una persona: voluntad, afectos e intelecto. Es más, lo que el apóstol está diciendo es que el amor de Dios es la expresión más enaltecida de su persona.
Por tanto, usar este texto para tratar de despersonalizar a Dios es violentar en gran manera el significado claro de la Biblia. Tal interpretación en realidad tergiversa el texto.
Segundo, este versículo de ninguna manera identifica a Dios con todo lo que nuestra sociedad llama amor. Gordon Clark escribió: “Juan no está diciendo que todo tipo de emociones llamadas amor provienen de Dios. El romanticismo de Goethe, y mucho más el actual libertinaje sexual, no vienen de Dios”[3]Gordon H. Clark, First John: A Commentary (Jeferson, Maryland: Trinity Foundation, 1980), 131. Es más, quienes citan este versículo para tratar de legitimar formas ilícitas de “amor” están tan lejos de la intención del apóstol cómo es posible estarlo.
El amor del que él habla es un amor puro y santo, coherente con todos los atributos divinos.
Tercero, esta no pretende ser una definición de Dios o un resumen de sus atributos. El amor divino en ningún sentido minimiza o anula otros atributos de Dios: Su omnisciencia, Su omnipotencia, Su omnipresencia, Su inmutabilidad, Su señorío, Su justicia, Su ira contra el pecado, o cualquiera de las perfecciones gloriosas de Dios. Negar alguna de ellas es negar al Dios de las Escrituras.
Sin duda, hay más en relación con Dios que el amor. Iguales expresiones en otras partes de la Biblia lo demuestran. Por ejemplo, el mismo apóstol que escribió estas palabras también subrayó: "Dios es Espíritu" (Jn. 4:24). La Biblia también afirma que: "Dios es fuego consumidor" (Dt. 4:24; He. 12:29). Y el Salmo 7:11 declara: "Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días".
La simple declaración "Dios es amor” obviamente no transmite todo lo que puede conocerse acerca de Dios. Es por medio de la Biblia que sabemos que Él también es santo, justo y fiel a Su Palabra.
El amor de Dios no contradice Su santidad; al contrario, la complementa, la amplifica y le da su significado más profundo. Por tanto, no podemos separar esta frase del resto de las Escrituras y tratar de hacer que el amor represente la suma de lo que sabemos respecto a Dios.
(Adaptado de De Tal Manera Amó Dios...)